viernes, 9 de diciembre de 2016

CUBA: FIDEL CASTRO - DAVID CONTRA GOLIAT


Honor a quien Honor merece

Ha muerto Fidel Castro. Lo habían “matado” tantas veces que aún no lo creía. Y aunque su edad y su salud presagiaban una muerte inminente, algunos siempre pensamos que no sería por ahora; tal vez por su descendencia gallega y su fuerte y voluntariosa personalidad. Como era de esperar, su muerte ha levantado muchas pasiones a favor y en contra, que van desde el jolgorio de muchos cubanos residentes en Miami, hasta el luto, la tristeza y el silencio sepulcral respetuoso de gran parte de los cubanos que viven en Cuba, y el reconocimiento de estadistas de todo el mundo. Aún después de muerto, sigue y seguirá siendo controversial, como la obra de todo ser humano comprometido en un proyecto político y social.

Un pariente muy cercano, al que quiero mucho, me dijo una vez apasionadamente en mi casa materna, que si trataba de escribir un panegírico sobre Fidel no tendría nada bueno que decir. Ya entonces le respondí que en mi caso sí, y lo haría aunque fuese para mi tranquilidad de espíritu y por mi sentido de la justicia. Con esa intención lo estoy haciendo aunque encuentre incomprensión dentro y fuera de Cuba. Asumo el reto.

A esta hora, trato de entender las razones de todo el mundo, pero sé que es imposible conciliarlas en estos momentos, y menos desde el odio, el rencor, el apasionamiento y atrincheramiento. Ahora mismo, mi preocupación es ser lo más objetivo y justo posible. En una guerra siempre hay bajas de ambos lados. Quien perdió un familiar en la guerra revolucionaria (1956-1959), o porque le fue ajusticiado en las dos primeras semanas por crímenes contra la población civil (hay cifras extraoficiales que hablan de algo más de 500), es lógico que tenga una opinión desfavorable sobre la revolución y Fidel. A este sentimiento inicial, se sumaron gran parte de los expropiados, y se han ido sumando, con matices y desde perspectivas muy diferentes, otras olas de emigrantes cubanos. Ante el desarraigo que implica la emigración y el tener que volver a empezar de cero. Muchos responsabilizan a la revolución y Fidel. Eso crea resentimiento.

Primero, huyeron o se fueron los batistianos comprometidos con crímenes, la corrupción, y los afectados por las primeras leyes revolucionarias, o simplemente por miedo. Después de esa primera ola, la mayoría se ha estado yendo por razones económicas, y otros los menos, por problemas políticos y desavenencias. Hubo quienes fueron recluidos en granjas (Unidades Militares de Ayuda a la Producción-UMAP) entre los años 1965 y 1968, por religiosos activos, homosexuales o vagos; hubo líderes juveniles católicos universitarios que fueron separados de la universidad a principio de la revolución; hubo otros cubanos, que en determinado momento de la revolución sufrieron agravios y actos de repudio por simplemente querer irse del país (1981-1982); hubo estudiantes y profesores, que fueron expulsados (1980-81, durante el proceso de profundizacion de la conciencia revolucionaria) de las universidades por homosexualismo o por el llamado diversionismo ideológico. Hay también quienes fueron acosados, y que han sufrido y sufren censura por sus ideas. Incluso desde la izquierda, muchos cuidábamos de que se nos entendiera bien, so riesgo de ser mal interpretados. Unos pocos, sufrieron prisión por problemas políticos. Evidentemente, en Cuba hubo y hay falta de libertades civiles

Es normal que estos problemas se asocien al líder de la revolución, y obviamente, no pretendo ni puedo negarlo. Me pongo en la piel de muchos de ellos y entiendo sus razones (también soy emigrante). Pero quedarnos solo en este relato y denuncia, sería una forma muy simplista y poco objetiva de valorar una personalidad y un proceso tan complejo. Primero, porque hay que ir a las verdaderas causas que conllevaron a ello; y segundo, porque el rol de Fidel trasciende las fronteras de nuestra hermosa isla. 

Como político y estratega, Fidel logró, con el apoyo popular, derrotar a una de las dictaduras más sangrientas y cruentas que tuvo Cuba (costó más de 22 000 muertos), logró establecer un régimen popular que rescató los recursos del país de manos del capital norteamericano y la oligarquía entreguista, y  así rescatar la soberanía nacional sobre nuestros recursos. Declaró el carácter socialista de la Revolución a sólo 90 millas de EEUU del imperio más poderoso de toda la historia, y hasta hoy ha logrado su supervivencia, con inteligencia, algo de “cojones”, y apoyo popular, aunque algunos se empeñen en identificar sólo a Miami con Cuba. A partir de la Revolución, Cuba no sólo se ve obligada a defender la soberanía conquistada, sino que se convierte también en la voz internacional de todos los oprimidos. Propició, a partir de su ejemplo, que América Latina fuese más libre y menos dependiente de EEUU. Su participación militar en la defensa del gobierno legítimo de Angola, de las hordas financiadas por potencias extranjeras, y sobre todo del entonces Gobierno segregacionista de Sudáfrica, hizo posible no sólo la preservación de la soberanía de Angola, sino también la independencia de otros países del cono sur africano, y la derrota del régimen del Apartheid. Nunca antes brilló tanto un país pequeño y un líder. La mayoría de los grandes estadistas internacionales reconocen el ejemplo de Cuba como símbolo de lucha por la soberanía nacional, y como referencia mundial de dignidad y solidaridad. Estas son verdades como un templo, que sólo la ceguera política, el odio, y la manipulación mediática pueden negar 

 Alguien podría mencionar la cansina letanía de que Cuba pasó de traspatio de EEUU a satélite de la antigua URSS. No conocen a Fidel y la estirpe de los grandes patriotas cubanos. Más bien Fidel arrastró a los soviéticos a su participación en el conflicto africano, ¿Dónde estuvieron o están las propiedades soviéticas o rusas en Cuba? En última instancia, y aunque hubo beneficios mutuos, ¿quién recibió más en esa relación? Invito a los escépticos a que beban de las estadísticas.

En su lucha contra la dictadura militar y sangrienta de Batista, Fidel crea su propio ejército a partir de una reducida célula de sobrevivientes del desembarco de yate Granma. Los años de dictadura de Batista no sólo fueron represión y muerte; también fue mucha corrupción que comprometió a todos los partidos tradicionales, incluso con los crímenes (excepto el comunista que estaba ilegalizado). Cuando Fidel alcanza el poder, no sólo tenía un ejército propio que lo seguía y respondía a él, encontró también un sistema político desmantelado. En su huida hacia EEUU, se auto disolvieron los partidos y el senado; sólo quedaba la ya maniatada y secuestrada Constitución del 40, y las fuerzas que participaron en la lucha contra la dictadura: el M-26 de julio de Fidel, el Movimiento estudiantil universitario 13 de Marzo, y el Partido socialista popular. La derecha y centro, simplemente se esfumaron o desaparecieron.

El incipiente gobierno revolucionario se debía a un programa, conocido como “La historia me absolverá o programa del Moncada”, que si no cumplía conllevaría a la pérdida del apoyo popular. ¿Cómo Fidel le iba a dar cumplimiento a este programa, sin tomar las riendas de la economía y los recursos? Las primeras medidas[2] afectaron necesariamente a intereses norteamericanos en la isla. La respuesta de EEUU, de inmediato, fue aplastar la revolución por todos los medios, y ya no tanto por la implicación económica sino por el mal ejemplo que representaría para el resto de América. El intento de hacer capitular a Fidel y la revolución por la fuerza, alcanzó su clímax con el Bloqueo económico y con la invasión de Bahía de Cochinos, aunque se utilizaron otros medios como la financiación de guerrillas contrarrevolucionarias, los sabotajes a objetivos económicos y los atentados. Paralelamente promovieron y lograron el aislamiento diplomático, salvo honrosas excepciones. Un país monoproductor y monoexportador de azúcar de caña, dependiente económicamente de EEUU, no sobreviviría por mucho tiempo sino encontraba un nuevo aliado, o claudicaba. Cómo era previsible, Fidel se alió a la antigua Unión Soviética, y no pudo abstraerse de su influencia. Ya no era un aliado táctico, no, era estratégico porque la última oportunidad de entendimiento con EEUU se fue con la muerte de John. F. Kennedy

La inmutable, obstinada y arrogante política de los gobiernos de turno de los EEUU, alejaron cada vez más las posibilidades de acercamiento y empujaron a la radicalización de la revolución. Esta, con Fidel al frente, desarrolló en grado superlativo el instinto de conservación, de la seguridad y protección de la revolución. La revolución, en su lucha contra las agresiones de todo tipo, terminó desgraciadamente en la polarización de la sociedad en dos “bandos”; los que están con la revolución y los que están en contra o no la comparten. Ese fantasma, que en condiciones normales hubiese sido superado después de los primeros momentos de enfrentamiento entre las fuerzas de la revolución y los que querían restablecer el orden anterior, terminó planeando permanentemente sobre Cuba, y determinó su sistema político actual hasta hoy

Fidel, hábilmente, unificó todas las fuerzas revolucionarias en un solo partido, para evitar así la división y la posibilidad de que se utilizara el pluripartidismo para penetrar y debilitar la revolución. Diseñó un sistema político, que le permitió permanecer en el poder, incluso después de aprobada la constitución de 1976. Simplificó el sistema político y la democracia a un solo partido; a una sola prensa, la oficial; a un sistema electoral, y sistema parlamentario representativo donde la mitad de los diputados provinciales y nacionales son propuestos por una Comisión de candidatura[3], aunque son votados posteriormente por el pueblo mediante el voto directo y secreto; y concentró en un solo hombre, la figura del presidente del consejo de estado, del consejo de ministros y del primer secretario del partido.

La agresión de EEUU, Fidel la convirtió en fortaleza. El antimperialismo pasóa ser el núcleo ideológico de la Revolución, y  el factor de unión de la mayoría del pueblo cubano residente en Cuba. Como se decía en Cuba desde los inicios de la Revolución, el pueblo cubano no era comunista, era fidelista. Y con su obra social y el antimperialismo, Fidel llevo la Revolución y la sociedad cubana al socialismo de estado, y mantuvo viva la revolución 

O sea, que el comprometimiento incondicional de la gran burguesía cubana y la derecha con el dictador Fulgencio Batista, y su ulterior estampida hacia EEUU, crearon la posibilidad para que Fidel creara el sistema político cubano actual. La torpeza del gobierno norteamericano, su agresividad y su bloqueo, convirtió esa posibilidad en realidad, y la facilitó aún más, cuando ha estado estimulando en paralelo, la salida y éxodo hacia EEUU[4] de cubanos que no simpatizaban con el proceso, creando “dos pueblos”, el de Cuba y los de afuera, el de Miami[5].

Para los que no simpatizan y sólo ven las sombras de Fidel y de la revolución cubana, se lo planteo de forma sencilla. ¿Quién apoyó y sostenía la dictadura sangrienta de Batista? EEUU y la Mafia. ¿Quién propició que Fidel se quedara sin oposición? Todos los que se fueron o abandonaron el país, por razones políticas. ¿Quién contribuyó a que el pueblo cubano mantuviera su apoyo a Fidel, a pesar de los intentos continuados de doblegarlo por hambre? El Bloqueo norteamericano, y todos los que lo han apoyado y apoyan. ¿Quién estimula que cubanos arriesguen sus vidas en el mar, en balsas y otras embarcaciones endebles, para poner sus pies en EEUU? El gobierno de los EEUU con la ley de Ajuste cubano; cuando lo más sencillo, racional y humano, era darles visa a todos los cubanos que quisieran irse. Lo que no sabremos nunca, es como pudo haber sido la revolución y la sociedad cubana, en otras circunstancias. Se lo dejo a la especulación y a los exotéricos

La ausencia en Cuba, de una constitución socialista y de elecciones hasta 1976, y su permanencia ininterrumpida en el poder desde 1959, hasta los problemas de enfermedad que lo apartaron de él, lleva a no pocos a tildarlo de dictador. Visto así es cierto, pero yo lo llamaría un dictador de conciencia. Su carácter dominante e imponente, dentro del actual modelo de sistema político existente, lo convirtieron en la práctica en el único que pensaba y decidía, en autoritario. Sus comentarios, recomendaciones y críticas eran asumidos como “ley” por el aparato burocrático del Partido y del Estado, aunque no dudo en absoluto de sus buenas intenciones. Se había producido un “secuestro consciente o inconsciente de la democracia” y de las instituciones existentes, para proteger la revolución y a su lider. Se superpusieron los términos soberanía y libertad, unidad y unanimidad, socialismo y fidelismo. Todo esto es cierto, pero no nos confundamos. El ser preso de conciencia, los escraches, las reclusiones iniciales y expulsiones de instituciones, la marginación de la política a personas que discreparan o pensaran diferente, incluso los presos por problemas políticos, no nos puede llevar a catalogar a Fidel como un dictador asesino y cruel. Sería una aseveración injusta, cargada de odio y rencores, y lejos de la verdad

Fidel respondió a como le obligaron y empujaron a hacer, y bajo la influencia del modelo soviético de socialismo, independientemente de sus aspiraciones y motivaciones personales, de las que se podrá sólo especular, porque se las llevó a su tumba

No se puede obviar que la sociedad cubana post 1959 siempre ha estado en pie de guerra desde entonces, y no porque quiso, sino porque la empujaron y obligaron a ello. Los procesos revolucionarios son sometidos a tan brutal acoso y agresión por el capital internacional, que terminan radicalizándose, y cayendo en el autoritarismo y totalitarismo de un líder o un partido para preservar el proceso. Esta es casi una regularidad de todos los procesos revolucionarios. Los defensores a ultranza, de la democracia occidental, deberían ir a las causas y no al efecto; y tal vez evitaran la radicalización de muchos procesos revolucionarios

A pesar de este modelo de sistema político, con limitaciones democráticas, en derechos civiles, la mayoría de la población no se fue de Cuba, apoyó a Fidel. Aún la mayor parte de los que viven en Cuba apoyan a su revolución a pesar del desgaste económico, social y personal que han representado tantos años (1992-2016) de resistencia, de carencias y limitaciones materiales, sobre todo a partir de la desaparición del campo socialista (Europa oriental comunista), del recrudecimiento del Bloqueo económico[6], y del lento avance de las reformas.

Este apoyo popular ha sido y es posible, porque esta no fue una revolución importada, fue una revolución auténtica, con un líder fuerte y carismático. Una revolución que reivindicó desde el primer momento la soberanía nacional, al negro, a la mujer, al campesino, a los desamparados y a los más humildes. Eliminó el latifundismo, y le dio la tierra a los campesinos; y con la reforma urbana entregó a sus inquilinos la vivienda en propiedad (el 90% de la población es propietaria de su vivienda). A todos dió acceso, sin excepción, a la educación, a la salud; masificó el deporte, y la cultura; estableció el pleno empleo y garantizó la seguridad social para todos. 

La obra social de la revolución es tan grande y tan sólida, que aún y muy a pesar de las carencias materiales sigue exhibiendo indicadores de educación, salud, seguridad social, de empleo, de esperanza de vida, y de desarrollo humano, muy por encima del resto de los países del llamado 3er mundo, y comparable con países desarrollados[7]. Todos reconocidos públicamente, por organizaciones internacionales de reconocido prestigio, como la UNICEF, OPS, OMS, OIT, la FAO, el Banco Mundial, y otras

Han pasado 25 años desde la desaparición de la Unión soviética (1991). Todos los horóscopos vaticinaban la caída de la revolución cubana, y ahí está. Resistió, pero a un alto costo social que muchos achacan sólo a la ineficiencia del modelo económico, cuando el mayor peso lo ha aportado el despiadado bloqueo, recrudecido después de la caída del socialismo en Europa oriental, y al que se sumaron los países europeos (1996) por iniciativa de Aznar. Ningún país pequeño y subdesarrollado, ningún pueblo, ni ningún proceso, hubiese sobrevivido a tanto ensañamiento y acoso durante tanto periodo de tiempo, sin una personalidad como la de Fidel

En España, desde “la autoridad de la sociedad occidental desarrollada, primer mundista”, y con una de las prensas menos plurales de Europa, muchos tienden a ver o analizar la situación de Cuba y el liderazgo de Fidel de forma parcial, absolutizando una sola arista de un gran y complejo proceso. Extrapolan a otras realidades las amargas experiencias durante el franquismo. Manipulan la realidad cubana, y generalizan testimonios aislados y la opinión de un grupo de miamenses. Se sorprenden de la calma en Cuba, porque se han creído o quieren creer que Cuba es Miami. !Que poco conocen al pueblo cubano que vive en Cuba! Remito a las declaraciones del exministro de asuntos exteriores Margallo (a quien nadie podría acusar de izquierda) en el programa El Desayuno del canal 1 a su regreso de su segunda visita a Cuba “… el pueblo cubano lo que quiere es mejorar económicamente, prosperar…” Esa es la realidad. La inmensa mayoría de los que permanecen en Cuba, más de 11 millones habitantes, admiraban a Fidel y desean progreso por encima de todo, pero sin renunciar a las conquistas sociales de la revolución 

Desde mis vivencias y la experiencia de muchos años, y a manera de resumen, pienso que Fidel tuvo más luces que sombras, y no creo que sus sombras lleguen a eclipsar su luz, aún en el tiempo. La historia serena de generaciones posteriores, sin la mediación de las vivencias y apasionamientos de estos tiempos, podrá refrendarlo o no

 Ha muerto el último de las personalidades más influyentes del siglo XX; y quien más aportó al movimiento revolucionario mundial después de la Revolución bolchevique de 1917. Mis mayores respetos en este momento, a quien dedicó su vida a la causa de los pobres y los oprimidos de todas las latitudes del mundo, a quien denunció desde todas las tribunas posibles, las injusticias del imperio y sus seguidores, y a quien apoyó incondicionalmente los procesos revolucionarios y reivindicativos en todo el mundo

Juzgar a una figura histórica, fuera del contexto histórico concreto en que se desenvolvió, y de las circunstancias imponentes y agresivas de la guerra fría y del Bloqueo económico estadounidense, no sólo es poco objetivo y científico, sino que también es manipulación consciente o inconsciente de la realidad.

No obstante, y muy a pesar del estado de exención que vivió y vive aún Cuba desde 1960, creo que hubo errores y situaciones lamentables, que se pudieron evitar. Primero, el daño moral y emocional innecesario a mucha gente de a pie, por arrogancia ideológica y de poder. Segundo, y muy ligado a esto; el no haber legislado y aplicado las normas que permitieran y aseguraran la convivencia social de todos los cubanos (dentro del socialismo), desde el respeto a la dignidad de cada cual. Y tercero, creo que si las Reformas se hubiesen iniciado inmediatamente después de desaparecida la Unión soviética, la economía y la industria no hubiesen tocado tan a fondo, y no se hubiese deteriorado tanto toda la infraestructura, y los servicios sociales. Tal vez el período especial hubiese durado lo mismo, pero el costo económico y social hubiese sido menor

Cierro estas líneas, con las palabras escritas sobre Fidel por el gran Eduardo Galeano, referente intelectual consecuente de izquierda, por su coherencia, honradez y brillantez; que concebía la amistad desde la crítica. 
“…Y sus enemigos no dicen que esa hazaña fue obra del sacrificio de su pueblo, pero también fue obra de la tozuda voluntad y el anticuado sentido del honor de este caballero que siempre se batió por los perdedores, como aquel famoso colega suyo de los campos de Castilla[8]



[1] Este análisis, trataré de circunscribirlo a su figura, y al tiempo que estuvo en el poder. Desde entonces, las condiciones internacionales han mejorado, y con el gobierno de su hermano la Revolución se muestra más flexible, realista y práctica; y camina hacia la profundización de las reformas
[2] La 1ra ley de Reforma agraria y contra la compañía telefónica norteamericana por sus abusos
[3] Título IV De las Comisiones de candidaturas. Ley electoral de la República de Cuba Disponible en «www.cubaminrex.cu.» Consultado el 15 de julio de 2012
[5] Se estima que en EEUU(datos del 2013) hay algo más de 2 millones de cubanos; y de ellos, 1.5 millones en Miami
[6] Ley Torricelli (1992) conocida como Ley de Democracia Cubana, y la Ley Helms-Burton (1996) La misma planteaba entre otros muchos artículos que las filiales estadounidense en terceros países no podían establecer ningún tipo de relación comercial con Cuba. Mientras Estados Unidos ha buscado normalizar sus relaciones comerciales con otros estados comunistas, como China o Vietnam, la existencia de un fuerte lobby, mayoritariamente conservador, formado por exiliados cubanos, principalmente asentados en Florida ha dificultado un acercamiento a Cuba, especialmente por la influencia de los exiliados en un estado políticamente estratégico como Florida. https://es.wikipedia.org/wiki/Embargo_estadounidense_a_Cuba.
[8] Eduardo Galeano. Del libro Espejos. Una historia casi universal. Siglo XXI Editores, 2008. 


martes, 4 de octubre de 2016

ESPAÑA PSOE: LINCHAMIENTO SUICIDA, Y TRAICION


En el anterior escrito hablé del intento, sobre todo del El PAIS y de los Barones, de buscar un chivo expiatorio que le cubriera la vergüenza de un PSOE en declive, de un PSOE que cada día juega un rol menos importante en la vida política española. El "ciudadano a matar", no podría ser otro que Sánchez; era un secreto a voces. En época de crisis afloran todo tipo de sentimientos ocultos: lucha por el poder, viejas y nuevas rencillas, desquites y venganzas, etc; y todo esto  favoreció este proceso. Hoy, ya es una lamentable realidad 

De la forma menos convencional, menos política, y más grotesca y evidentemente conspirativa, lo acorralaron con la dimisión de 17 miembros de la ejecutiva. Le dejaron como única tabla de salvación, el llamamiento a unas primarias para elegir al secretario general y definir si habría abstención o intento de formar gobierno, que finalmente no fue aprobado por el comité federal; quien terminó poniendo los destinos del PSOE en un gestora afín a los Barones. El resultado fue el esperado, porque aquí no había nada de espontaneidad. Hubo un LINCHAMIENTO A LA USANZA DEL VIEJO OESTE, porque el verdadero juicio lo hubieran representado las bases con unas primarias, o un congreso en su defecto. Aquí, no hubo juicio, hubo un golpe en toda regla, encabezado por los socialistas andaluces, apoyado por los Barones convencionales, y con la venia de Felipe González, quien dio el pistoletazo de salida desde Chile, con su irresponsable y nada ética declaración sobre su conversación con Sánchez.

Si querían sustituir a Pedro Sánchez, ¿por qué no convocaron al comité federal y presentaron una moción de censura contra la ejecutiva actual o contra el secretario general, en vez del escándalo de las dimisiones? Simplemente no estaban seguros de lograrlo, y necesitaban tomar la iniciativa, meter ruido, crear la imagen de caos, de falta de autoridad, para mejorar la correlación de fuerzas en el comité federal

Pienso que a Pedro Sánchez le faltó visión y experiencia para moverse en un terreno tan movedizo para principiantes como lo es el PSOE. Manejó muy mal los problemas de la dirección del partido en Madrid; no trató con tacto a su adversario de primarias, Madina, y lo alejó del primer parlamento al no colocarlo en los primeros lugares de la candidatura de Madrid a diferencia de otros sin méritos dentro del partido, aunque su intención fuera buena. Condenó al fracaso, o lo obligaron a ello, su primer intento de investidura, al negociar por separado con Ciudadanos un pacto donde se excluía a Podemos, a sabiendas de que las matemáticas no daban. Y lo peor, retó a los Barones, le cuestionó su poder histórico, su centralismo y totalitarismo grupal; primero, al convocar primarias para que las bases dieran su visto bueno a su política de no al PP, y si de pacto; y por segunda vez, cuando adelantó, tras los últimas y reiteradas críticas y cuestionamientos públicos de algunos Barones, la información de que convocaría un congreso extraordinario para definir quien seguiría al frente de la secretaría general, y si se apoyaba o no la abstención. Puso en pie de guerra a los Barones. POR FAVOR, NO LO CULPEN DE LOS PROBLEMAS DEL PSOE, QUE SON DE CONTENIDO Y DE FORMA

 Al margen del escandaloso método utilizado, ¿por qué precipitar las cosas ahora, en medio de un inconcluso proceso de formación de gobierno? ¿Acaso no va contra la lógica de partido? NO en este caso. La lógica de los Barones es favorecer la abstención al PP para que este forme gobierno, y ellos pasar a la oposición; tal vez para evitar otro desgaste del PSOE en unas terceras elecciones; o ambas inclusive. Sánchez quería intentar formar un gobierno de cambio, y también esto iba en contra de su lógica, porque siempre han puesto una barrera entre el PSOE y Podemos. Nada, que era preferible claudicar, que retomar el rumbo inicial del PSOE hacia la izquierda, el rumbo a reparar las injusticias y marginación social  En cualquier caso, la situación de hoy no puede ser peor. Un PSOE roto, debilitado, sin capacidad ni fuerza para negociar una abstención decorosa con el PP, si es que se le puede llamar así. Desde cualquier lugar que se mire, esto ha sido UN ACTO SUICIDA, Y UNA TRAICIÓN a las bases y sus simpatizantes, por activa o por pasiva

 Por otro lado, esta manipulación del caso de Sánchez pone en evidencia una vez más que el PSOE de Felipe González y de los Barones, no quieren ni permiten la regeneración democrática, o como diría alguien, la socialización del partido. No se han dado cuenta aún, de que los tiempos han cambiado, que cada vez hay mas distancia entre la cúpula del PSOE y las bases; que existe también un enfrentamiento generacional, y que no se puede seguir dirigiendo a la antigua, con un cheque en blanco por 4 años. Las decisiones vitales para las bases, deben y tienen que ser consultadas y aprobadas por ellas, incluso por los simpatizantes del PSOE, y más ahora con el nivel de información que circula constantemente en las redes, y que facilita al mismo tiempo los procesos de consulta. No puede haber regeneración democrática a nivel nacional, si los Barones secuestran la propia democracia interna de partido, y se creen representantes exclusivos de la verdad y del buen juicio, desestimando y menospreciando la inteligencia y la participacion de las bases, a quienes ya no representan. El caso Sánchez, es sólo la parte visible de Iceberg 

 Es hora de que el PSOE convierta esta desagradable experiencia, esta crisis interna, en una oportunidad para revisar y democratizar sus reglamentos y estatutos; y actualizar su rumbo y programa electoral a tono con los tiempos actuales. Basta de añorar tiempos pasados y poder, y de sumarse a la política del miedo a los que están algo más a la izquierda o son simplemente competidores. La tan llamada trasversalidad debe empezar con y dentro de la izquierda, sino sólo habrá gobiernos de derecha; y entonces cabría preguntarse para que existimos los partidos de izquierda ¿Para politiquear, teatralizar, distraer la atención, dividir las fuerzas, para que siga gobernando la derecha?. Eso no tendría otro nombre que traición; filibusterismo y lucro con la política y con el erario público.

 Está en manos de la Gestora convocar y preparar un Congreso que vuelva a poner al PSOE en el centro de la vida política española, pero para serles franco, no creo que sin la presión de las bases, y de una figura o de un grupo que lidere la oposición interna dentro del PSOE hasta el próximo Congreso, eso será posible. Si no se logra, ocurrirá lo peor, el PSOE desaparecerá como UPYD, y el PASOK en Grecia; o se dividirá incorporando otro partido mas al mosaico político de España.  

AHORA LOS MILITANTES TIENEN LA PALABRA, Y LA POSIBILIDAD DE RECUPERAR Y RESTABLECER TANTA HISTORIA DE SACRIFICIO Y OBRA. 

DILATAR LA INICIATIVA SERÍA TAMBIÉN OTRO SUICIDIO


martes, 27 de septiembre de 2016

ESPAÑA PSOE: BARONES ¿O EL PARTIDO O SUS INTERESES?

Los malos resultados obtenidos por el PSOE en las pasadas elecciones autonómicas del 25 de septiembre en Galicia y en el País Vasco, se suman a una larga cadena de fracasos electorales acontecidos desde la convocatoria anticipada de Zapatero a elecciones en el 2011.

Desde entonces, estuvo Rubalcaba, y ahora Sánchez al frente del PSOE. El número de electores, y el peso del PSOE en la política nacional va en constante descenso, a diferencia del PP. El partido de la corrupción, el partido de los recortes, de la precarización del empleo, el partido insensible a los acuciantes problemas sociales; el partido que ha elevado la desigualdad social a  los niveles más altos de toda Europa, no sólo resiste, sino que ha incrementado sus electores desde las primeras elecciones, y se consolida en Galicia, con mayoría absoluta.

Podríamos y deberíamos buscar una explicación a esta debacle del PSOE, y lo más fácil es buscar un chivo expiatorio, un hombre a matar, cuando en mi modesta opinión el problema es más profundo y complejo.Veamos

Primero,  Zapatero, debió convocar elecciones anticipadas mucho antes, en vez de adoptar medidas impopulares, presionado por la UE y Alemania. Así, hubiese mostrado fidelidad a su programa y sus electores. Si ganaba, era sinónimo de respaldo popular, y tendría 4 años más de tregua para gestionar mejor la crisis, y recuperar la credibilidad. Si perdía, otro asumiría la responsabilidad histórica de aplicar medidas anticrisis, antipopulares

La política de Rubalcaba fue continuista. No vio los nuevos cambios, y por tanto no ajustó la estrategia del PSOE a la nueva situación; y mucho menos pidió disculpas por la mala gestión de la crisis del gobierno de Zapatero. Hasta hoy, nadie lo ha hecho. Muchos electores del PSOE, sobre todo de la base más humilde y víctimas directos de la crisis, se han sentido defraudados hasta el día de hoy

Segundo, el movimiento de los indignados, representante espontaneo de los marginados por la crisis, fue ignorado totalmente por el PSOE, mostrando falta de sensibilidad, de visión política, y tal vez peor, que estaban por encima de “esos revoltosos”, porque ellos representaban sólo a la “aristocracia obrera” y a la clase media, cuando muchos de los que estaban allí, procedían de estas clases. Esos “revoltosos”, estaban dando la alarma de lo que estaba pasando y se estaba gestando: despidos, ERES, desahucios, precariedad social, privatizaciones, corrupciones, etc. ¿A que se dedicaba el PSOE en ese momento?

Tercero, ese gran vacío en la política del PSOE, lo asumió Podemos, quien se convirtió en voz y programa de esos indignados, y los llevó de la calle a las urnas, y a las instituciones estatales.  Podemos, reflejo, y fiel expresión a su base social de indignados, se inicia con un lenguaje radical, anti “castas”, anti partidos tradicionales, y con propuestas de medidas populares no siempre materialmente sustentadas. Hoy, en el fragor de la lucha política, ha ido madurando, evolucionando más hacia lo lógico y lo posible, y se ha consolidado como fuerza política, representante de los que quieren cambiar el estado de precariedad, sin cargarse al sistema.

El PSOE, un partido maduro, con una larga experiencia, y prestigio avalado por poner y desarrollar las bases de la sociedad de bienestar social en España, reaccionó como un muchacho herido al que lo han insultado y humillado públicamente, y declara enemigo público a Podemos, en vez de evolucionar, cambiar su política, y tratar de llegar a un entendimiento con ellos. Eso es inmadurez y miopía política; o tal vez peor, su cúpula, los Barones, son tan arrogantes que permanecen en el pasado, o simplemente no quieren cambiar porque ya no representan a la clase obrera, ni a los socialmente más necesitados. Piensan y actúan de acuerdo a como viven. Cuando surge un partido nuevo, necesariamente disputa un espacio a los tradicionales; es lo más normal que hay en la vida, en cualquier sector y ámbito. Justificar o culpar la debacle política con Podemos, es faltar el respeto a las bases del PSOE y a la inteligencia humana

Cuarto, desde Felipe González, ha faltado liderazgo en el PSOE. Felipe refundó el PSOE, y era omnímodo, salvo algunas voces aisladas. Desde su salida, mandan los Barones, aunque las sugerencias y censuras de Felipe siguen siendo referencias casi obligadas. A diferencia del PP y de Ciudadanos, donde hay un liderazgo único y disciplina interna férrea, en el PSOE de hoy hay cacicatos y electrones libres que responden más a intereses personales que de partido. ¿Acaso alguien ha llegado a pensar que Pedro Sánchez manda o ha podido dirigir el PSOE realmente? Desconozco como piensa realmente Pedro Sánchez, pero creo que es honesto, tiene personalidad y deseos de hacer cambiar cosas; pero la lucha por el poder, la arrogancia y prepotencia de muchos Barones, donde incluyo también a Felipe, lo tienen enyugado, con muy escasa posibilidad de maniobras. No nos engañemos, el problema no es Pedro Sánchez, ni será del que pongan o elijan en su lugar si logran dimitirlo o hacerlo dimitir; el problema es del PSOE actual

Quinto, todo indica que de haber unas nuevas elecciones, los resultados del PSOE serían más malos aún.  Algunos Barones son partidarios de abstenerse y propiciar el gobierno del PP. Esto puede obedecer a que no quieren que el PSOE se desgaste más en otras elecciones, y para ello han de precipitar la salida de Pedro Sánchez de la Secretaría general, pensando erróneamente que Susana Díaz o quien sea, logrará reflotar el partido. Tal vez, responde a la aventurera idea de que vienen años aún complejos para España, donde al PP le irá mal al enfrentarse a las consecuencias económicas del “Brexit”, a los ajustes del incumplimiento del déficit y de la ejecución  de la multa pendiente por ello; y por el independentismo catalán. Suponen, que en esta situación es mejor mantenerse en la oposición. Si en los años más difíciles de la crisis, matizados de escándalos de corrupción, el PP ha tenido estos resultados electorales; entonces que hace pensar que en lo venidero será peor. 

O sea, que piensan que como Partido les irá mejor en la oposición. Particularmente no creo que económicamente nos irá a peor, aunque sí lo será con el problema catalán. Pensar como Partido, y no en la ciudadanía marginada y machacada por la crisis, es una gran irresponsabilidad y pondría más en evidencia la insensibilidad actual del PSOE. El PSOE está obligado a intentar formar un gobierno de progreso, y en paralelo renovarse, auto regenerarse, reencontrar su rumbo, y dejar atrás las añoranzas, porque los tiempos han cambiado

El tablero político cambió, y Podemos le pisa los talones en votos y escaños en el Congreso; ya no habría una sola oposición. Si el PSOE no intenta formar gobierno, y Podemos continua tendiendo la mano, las bases se lo echarán en cara, y las probabilidades de que Podemos se consolide como oposición, ya no sólo en el Congreso, sino en la vida política en general, son muy grandes. El PSOE quedaría aún  más debilitado.

Los problemas del PSOE son la falta de autocrítica y humildad, la falta de unidad y sentido de la responsabilidad histórica, y más aún, la inconsistencia de su programa electoral y de partido, donde muchos no se ven reflejados. O cambia o desaparece