viernes, 4 de mayo de 2018

PROBLEMAS GLOBALES: ¿Libertad de prensa o libertad de presión?

Acaba de celebrarse el día mundial de la Libertad de Prensa, y no he podido evitar reflexionar sobre su estado de salud en España y en el mundo. La libertad de prensa tiene por base la libertad de expresión, y en teoría es un ejercicio de libertad ciudadana a través de los medios masivos de información, sean escritos, televisivos, radial o digital. Incuestionablemente es un logro político grandioso en el desarrollo de la humanidad, que dignifica al individuo, le permite informarse, informar, y opinar en un entorno dado y para un público determinado; y merece no sólo reconocimiento, sino también nuestro compromiso para desmitificarla y hacerla más real y transparente

 En el mundo del dominio del mercado, de los monopolios y oligopolios, todo, absolutamente todo, se convierte en mercancía de una forma u otra, y responde a las reglas del capital. El que quiera opinar, y ser escuchado, leído, tendrá que someterse a sus reglas. Los grandes diarios, cadenas televisivas y de radio del mundo, están en manos del capital privado, pero no de cualquier empresario, no, están en manos de grandes grupos de poder económico, que imponen su línea editorial para defender sus intereses económicos y políticos, y atacar todo lo que se oponga a ello. Pero también, sus accionistas, directivos, presentadores, conductores de programas, y periodistas, dependen del nivel de audiencia o ventas, de la publicidad contratada; y en algunos medios dependen también de asignaciones presupuestarias y de donaciones. Evidentemente no hay mucho margen para la honestidad y la verdad, si esta llega a chocar con todos esos intereses; aunque a veces poderosos, como el grupo Atresmedia, se pueda dar el lujo de tener dos canales con líneas y segmentos diferentes: centro derecha uno, y centro izquierda otro. En cualquier caso es marketing, es audiencia, y al final es el dios dinero el que manda

Es cierto que en España hay televisión pública, pero su independencia editorial está más que cuestionada; y hoy no existe duda alguna en cuanto a que responde a los intereses del gobierno de turno. Evidentemente, y haciendo excepción de algún que otro diario digital, y de las redes sociales, la libertad de expresión en España, es libertad de expresión sólo para los poderosos, y es libertad de presión hacia los que defienden sus derechos y libertades, hacia los que exigen más voz y visibilidad, y los que exigen objetividad e imparcialidad en la información

La irrupción de las redes sociales en la vida pública, es una vía de escape al monopolio de la información, es una vía accesible y económica para poder romper el silencio informativo, y divulgar su verdad. A veces puede reflejar desahogo emocional, odio y resentimiento ante tanta impotencia; pero no hay que temerla. Como todo fenómeno nuevo, encontrará tarde o temprano sus límites éticos, su encuadre en la moral socialmente aceptada; y tendremos mucho que agradecerle, incluso hoy. ¿Pero cuáles han de ser esas reglas? Las mismas que deberían cumplir todo el que ejerce el oficio profesional o no, de la información pública; y que sólo se le exige a las redes sociales. Esa regla es el apego y observancia a lo que es información objetiva, y a lo que es opinión responsable. La información, es dar a conocer un suceso, un hecho, un acontecimiento, con veracidad, imparcialidad e inmediatez. La opinión, como su nombre lo dice, es opinar (no desinformar), críticamente o no, a título personal o editorial, pero siempre de manera responsable, con respeto, sin insultos, ni uso de groserías, ni la incitación al odio. Conscientes del papel cada vez más creciente e influyente de las redes sociales, y del arte, como agentes de opinión, la censura de derecha trata de limitar su capacidad y derecho de expresión

Se manipula la figura legal incitación al odio, sacando términos y hechos de su contexto, para generar determinado rechazo público, que le permita promover, mantener y aplicar la Ley Mordaza. Ley que coapta, restringe y amordaza la libertad de expresión, en nombre de la estabilidad y tranquilidad social, de la sacralidad de las instituciones, símbolos, y de personalidades políticas. Obviamente no existe ningún interés en hacer hincapié en la objetividad y transparencia de la información. El tratamiento mediático y de gobierno a los presos políticos independentistas catalanes, y a los venezolanos, es uno de los hechos más evidente de la aplicación del doble rasero, y de la manipulación política y mediática en España; por no hablar ya de la estrategia a la que se sumaron la mayoría, para satanizar al gobierno de Venezuela, vincularla con Podemos o viceversa; y así meter miedo a los electores y a la población, para que estos no lleguen a gobernar en España

Si le damos seguimiento a lo publicado en España, tal parece, que en los países de gobiernos populares, todo es malo; y en los países pertenecientes al consenso de Washington y la UE, todo es bueno. ¡Las dictaduras, gobiernos antidemocráticos, la violación de los derechos humanos, y/o las carencias materiales, los asesinatos y asaltos, parecen ser atributos exclusivos y obligados de los países no alineados a sus intereses! Casualidad, ¿no? Ah!, por el contrario, sus aliados políticos gozan del perdón imperial y del silencio mediático. Todos, el gobierno, los partidos de derecha, los liberales y neo, y la prensa, se unen para batir el blanco de turno: el país contestatario, el disidente, el descarriado que no se pliega. Realmente, no les importan los valores democráticos, ni los derechos humanos, cuyo concepto y realidad son tan manipulados; sólo les interesa aislar, bloquear, corregir y derrocar a esos gobiernos que sientan un mal ejemplo, y frenan sus intereses expansionistas en determinada región o país

  Siempre es Cuba, Venezuela, y la Rusia en su versión comunista o actual; hoy, Nicaragua y Siria; ayer Lugo en Paraguay, Manuel Zelaya en Honduras, Tsipras en Grecia, Cristina en Argentina, Correa en Ecuador, Lula y Dilma Rousseff en Brasil; y antes de ayer, Iraq, la Libia de Muamar El Gadafi, etc. Y ahora cabría preguntarse ¿Acaso existen democracias occidentales en la mayoría de los países árabes y africanos? claro que no; la mayoría son monárquicos, autocráticos y autoritarios ¿Acaso en Turquía y Marruecos, no hay censura, expulsión de periodistas internacionales, represiones, arrestos arbitrarios de periodistas y líderes sociales, torturados y desaparecidos, además de resultados electorales de cuestionada transparencia por observadores internacionales? Marruecos mantiene un dominio colonial sobre el Sahara Occidental en contra de la opinión pública mundial; pero no, no pasa nada, y goza de la amistad del Rey Emérito Juan Carlos, y del apoyo y colaboración del gobierno de España ¿Acaso en Arabia Saudita no está prohibida la libertad de expresión, y obviamente, de manifestación; existe la libertad de culto religioso; no hay castigos corporales, torturas y la pena de muerte? Arabia Saudita inició una guerra genocida y unilateral contra Yemen, y no sólo no la condenamos, sino que le seguimos vendiendo armas ¿Acaso Brasil y México no son los países con mayor índice de violencia? ¿Acaso México, seguido de Honduras, no es el país con mayor número de líderes y periodistas asesinados? ¿Acaso Israel no está asesinando decenas de palestinos en estos momentos? En gran parte de los países del llamado tercer mundo, hay violaciones de los derechos humanos (incluso en desarrollados como EEUU), por no hablar de discriminación y maltrato  a la mujer; los índices de pobreza, el abandono de la niñez, la desnutrición y el hambre, los bajos niveles de escolaridad, la corta esperanza de vida, etc. ¿Qué sucede entonces? ¿Una miopía selectiva?  Claro que sí

 La cobertura de prensa sobre estas y otras barbaridades y/o atrocidades es mínima, y si se da, es tan efímera en el tiempo, que no logra fijarse en la mente de los ciudadanos. En España, toda la prensa escrita y televisiva habla en el mismo idioma y tono; tal parece que existe un consenso editorial, o que alguien teme pecar de izquierdas si se sale de ella, o que hay temor a perder audiencia, cuando se va contra la corriente de pensamiento y opinión pública, creada a fuerza de repetir y reiterar falsas verdades, y de manipular. La confabulación de los gobiernos y la prensa para callar verdades, restar importancia a sucesos, desinformar, e incluso mentir sin escrúpulos, utilizando la laguna legal entre información y opinión, es vergonzosa y ultrajante para ciudadanos bien informados y con sentido de la ética y la moral

Siempre estaré en contra de las restricciones democráticas vengan de donde vengan, y aunque sólo sean para los que disienten del sentir de la mayoría, aunque sólo sean para un grupo relativamente pequeño de la población. En el caso de los citados países, no dejo de preguntarme, si en muchos casos, no son responsabilidad de EEUU y de sus incondicionales seguidores políticos e ideológicos; si no son una reacción lógica de muchos gobiernos y pueblos, ante el bloqueo, el acoso, la agresión y la manipulación de los derechos y las libertades para derrocar sus respectivos gobiernos por cualquier vía. Innumerables ejemplos de radicalización muestra la historia, cuando se les cierra el camino a los pueblos. Desde el reconocimiento de la libertad política, (porque la económica es gordiana y muy escasa), como un derecho inalienable del ciudadano moderno, también no dejo de preguntarme, que escogería la mayoría de la población si le pusiésemos a escoger entre libertad en abstracto, y el derecho al pleno empleo, a la salud y educación pública gratuita, a una pensión, a una vivienda social si no puede adquirirla, a la estabilidad social, la seguridad y tranquilidad ciudadana, y la independencia

En un supuesto mundo plural y de prensa libre, es vergonzoso, la alineación ideológica y política de la mayoría de la prensa. Se ha llegado a confundir deliberadamente, la información con la opinión, la verdad con la post verdad, lo ético con lo conveniente, la libertad con la intromisión, y la  independencia con la globalización capitalista. El doble rasero mediático de la prensa española y europea, está destruyendo las bases de la libertad de expresión, del profesionalismo del periodismo y de su apego a la verdad; y peor aún, con “su verdad” reparte "justicia para el mundo", como espada de Damocles ideologizada, que llega a convertir a muchos periodistas en facilitadores, promotores, “incendiarios y cómplices a sueldo”, de intervenciones, golpes de estado, guerras civiles y enfrentamientos violentos entre ciudadanos de “tercera”, en países tercermundistas que no se pliegan, o simplemente no comparten o no se acogen, a sus patrones y cánones totalitarios capitalistas occidentales, ni a sus designios imperiales. El poder que tiene la prensa es realmente muy grande; y así es de peligroso cuando es utilizada con fines espurios, egoístas, mezquinos e inescrupulosos, para alcanzar objetivos económicos, políticos o geopolíticos de los poderosos

Mientras la prensa esté en manos privadas, o la pública no sea verdaderamente independiente y transparente para toda la sociedad; mientras no se creen y se hagan cumplir mecanismos legales consensuados, para sancionar a los que desde su posición de comunicador mienten y tergiversan exprofeso las noticias, la libertad de prensa será una quimera, un sueño, que de hecho se ha convertido ya en libertad de presión, si, de presión, al servicio de los poderosos y del poder político.


jueves, 19 de abril de 2018

COMENTARIOS: CIUDADANOS, ¿CARA O CARA?


Ciudadanos ignora las falsedades, "imprecisiones" en los currículos de Zafra, Gutiérrez y Cantó, por considerar que no son delitos, ni corrupción; no tienen nada que ver con el código penal. ¿Qué concepto más estrecho de lo delictivo y la corrupción, por no decir, coincidentemente poco serio? En el supuesto en que no apareciera tipificado en el código penal, no deja de ser una inmoralidad y falta de honestidad en una carrera política. Para que se altera un currículo, si no es con la clara finalidad de obtener determinadas ventajas, privilegios, prebendas, apoyo o imagen social y profesional. ¿Eso no es mentir? ¿Eso no es manipular a quien te ve, o lee tu currículo? ¿A quién vota o piensa votar por ti? ¿Eso no es alterar conscientemente tu trayectoria laboral, profesional o de estudios, con finalidad política? ¿Qué confianza puede generar en mí, alguien que miente en cuanto a su vida personal y sus méritos? Vamos Ciudadanos ¿de qué van esta vez?  

Aunque la política es oportunismo en última instancia, ustedes son los campeones, los oportunistas puros desde que surgieron. Viven cambiando de silla y de ideario, viven rediciéndose y reinterpretándose de acuerdo a la circunstancia. Y lo más lamentable, y siempre respetando el derecho de cada cual a simpatizar o votar por el que quiera, es que mucha gente se va detrás de sus caras bonitas y sus portes de pijetes, a pesar de las migajas que ofrecen, resultado minimizado, por lo general, de la rentabilización parlamentaria y mediática de planteamientos de Podemos y el PSOE

sábado, 14 de abril de 2018

PROBLEMA GLOBALES: El mundo surrealista en que vivimos

Desde la finalización de la 2da Guerra Mundial, nunca la paz y estabilidad mundial han sido tan frágiles, si hacemos abstracción de la Crisis de los Misiles (1962). La desaparición o desintegración de la Unión Soviética supuso, para muchos, el fin de la guerra fría, de la carrera armamentista. ¡Qué equivocados estábamos! Supuso, eso sí, el resurgimiento de un mundo unipolar totalitarista capitalista, ideológico liberal y neoliberal, y mediático universal, donde la manipulación de la verdad, conocida hoy como post verdad, es utilizada con éxito para desestabilizar gobiernos, justificar intervenciones militares y ataques militares “quirúrgicos” en cualquier latitud. Y lo triste, y lo paradójico para el raciocinio humano, es que los malos son vistos como héroes, y la barbaridad como un mal necesario. 

Hoy amanecí con la ya esperada noticia del ataque aéreo de EEUU a Siria, al que se sumaron Reino Unido y Francia. Como único argumento o “prueba”, un vídeo, que en el mundo de la tecnología y las redes sociales puede ser un montaje, una escena resultado de un ataque de pánico, o corresponder a cualquier realidad menos a Duma/Siria. Hay que ser muy cándido, como para darle crédito sin más; y creernos que el régimen sirio es tan estúpido como para utilizar armas químicas en una pequeña localidad, y en un punto específico, teniendo ya ganada la guerra. La ausencia de pruebas físicas: muertos, heridos; de la confirmación por fuentes imparciales; de la comprobación in situ, por expertos internacionales de la OPAQ, de la existencia de armas químicas, no sólo hace inverosímil esta coartada para atacar objetivos militares en Siria, sino que pone en evidencia la premeditación de estos actos, y los intereses inescrupulosos, mezquinos y personales de los respectivos presidentes de estos países. 

¿Por qué no esperaron a que la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, un organismo científico neutral, supervisara en el terreno si hubo ataque químico o no? No, había que apresurarse y atacar antes de que esta llegara a Duma, porque sus justificaciones se les vendrían abajo ¿Por qué un ataque sin la aprobación de la ONU? Alguien pudiera decir, que porque Rusia votó en contra en el Consejo de seguridad, utilizando su derecho al veto como miembro permanente. Sí, pero esas son las reglas que aprobaron los poderosos después de la 2da GM; y las mismas que utiliza EEUU para impedir las resoluciones condenatorias a Israel, y para mantener su bloqueo a Cuba. ¿Quiénes eran los más beneficiados con un escándalo de ataque químico sobre población siria? Los perdedores de la Guerra: los yihadistas y rebeldes, EEUU, y los países occidentales que le apoyan en esta cruzada.

Esta justificación para el ataque aéreo a Siria, es tan real como lo fueron las justificaciones para la Guerra de Iraq. Ya no es sólo motivación ruso fóbica; veo también un acto desesperado para calmar su arrogancia, veo el último zarpazo de una fiera herida que no pudo ganar la guerra en Siria como lo ha hecho en otras partes; y veo una calculada intención de levantar una cortina de humo sobre los asuntos internos de sus respectivos países y mejorar su imagen interna deteriorada por el caso elecciones norteamericanas-Rusia; por el Brexit; y por las resistencia interna a las reformas de Macron.
 
Desgraciadamente no pasa ni pasará nada, porque el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, así como la Corte internacional de la Haya están diseñadas por y para los poderosos, para juzgar crímenes cometidos dentro del Tercer mundo, y por actores locales. Ni Bush, ni Blair, ni Aznar serán sentados nunca en el banquillo de los acusados, por sus crímenes de lesa humanidad en Iraq; como nunca serán sentados Trump, Teresa May, y Macron, si mañana se descubriera que no hubo ataque químico en Duma.  Una disculpa pública de alguno de ellos bastaría; y al cabo de unos días, desaparecería de la prensa internacional cualquier alusión a ello.  

La oligarquía financiera mundial, los gobiernos, los organismos internacionales por ellos controlados, y sobre todo su prensa escrita, televisiva y digital, tienen el poder hoy, casi absoluto, de convertir lo absurdo en lógico, la mentira en verdad, los crímenes en daños colaterales y necesarios, los bombardeos en operaciones quirúrgicas, la justicia a los poderosos en una mera disculpa, y los derechos humanos en algo selectivo, sujeto al criterio de aliados políticos, ideológicos o no. 

La mentira se repite hasta la saciedad, y la verdad es amputada como un mal necesario; envolviéndonos a todos en una nube surrealista donde no distinguimos ya entre los objetivo y la manipulación, entre el bien y el mal, entre lo moral y lo inmoral ¡Qué decepción! Tanta educación, cultura, tecnología, vivencias y experiencias acumuladas, que al final son manipuladas y controladas por unos pocos, que se abrogan el derecho de representarnos y nos dicen cómo debemos pensar, y donde está la verdad y donde no. ¿A dónde nos llevaran, si no los detenemos?, si no creamos mecanismos alternativos; si no despolitizamos y democratizamos la prensa pública, y rescatamos la ética y objetividad en la información; si no promovemos una reforma de la ONU, y prohibimos las intervenciones militares en terceros países; si nos dejamos seguir engañándonos.