He tratado de entender y seguir la
implosión en nuestro ayuntamiento de Ourense; y mientras más lo hago más me cuestiono a
unos y otros; y más me repugna la forma tan estruendosa, chabacana, pasional y
amateur, con que se ha tratado de dirimir diferencias políticas que en algunos
casos rayan en lo personal. En la superficie, aparece una rebelión de unos
concejales contra su propio líder, alcalde, y partido que, ha creado un clima
de ingobernabilidad y desasosiego para la ciudad. He leído todo lo publicado,
seguí en detalle la conferencia de prensa de Jácome - el pícaro Gundisalvo; y
el pleno de la semana pasada. La moción de censura, no vinculante, votada en
él, da la impresión que hay un solo malo en esta película, y que con su muerte
política se arreglará todo, y la ciudad, sus instituciones y partidos,
funcionaran mucho mejor. Pues bien, para romper el discurso único, haré de
abogado del diablo, a mi pesar, y sin ánimo expreso de ofender a nadie
Primero; se dice que el alcalde Jácome
traicionó al partido y a los electores, al pactar gobierno con el PP a cambio
de entregar la diputación a Baltar ¿sí? A su favor, que él nunca ocultó
a nadie sus deseos de ser alcalde, bajo la motivación que fuese. Siempre dijo
que, quería cambiar a Ourense, y para eso tenía que ser alcalde. Esa era su meta
y para eso creo su partido Democracia Ourensana; y en eso fue honesto. Al no alcanzar la
mayoría, en el 2019, para gobernar en solitario, le propuso un pacto de
legislatura y de gobierno al PSOE, que este no aceptó, por los antecedentes de
enfrentamientos, acusaciones; por su personalidad, etc. Todas ciertas y
comprensibles, pero no eran razones políticas de peso, eran pasionales. No dejo
de tener presente que, el PSOE también temiera desgastarse con ese tipo de
gobierno, y arriesgar su futuro electoral, sí; pero al elector y
ciudadano, lo que les preocupa e interesa es el futuro de Ourense, y no el de
unas siglas; estaba en juego el futuro de una ciudad, entonces sin presupuesto,
sin PXOM, inmovilizada; dirigida y controlada por la dinastía Baltar como si
fuera su finca, su castillo y cotos de caza. Se le entregó la ciudad a la dupla, de un "loco" y el PP, Un "loco" que, aunque
intempestivo y poseído, y hasta grosero, era predecible; un "loco"
con muchas ideas y métodos cuestionables, pero ganas al fin, lo que les falta a
muchos. ¿Se podía y se debió haber intentado el negociar una fórmula de gobierno
o legislatura que permitiera ejercer contrapesos y presión desde adentro? Creo que sí. ¿No habrá podido más el orgullo, la fobia al
riesgo, la falta de visión y la abstracción social, que el sentidiño por el terruño? Con esa decisión se entregó
también la Diputación. Ah, y que las circunstancias obligaron a Jácome a pactar
con Baltar, con su adversario manifiesto a derrocar, sí, y aunque nos parezca nauseabundo ¿que opción se le dejó? El PSOE fue la lista más votada, y al PSOE le correspondía tomar la iniciativa y proponer una fórmula de gobierno y legislatura viable, porque los números no le daban para hacerlo en solitario. Se cerró en banda; pero ¿cuál era la otra opción?¿el PP de Baltar y Feijoo? Cual de las dos, mas mala. Al final, ¿no creen que perdimos todos? Logró la alcaldía con el PP, y controlaron ciudad y Diputación. De esas aguas, esos lodos
Segundo. En mi yo interno,
y así lo he escrito en las redes, veo a Jácome -el alcalde, porque aún lo es,
como un ser megalómano (como la mayoría de los líderes), obsesivo compulsivo,
emocionalmente inestable, autoritario y totalmente falto de tacto. Y creo, que
sus "compañeros" de partido y candidatura, y los de afuera, de una
forma u otra también lo ven así. Esos rasgos de su personalidad, con seguridad
hirieron y decepcionaron a muchos cercanos a él, que sintieron lastimada su
autoestima y dignidad; además de haber creado un clima laboral de inseguridad y
de estrés; y que cualquiera de estas razones, pudo haber terminado en denuncias
ante lo laboral o lo contencioso administrativo; o como pasa en otros órganos
de gobierno y en partidos, en la renuncia o dimisión a sus asientos o cargo. Aquí no hubo
denuncias, declaraciones, discrepancias abiertas, exigencia de convocatoria de
reconstitución de D.O, etc.; no, tiraron directamente a la cabeza y a matar.
Aquí hubo una conspiración e intento de golpe institucional, con premeditación,
saña y alevosía; y evidentemente con respaldo de alguien con poder
Sus concejales estuvieron callados, como lo habían
hecho siempre. Se habían afiliado a su partido, lo habían aceptado como líder
del partido y como persona, y habían accedido voluntariamente a figurar en su
lista electoral, donde los ubicó en posiciones ventajosas como para ser electos; y
gracias a eso son concejales hoy. Entonces, de repente, deciden denunciarlo
ante el juzgado, por uso indebido del dinero público; y al día siguiente,
montan su lamentable show. Un linchamiento mediático en toda regla, para buscar apoyo del resto de las fuerzas
políticas; y obligarlo a dimitir. Hay quien los llama díscolos,
tránsfugas previsiblemente, pero no creo que la
historia los vaya a recordar como héroes.
Tercero. Si, Jácome está bastante lejos del alcalde que muchos desearíamos; y si tiene un "don" incuestionable, es su capacidad de hacer enemigos. Un consistorio, una ciudad, no se puede dirigir como lo hizo desde la oposición, tirando flechas para todos los lados o fotos, cámara en mano. Hay que hacer equipo, y tejer alianzas. Sus concejales se volvieron en su contra; y subestimó a su aliado de gobierno y legislatura, al P.P del presidente de la Diputación Baltar y de Feijóo, quienes nunca olvidaron sus ofensas y acusaciones públicas; quienes, con un PXOM en trámite y un presupuesto de servicios, y obras por licitar y contratar, ya le resultaba un obstáculo para sus intereses de familia, amigos y "servidores"; y quienes, ya pasadas las elecciones autonómicas, querían asegurar su endeble mayoría en la diputación, rompiendo a D.O, y captando directamente el voto de al menos uno de los dos de D.O. Está pendiente el próximo paso del concejal Miguel Caride; pero todo indica que al menos él lo hará; que se consumará su traición y transfuguismo; y quedará en evidencia que fue el organizador de la "rebelión". No creo que haga otra cosa después de haber gestionado este intento de golpe de estado desde adentro, con la venia de Baltar. Sin el apoyo, compromiso y recompensa de Baltar y el P.P, Caride no se hubiese atrevido. Tal vez sea del tipo de persona muy ambiciosa, sin escrúpulos, ni ética, pero tonto no es. Como vemos, aquí no hubo nada espontaneo. Fue una conspiración, arropada por activa y por pasiva, por todas las fuerzas políticas del territorio. Chapuza, incluso aunque lo logren al final. Han chocado con la testarudez de Jácome, ahora mismo no tienen la más mínima idea de cómo terminará todo esto
Cuarto. Todas las fuerzas políticas, sin excepción, se han sumado a esta intentona de golpe institucional, con sustento en una denuncia, aún sin recorrido alguno; y negándole su derecho de Presunción de Inocencia. Cuán poca seria es la política en Ourense. ¿Cuánta gente no ha sido denunciada, acusada y juzgada, incluso aquí mismo en Ourense; y terminaron sin cargo y pena, o desestimadas sus causas por falta de pruebas? Claro, que después de sufrir y desgastarse por restablecer su integridad. Lo entiendo, y empatizo con esas personas, que se sintieron directamente acusadas y cuestionadas por él, cuando era de la oposición; pero ¿acaso por eso, no se le va a reconocer ese derecho a él, hasta que no sea procesado o juzgado? ¿Por qué no? ¿Por su rastro de ofensas y acusaciones? ¿es que podemos ser tan pasionales, y perder la objetividad y el sentido de la justicia? Otros se han sumado, por intereses políticos. Lo acusan de no haber hecho nada en un año ¿de verdad lo creen? es posible; pero sin ir mas lejos, pregunto, ¿cuántos años llevamos arrastrando un PXOM de 1986? ¿cuántos años (6) tuvieron que pasar para aprobar un nuevo presupuesto, al margen de que él fue el o uno de los principales obstáculos durante su oposición? Mejor o peor se tiene un Presu hoy, aunque sea con los votos sólo del PP y D.O; y si hay cuestionamientos o violaciones, para eso está la oposición. Eso es democracia. Sobre sus ideas e ideotas, podemos cuestionarla o no, pero ¿acaso también no es muy temprano para sacar conclusiones, a sabiendas de la complejidad y dilatación burocrática para llevar a término una idea o un proyecto. Y aún hay un grupo, que apoya o propiciaron la intentona, porque sus intereses económicos y personales, chocan con el afán de Jácome de centrarlo y controlarlo todo. Con honestidad, da la impresión que aquí hay de todo, menos civismo y lealtad ciudadana
Quinto. El resultado de
la intentona, hasta hoy, es una crisis de gobernabilidad, que de una forma u
otra tendrá que resolverse; ya sea por la renuncia de los concejales de D.O;
por la dimisión de Jácome; por la vía de la negociación y conformación de una
nueva alianza de gobierno o legislatura con y sin él; o por el curso rápido judicial, improbable,
de la denuncia a Jácome, y que llegue a ser procesado o juzgado.
Sexto. Por último, y tan
preocupante o más, es el que no haya habido pronunciamientos enérgicos, ni
protestas ciudadanas convocadas por los partidos de izquierda y Ciudadanos, para
denunciar y acusar al P.P de Feijóo y Baltar por sus métodos mafiosos, y
maniobras políticas espurias, empleadas para obtener, conservar y consolidarse
el poder. El comprar la voz y neutralidad de otro partido, a cambio de
promesas de dar al territorio compensaciones en inversiones y recursos, es
dopar y comprar el resultado de las elecciones; un asalto a la democracia.
Promover el transfuguismo y preparar o respaldar golpes institucionales es tan
maquiavélico como asqueroso, repugnante e inadmisible; es manipulación de la
voluntad popular expresada en las elecciones. Es muy probable que no sé pueda
probar, pero se debería intentar, al menos, su enjuiciamiento mediático,
descartada La Región, por razones obvias. Desgraciadamente, se calla;
y cuando se calla, se otorga