martes, 27 de septiembre de 2016

ESPAÑA PSOE: BARONES ¿O EL PARTIDO O SUS INTERESES?

Los malos resultados obtenidos por el PSOE en las pasadas elecciones autonómicas del 25 de septiembre en Galicia y en el País Vasco, se suman a una larga cadena de fracasos electorales acontecidos desde la convocatoria anticipada de Zapatero a elecciones en el 2011.

Desde entonces, estuvo Rubalcaba, y ahora Sánchez al frente del PSOE. El número de electores, y el peso del PSOE en la política nacional va en constante descenso, a diferencia del PP. El partido de la corrupción, el partido de los recortes, de la precarización del empleo, el partido insensible a los acuciantes problemas sociales; el partido que ha elevado la desigualdad social a  los niveles más altos de toda Europa, no sólo resiste, sino que ha incrementado sus electores desde las primeras elecciones, y se consolida en Galicia, con mayoría absoluta.

Podríamos y deberíamos buscar una explicación a esta debacle del PSOE, y lo más fácil es buscar un chivo expiatorio, un hombre a matar, cuando en mi modesta opinión el problema es más profundo y complejo.Veamos

Primero,  Zapatero, debió convocar elecciones anticipadas mucho antes, en vez de adoptar medidas impopulares, presionado por la UE y Alemania. Así, hubiese mostrado fidelidad a su programa y sus electores. Si ganaba, era sinónimo de respaldo popular, y tendría 4 años más de tregua para gestionar mejor la crisis, y recuperar la credibilidad. Si perdía, otro asumiría la responsabilidad histórica de aplicar medidas anticrisis, antipopulares

La política de Rubalcaba fue continuista. No vio los nuevos cambios, y por tanto no ajustó la estrategia del PSOE a la nueva situación; y mucho menos pidió disculpas por la mala gestión de la crisis del gobierno de Zapatero. Hasta hoy, nadie lo ha hecho. Muchos electores del PSOE, sobre todo de la base más humilde y víctimas directos de la crisis, se han sentido defraudados hasta el día de hoy

Segundo, el movimiento de los indignados, representante espontaneo de los marginados por la crisis, fue ignorado totalmente por el PSOE, mostrando falta de sensibilidad, de visión política, y tal vez peor, que estaban por encima de “esos revoltosos”, porque ellos representaban sólo a la “aristocracia obrera” y a la clase media, cuando muchos de los que estaban allí, procedían de estas clases. Esos “revoltosos”, estaban dando la alarma de lo que estaba pasando y se estaba gestando: despidos, ERES, desahucios, precariedad social, privatizaciones, corrupciones, etc. ¿A que se dedicaba el PSOE en ese momento?

Tercero, ese gran vacío en la política del PSOE, lo asumió Podemos, quien se convirtió en voz y programa de esos indignados, y los llevó de la calle a las urnas, y a las instituciones estatales.  Podemos, reflejo, y fiel expresión a su base social de indignados, se inicia con un lenguaje radical, anti “castas”, anti partidos tradicionales, y con propuestas de medidas populares no siempre materialmente sustentadas. Hoy, en el fragor de la lucha política, ha ido madurando, evolucionando más hacia lo lógico y lo posible, y se ha consolidado como fuerza política, representante de los que quieren cambiar el estado de precariedad, sin cargarse al sistema.

El PSOE, un partido maduro, con una larga experiencia, y prestigio avalado por poner y desarrollar las bases de la sociedad de bienestar social en España, reaccionó como un muchacho herido al que lo han insultado y humillado públicamente, y declara enemigo público a Podemos, en vez de evolucionar, cambiar su política, y tratar de llegar a un entendimiento con ellos. Eso es inmadurez y miopía política; o tal vez peor, su cúpula, los Barones, son tan arrogantes que permanecen en el pasado, o simplemente no quieren cambiar porque ya no representan a la clase obrera, ni a los socialmente más necesitados. Piensan y actúan de acuerdo a como viven. Cuando surge un partido nuevo, necesariamente disputa un espacio a los tradicionales; es lo más normal que hay en la vida, en cualquier sector y ámbito. Justificar o culpar la debacle política con Podemos, es faltar el respeto a las bases del PSOE y a la inteligencia humana

Cuarto, desde Felipe González, ha faltado liderazgo en el PSOE. Felipe refundó el PSOE, y era omnímodo, salvo algunas voces aisladas. Desde su salida, mandan los Barones, aunque las sugerencias y censuras de Felipe siguen siendo referencias casi obligadas. A diferencia del PP y de Ciudadanos, donde hay un liderazgo único y disciplina interna férrea, en el PSOE de hoy hay cacicatos y electrones libres que responden más a intereses personales que de partido. ¿Acaso alguien ha llegado a pensar que Pedro Sánchez manda o ha podido dirigir el PSOE realmente? Desconozco como piensa realmente Pedro Sánchez, pero creo que es honesto, tiene personalidad y deseos de hacer cambiar cosas; pero la lucha por el poder, la arrogancia y prepotencia de muchos Barones, donde incluyo también a Felipe, lo tienen enyugado, con muy escasa posibilidad de maniobras. No nos engañemos, el problema no es Pedro Sánchez, ni será del que pongan o elijan en su lugar si logran dimitirlo o hacerlo dimitir; el problema es del PSOE actual

Quinto, todo indica que de haber unas nuevas elecciones, los resultados del PSOE serían más malos aún.  Algunos Barones son partidarios de abstenerse y propiciar el gobierno del PP. Esto puede obedecer a que no quieren que el PSOE se desgaste más en otras elecciones, y para ello han de precipitar la salida de Pedro Sánchez de la Secretaría general, pensando erróneamente que Susana Díaz o quien sea, logrará reflotar el partido. Tal vez, responde a la aventurera idea de que vienen años aún complejos para España, donde al PP le irá mal al enfrentarse a las consecuencias económicas del “Brexit”, a los ajustes del incumplimiento del déficit y de la ejecución  de la multa pendiente por ello; y por el independentismo catalán. Suponen, que en esta situación es mejor mantenerse en la oposición. Si en los años más difíciles de la crisis, matizados de escándalos de corrupción, el PP ha tenido estos resultados electorales; entonces que hace pensar que en lo venidero será peor. 

O sea, que piensan que como Partido les irá mejor en la oposición. Particularmente no creo que económicamente nos irá a peor, aunque sí lo será con el problema catalán. Pensar como Partido, y no en la ciudadanía marginada y machacada por la crisis, es una gran irresponsabilidad y pondría más en evidencia la insensibilidad actual del PSOE. El PSOE está obligado a intentar formar un gobierno de progreso, y en paralelo renovarse, auto regenerarse, reencontrar su rumbo, y dejar atrás las añoranzas, porque los tiempos han cambiado

El tablero político cambió, y Podemos le pisa los talones en votos y escaños en el Congreso; ya no habría una sola oposición. Si el PSOE no intenta formar gobierno, y Podemos continua tendiendo la mano, las bases se lo echarán en cara, y las probabilidades de que Podemos se consolide como oposición, ya no sólo en el Congreso, sino en la vida política en general, son muy grandes. El PSOE quedaría aún  más debilitado.

Los problemas del PSOE son la falta de autocrítica y humildad, la falta de unidad y sentido de la responsabilidad histórica, y más aún, la inconsistencia de su programa electoral y de partido, donde muchos no se ven reflejados. O cambia o desaparece
 

domingo, 3 de julio de 2016

ESPAÑA: EL 26 DE JUNIO

Siempre quise un gobierno de izquierda y progreso, PSOE-Podemos, en ese orden, por considerar que esta sería la fórmula de izquierda de mayor apoyo, aceptación y la mas oportuna para España; porque al margen de la politiquería barata y del miedo, nadie honrado y en su sano juicio, pondría en duda el apego del PSOE al modelo europeo occidental. Se hubiese logrado un equilibrio entre experiencia e ímpetu, entre lo conservador y lo más fresco. Una coalición que trataría de cambiar la política de austeridad y de recortes sociales, por el de estímulo a la economía y el aseguramiento de los derechos básicos sociales; que trataría de reducir o al menos parar, el crecimiento del abismo social a favor de los más ricos y poderosos; y que trataría de regenerar la democracia.

Tal vez por todo esto, mi entusiasmo me llevó a sumarme a los pronósticos demoscópicos. Hoy, días después del 26 de junio, cabe una reflexión serena desde la izquierda, sin toques de arrebatos y de enfrentamientos internos buscando un culpable interno. Cosa que pretende y amplifica intencionalmente la prensa de derecha.

¿Se equivocaron las empresas demoscópicas? ¿No resulta sospechoso la coincidencia de todas las encuestas, con independencia de la fuente? Vamos a partir del supuesto de que estas encuestas y su lectura fueron manejadas con honradez y seriedad, al margen del color político. ¿Qué sucedió entonces? Para esta segunda vuelta se esperaba que fueran castigados los dos partidos que “intentaron” y fracasaron en formar gobierno; y así sucedió. Los electores de izquierda, vieron al PSOE como el verdadero responsable de que no hubiese ya un gobierno de izquierda; y muchos de centro derecha, se sintieron decepcionados de Ciudadanos y su líder, ante tanta ambigüedad y oportunismo, y regresaron o reorientaron su voto al PP.

En el caso del PP y de Unidos Podemos, no se cumplió el vaticinio. Hubo de ocurrir algo en la última semana, que hiciera posible que el PP obtuviera más votos y escaños, y que Unidos Podemos se quedara en el mismo número de escaños de la primera vuelta a pesar del anunciado “sorpasso”. Aquí influyeron muchos factores.

Primero, el PSOE se sumó abierta e incisivamente a la política del miedo a un Gobierno de Podemos. Todos convirtieron a Podemos en el enemigo común a batir, y lo arrinconaron en la izquierda comunista y radical ante la vista de los electores, que fue facilitada por la unión electoral de Podemos e Izquierda Unida. Toda la prensa y políticos de derecha le hicieron el juego al “sorpasso” de Unidos Podemos, porque sabían que eso dividiría y enfrentaría a la izquierda. Lo lograron. No creo que la unión Podemos –IU haya sido un error, pero si fue inoportuna

Segundo, el Brexit, aparentemente ajeno, produjo un efecto dominó sobre el miedo, multiplicándolo. Se creaba un antecedente de salida de la Unión Europea que asusta a todos; este, que alienta nuevamente a los partidarios para la salida de Escocia del Reino Unido; a su vez daría nuevas fuerzas al movimiento independentista catalán. Por otro lado, ya en el plano económico, peligra la débil recuperación económica de la UE y de España. Se prevé una mayor ralentización de la economía, y una mayor duración de la crisis, al margen de lo acertado o no de la política de austeridad.

Tercero, coincidencia o intencionalidad, los dos últimos programas televisivos electorales (con Susana Rizo y con Pablo Mota) le correspondieron al PP; donde Rajoy lució bastante bien, humano, simpático, bromista, seguro. Las últimas imágenes de campaña electoral, son casi decisivas para movilizar el voto de los indecisos

Todo esto en su conjunto, llevó a la movilización del voto de los indecisos, se reorientó parte del centro hacia el PP; hubo abstención y desmovilización de votantes del PSOE; y también de Podemos, que apostaban a la transversalidad.

Partiendo del supuesto de que no habrá tercera vuelta electoral, y al margen de los resultados, creo que en el contexto económico actual, la izquierda se desgastará menos, y podrá, si se une, ejercer una oposición activa y madura, que obligue al PP a negociar para poder gobernar y legislar  





                                                  

miércoles, 15 de junio de 2016

ESPAÑA: Fallido intento de nueva legislatura en España - 5ta Parte

CONCLUSIONES

1.      En la primera vuelta de las elecciones, el 20 de diciembre, no hubo gobierno porque los partidos, todos, se mantuvieron en campaña electoral, anteponiendo sus intereses de partido a los de la nación
2.      El PSOE fue el verdadero culpable de no haberse llegado a un pacto de gobierno de izquierda y/o progreso, al comprometer en su acuerdo con Ciudadanos, cualquier negociación con Podemos, que no fuera la abstención incondicional de este
3.      Ciudadanos, más que gran negociador y conciliador, ha mostrado su real cara y espíritu oportunista desdiciéndose incluso en el último debate televisivo a 4, el día 13 de junio. Ya para negociar con el PP, no tiene que irse Rajoy. Ha confundido ha pasado de bisagra a Veleta
4.      El gran perdedor de esta contienda fue el PSOE. Ha decepcionado una vez más, nutriendo las filas de Podemos y Ciudadanos; y si este último no crece más es porque parte de su electorado votará esta vez por el original, el PP.
5.      Han querido arrinconar tanto al Podemos hacia la izquierda, que lo han logrado. Ahora Unidos Podemos es el verdadero representante de la izquierda, en detrimento del PSOE; y se perfila como la verdadera oposición
6.      España, al menos su derecha, sigue aferrada a la politiquería vieja y repugnante, llegando a trascender la política nacional, con la burda y descarada injerencia en los asuntos internos de Venezuela, para satanizar por inferencia al Partido Podemos, con fines puramente electoralistas. Incluso el PSOE, ha secundado esta política, fiel a Felipe González, con la honrosa excepción del expresidente Zapatero que está actuando como facilitador y negociador, y no como inquisidor que aviva la hoguera
7.      Todas las encuestas reflejan, que en las próximas elecciones del 26 de junio ningún partido alcanzará la mayoría absoluta para gobernar en solitario, pero si se mantendrán los 4 grandes partidos, con resultados electorales muy parecidos, pero con movimientos en la tabla de posiciones.
8.      A pesar del incremento de las calumnias, ataques, descalificaciones, y la política del miedo, Podemos debe emerger como segunda fuerza política y líder de la izquierda
9.      El PSOE, equívocamente sigue viendo a Podemos como su enemigo y/o adversario político, y continua haciéndole el juego al resto de los partidos. Esto divide sus fuerzas y lo hace perder más electores, que no pueden entender cómo pueden llegar a pactos de gobierno e investidura en pueblos, principales ciudades y comunidades; y no se pueden poner de acuerdo a nivel de país, y para desbancar juntos al PP del Senado. Sin mayoría en el Senado, la modificación de la constitución es imposible
10.  Si el PSOE no reacciona, facilitando el entendimiento con Unidos Podemos, es de esperarse un gobierno de PP con Ciudadanos, que sólo es posible con la abstención del PSOE, ya anunciada por algunos de sus líderes. De suceder esto último, el PSOE prácticamente desaparecería, al ser considerado este acto, por la izquierda, como una repugnante traición
11.  Son mucho más lo puntos de contacto en los programas del PSOE y Unidos Podemos, que los que los separa. Salvo contadas excepciones, sus discrepancias no son de fondo, sino de matices y monto. Una propuesta única al encaje de Cataluña dentro de España y como parte indisoluble de España, es también soluble; lo demás es mera justificación. Sólo un gobierno de PSOE - Unidos Podemos, aportaría cambio y progreso; frescura y madurez
12.  Un gobierno sin la inclusión de Podemos, sólo traerá cambios cosméticos, y la izquierda perderá una gran oportunidad de perfeccionar la democracia, y reflotar y consolidar el estado del bienestar

Falsos mitos

1.      “La socialdemocracia es exclusiva del partido socialista”. La socialdemocracia y el socialismo marxista siempre fueron dos vías y formas de ver, enfrentar e intentar dignificar a la clase trabajadora. Con el triunfo de la revolución de Octubre de 1917 se distancian. A partir de las tradiciones escandinavas y el aporte personal y práctico de Olof Palme y su generación, la socialdemocracia se convierte para los países capitalistas de Europa, en una opción real para crear una sociedad más justa, sin cambiar radicalmente la sociedad. El PSOE fue su expresión más concreta en España

Con la experiencia de los países socialistas o comunistas de Europa y su desaparición, gran parte de la izquierda ha pospuesto o pasado a un segundo plano las transformaciones radicales de la sociedad capitalista, para centrarse en el presente y en la consolidación paso a paso del bienestar social, aceptando las reglas de la democracia occidental y de la economía de mercado. Hoy, la socialdemocracia no es patrimonio exclusivo de los partidos socialistas o socialdemócratas. Es de toda la izquierda y de todos los trabajadores, funcionarios y parados; aunque algunos se empeñen en asociarla exclusivamente a la clase media trabajadora, o peor, a la clase media, que no es igual. No veo contradicción en la asociación de Podemos a la socialdemocracia. Puede ser interpretado como oportunismo, habilidad política electoralista, pero en el Programa de Podemos, es socialdemócrata en esencia 

2.      “El Programa de Podemos es antisistema” y “no quieren pagar la deuda y quieren salir de euro”. Primero, Podemos e Izquierda Unida, se han reagrupado electoralmente en Unidos Podemos, y aunque ninguno pierde su identidad, si actúan en nombre de un programa común, que es en esencia socialdemócrata. IU, y Podemos gobiernan en municipios, grandes ciudades, y participan en gobiernos de provincias y comunidades, y salvo algunos errores que yo llamo infantilismo de izquierda por la juventud y falta de experiencia, se desenvuelven con respeto a las leyes y las normas vigentes, y con resultados positivos de gestión aunque la prensa de derecha eleve a grado superlativo cada desliz de Podemos y las confluencias.
Segundo, se les sigue satanizando por algunos de sus planteamientos iniciales discutibles o no, que hoy no están en sus programas, o tienen otro enfoque. En su programa, repartido a los cuatro vientos, no se menciona para nada la salida del euro ni de la OTAN. Si se plantea la necesidad de renegociar la deuda, y los plazos para cumplir con los objetivos de déficit; ambos vistos como fuente de financiamiento potencial para parar recortes, restablecer bienestar e inversión en I+D+I
Tercero, siendo el paro el problema fundamental de España, el único partido que desde el primer momento ha planteado un enfoque sistémico para resolver el problema del paro, y minimizar la vulnerabilidad de la economía ante nuevas crisis ha sido Podemos: 1) Invertir en creación de empleo público, infraestructuras y elevar el salario mínimo, para incrementar el consumo, la demanda interna; y en paralelo invertir en I+D+I para hacer cambios estructurales de la economía (un país que depende aún del ladrillo, el turismo y las exportaciones). 2) Pero para ello hace falta financiamiento, que sólo puede salir, de la renegociación de la deuda y la ralentización del cumplimiento del objetivo de déficit; de los impuestos a los que más ganan o tienen más; de la eliminación o minimización de gastos no prioritarios, de un mayor rendimiento y control sobre las inversiones públicas, y de políticas para incentivar la inversión extranjera. 3) Creación de un marco legal que propicie y estimule la contratación y la calidad del empleo (reforma laboral). Otra cosa es, discutible claro está, como a todos, la memoria económica que respalda las cifras y planes.
Cuarto, la mayor muestra de su fe en la democracia occidental, es el haber llevado el movimiento de los indignados a las instituciones democráticas, a un partido, a las elecciones a todos los niveles, y a gobernar. En España, a pesar de la crisis hay un clima de convivencia social y respeto a las instituciones. Podemos propone mas democracia, mas participación social y real; incluso un referendo revocatorio de gobierno, si no se cumple el programa electoral. Podemos propone la independencia del poder judicial; reformar la ley electoral para buscar una mayor correspondencia entre votos y escaños; la eliminación de las puertas giratorias; la trasparencia y objetividad de la prensa pública al margen del partido que esté en el gobierno; transparencia en los gastos públicos y contratos; etc. 

3.      “Si llegan al poder van a instaurar un régimen comunista, chavista,….” Si las explicaciones anteriores no fueran suficiente para desmontar este mito, habría que recordar, que en España hay una democracia consolidada, parlamentaria bicameral, con un Rey como jefe de Estado y del Ejército, y una fuerte atadura económica y financiera a la Unión Europea. Ni Podemos es comunista en el sentido viejo de la palabra, ni en España ningún partido podrá saltarse las reglas del juego. Lo demás en un cuento mal intencionado y lleno de mucha ignorancia y/o maldad, e imaginación en el mejor de los casos

4.      “Podemos es un partido chavista financiado por el régimen de Venezuela”. De que hubo un vínculo profesional político de algunos de sus líderes, muy anterior a las elecciones europeas, cuando aún no existía el partido, nadie lo discute. Pero, de ahí, a decir que es chavista, y financiado por estos, hay un gran trecho. Si existiese la menor prueba o indicio demostrable de ello, ya lo hubieran llevado a los tribunales y juzgado. La realidad es que todos los tribunales han desestimado todas las acusaciones por falta de evidencias; ninguna ha prosperado. Una mentira repetida varias veces puede llegar a parecer verdad. Esa es la política manipuladora

Y finalmente me pregunto ¿A qué y a quien temer realmente? ¿A Podemos? Para mí, a los que prefieren o defienden, un bipartidismo que ha mostrado ya sus carencias y limitaciones para la regeneración democrática; a la falta de representatividad social en las instituciones; al cheque en blanco por cuatro años de legislatura aunque incumplas tu programa electoral. A los que han hecho posible la impunidad continuada de la corrupción por falta de trasparencia, control, y de medios para enfrentarla. A los que no quieren que los ricos y las grandes empresas tributen al fisco en proporción a lo que ingresan o tienen más. A los que quieren seguir ejerciendo el control político sobre la justicia y los medios públicos de comunicación masiva. A los que han favorecido la desprotección social y la facilitación del despido y precarización del empleo. A los que han contribuido a aumentar la brecha social en España, haciendo más ricos a los ricos, más pobres a los pobres; y a los que han diezmado a la clase media.

ESPAÑA: Fallido intento de nueva legislatura en España - 4ta Parte

CUARTA PARTE

Partido Podemos. A algunos no les gustará, y se entiende, porque empezaron con un lenguaje muy agresivo, de barricada (de donde salieron), y por momentos rozaron la línea de los anti sistemas. Generaban una mezcla de simpatía y perplejidad. Han ido creciendo y madurando como personas, como políticos y como partido; y por tanto ajustando posiciones y programa a la realidad, al pragmatismo, aunque algunas puedan ser más, o menos discutidas

Esta evolución, que algunos tildan de oportunismo o incoherencia; la procedencia de la izquierda comunista de sus principales líderes, y el vínculo de algunos de sus líderes con el Chavismo (¿qué militante de izquierda no simpatizó inicialmente con Chávez?), muy anterior a las elecciones europeas y la fundación del partido, supuestamente le ha facilitado “argumentos” a sus adversarios políticos

Podemos se convirtió, en nada más surgir, en el blanco a batir por todos. Fue obligado a presentar su programa electoral desde casi antes de ser partido; y se ha visto cuestionado y atacado constantemente, y obligado a anunciar continuamente su “castidad”. Desde luego, faltaba mucha experiencia, y  hubo de todo; desde planteamientos idílicos, quiméricos, hasta realistas, pero en todos había un denominador común: la sensibilidad, el deseo y la buena intención de parar la depauperación social de gran parte de la población y mejoramiento de la sociedad en su conjunto. 

Era de suponer, que en una democracia bipartidista, un partido emergente tendría que disputarle un espacio, electores y votos a los partidos tradicionales. En precampaña y campaña electoral, el enfrentamiento con el PSOE era inevitable, y así fue. Como lo ha sido y es entre el PP y e Ciudadanos. Podemos tenía que diferenciarse del PSOE y viceversa; y ahí estaba su programa. El peso de la izquierda se dividió en dos partidos, y se convirtieron de facto en “enemigos tácticos”, con miras a las elecciones. Ambos se disputaban el mismo electorado, aunque al PSOE también Ciudadanos le disputaba parte del centro.

Si en un primer momento Podemos se distancio de Izquierda Unida, fue porque mal interpretó el mosaico político, y pensó que podía ganar en solitario las elecciones. Hoy, ha comprendido su error, y ha ido por la alianza Unidos Podemos, para reagrupar la izquierda, y multiplicar votos y escaños en el congreso y senado. La fragmentación de la izquierda sólo favorece a la derecha. Creo en la honestidad y sinceridad de la dirección de Podemos. Si el camino recorrido le ha sido más difícil, ha sido en parte por su exceso de honestidad y no prestar mucha atención a la forma de plantear algunas cosas. Han sido honestos, de verbo claro y ardiente, valientes; pero en política la inmadurez y los errores se pagan caro.

La dirección general de Podemos, se las puso fácil a los Barones del PSOE, y a la derecha. Siguió en campaña electoral, igual que todos, y equivocaron su verdadero adversario político, atacando abiertamente al PSOE. Pablo Iglesias, tuvo intervenciones desacertadas, al menos para ese momento, al cuestionar la autoridad de Pedro Sánchez, poniendo en ridículo a su secretario general, y atacó en el Congreso al líder histórico del PSOE. Ambas cosas innecesarias, que más que dar, quitan.

Tal vez propio de un partido joven, que sube tan rápidamente, se comportó con arrogancia, impaciencia y exceso de protagonismo, llegando a cometer errores de forma, como el adelanto público de las propuestas al Rey, sin haberlas presentado y mucho menos discutido con sus posibles aliados; y el haber hablado a destiempo, de posible conformación de un gabinete de gobierno, cuando lo a discutir en ese momento era lo referente a programas, propuestas de leyes, etc. Esto lo explotaron muy bien el resto de los partidos, y “justificó” aún más la animadversión y reticencia de los Barones del PSOE

El problema catalán, su concepción demócrata de resolverlo, y sus compromisos electorales, también fueron una justificación del PSOE y Ciudadanos para vetar cualquier posibilidad de acuerdo de gobierno con Podemos, a pesar de que este  tema dejó había dejado de ser una línea roja por Podemos hasta el día de hoy. Con el escenario de entonces, con mayoría de derechas en el senado, y en el congreso, un referendo vinculante no hubiese sido posible. Sin embargo, un gobierno de izquierdas hubiese facilitado un entendimiento a mediano y largo plazo, porque el nacionalismo catalán y la izquierda están tan entrecruzados, que a veces se pierden sus límites

Hoy, Podemos ha dejado de atacar al PSOE, no se ha dejado provocar, y se concentra en su principal adversario, el PP. Hoy Podemos ha cambiado su lenguaje, es menos agresivo y más conciliador, mucho más proclive a la negociación, como dios y la práctica manda. Incluso, consciente del error cometido al subestimar el papel actual del Senado para poder modificar la constitución y aprobar determinadas leyes, Podemos ha propuesto al PSOE, listas conjuntas para el Senado, para poder desbancar al PP, quien obtuvo amplia mayoría en la primera vuelta. Por increíble que le parezca a algunos, el PSOE se negó, como los muchachos que responden ofensa con ofensa, o simplemente, quieren que todo siga igual, porque otra interpretación no cabe.

Desde que se inició la campaña electoral para esta segunda vuelta del 26J, Podemos es el único partido que ha corregido el tiro. Ha mostrado sabiduría y responsabilidad, tratando de no repetir los errores cometidos en la anterior campaña y en los 4 meses de intento de constituir gobierno

ESPAÑA: Fallido intento de nueva legislatura en España - 3ra Parte

TERCERA PARTE

 El PSOE, es el gran perdedor de la contienda y la gran decepción para las bases de izquierda. Para nadie es un secreto la dicotomía existente entre su membresía. En un lado están los Barones y sus partidarios, que agrupan a los que se han desviado demasiado del centro izquierda, a fuerza de tanto codearse y convivir con el capital y la plutocracia (si vives como rico, estas casado(a) con una rica o un rico, tu círculo más cercano y vida social es de ricos, entonces piensas como un rico); y los que su arrogancia y nostalgia del pasado no les deja ver con claridad el nuevo tablero político, y la necesidad de sacrificar egos para lograr progresos. 

En el otro lado, está la inmensa mayoría, su base social histórica, que vieron mejorar sus condiciones de vida con las políticas sociales del PSOE, y que recelan tanto del PP como de la izquierda comunista. Sin embargo, este grupo es  el más heterogéneo, porque aunque muchos votarían nuevamente por el PSOE, no pocos han perdido su condición de clase media trabajadora durante la crisis, otros se sintieron traicionados por las últimas políticas de Zapatero, y otros se cuestionan la estrategia política de la dirección actual del partido. Tanto Ciudadanos como Podemos, tratan de captar a estos inconformes

El PSOE se los puso fácil. Primero, se presenta a las elecciones del 20D, con un programa electoral poco convincente o al menos poco conocido y explicado, a no ser las propuestas de leyes a derogar si llegaban al poder. Incluso, la propuesta de Estado Federal como posible solución al problema del independentismo y/o nacionalismo catalán, tampoco la han sabido explicar hasta el momento. Segundo, la ambivalencia presente entre el poder formal y el poder real, representado este último por los Barones; y la lucha interna por la secretaría general, le restaron liderazgo, autoridad y capacidad de negociación a Pedro Sánchez. Este salió con un balón de oxígeno de la consulta a las bases, pero maniatado y mutilado para negociar, al permitírsele como única opción de negociación y pacto de gobierno, a Ciudadanos, pensando ingenuamente, en una supuesta abstención de Podemos. Así lo cumplió Pedro Sánchez y su equipo. Se podría pensar que la intensión era llegar con más fuerza a la negociación con Podemos, para hacerlo ceder. A mi modesto parecer, no.

La única suma posible para haber constituido un gobierno, aunque difícil, era un pacto de gobierno o investidura con Podemos, Confluencias, Izquierda unida, y algunos partidos minoritarios como voto positivo en unos, y abstención en otros. Sin embargo, la táctica de negociar con Ciudadanos hubiera sido válida, sino se hubieran entregado en sus brazos (a un partido con sólo 40 escaños en el Congreso) descalificándose como partido al aceptar el 80% de su programa; y peor aún, admitiendo el condicionamiento del pacto, a la no negociación y participación de Podemos en el futuro gobierno. ¿Pero de que negociación estaban hablando, por dios? Sabían a ciencia cierta que todo terminaría en fracaso; a no ser que pensaran que Podemos y el resto, la tercera fuerza política más votada con escasa diferencia del PSOE, fueran tontos y le fueran a dar un cheque en blanco, en contra de sus propias bases, electorado y existencia.

Viéndolo con buenas intenciones, esto ha sido el ejemplo más ingenuo, infantil, absurdo y poco serio de negociación. Pero cabría otra interpretación, más grotesca aún. Los Barones sacrificaron al “Rey” por el reinado futuro de la Princesa. Desde un inicio dieron por perdida la partida, dieron por perdida esta legislatura. Realmente nunca quisieron llegar a formar un gobierno que los podría seguir desgastando, vista la actual situación económica internacional e interna.

Para la segunda vuelta electoral, todavía algunos esperaban la elección de un nuevo candidato, como último intento para hacer reflotar al PSOE, pero no. Es muy temprano. En una aparente unánime y eufórica asamblea, han ratificado a Pedro Sánchez, por haber sido un buen peón; han ratificado a Pedro Sánchez por no haberse insubordinado y llenado de valor, para tratar de llegar a un acuerdo también con Podemos, para formar un gobierno progresista; y digo también porque siempre vi un pacto a tres, incluido Ciudadanos, como la alternativa de gobierno más sólida, madura y práctica.

Ahora Pedro Sánchez, el hombre con más vida, pero efímeras, anda lastimosamente por las esquinas y los pasillos, renegando de Podemos, culpándolo por no haberse llegado a formar un gobierno progresista sin el PP, pero un gobierno también sin Podemos, eh!; por no haber aceptado su absurda propuesta de incondicionalidad a cambio de nada. Ese si hubiese sido un gobierno de minoría, que no representaría al espectro más amplio del electorado

Lo triste, es, que un partido con tanta tradición progresista y de izquierda, y que tanto ha aportado a la creación y conservación de la sociedad del bienestar en España, no ha estado a su altura, y puede salir muy debilitado de esta segunda vuelta, a pesar de la última puesta en escena. Hoy, el PSOE está más preocupado y ocupado en su supervivencia como partido, que en los intereses del país y su base social. Las encuestas lo sitúan ya como tercera fuerza política. Continúa en campaña confundiendo el enemigo principal, al ver a Podemos no desde la perspectiva social, sino desde su interés individual como partido.