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lunes, 28 de diciembre de 2020

ORDENAMIENTO Y REFORMA ECONÓMICA EN CUBA, 2021. SEGUNDA PARTE

SEGUNDA PARTE 


CuartoLa Reforma tiene un carácter sistémico, interactivo y práctico. Estas reformas, no son objetivos y acciones aisladas, desvinculadas unas de otras, no; son integrales y sistémicas; realistas y prácticas; aplicadas al unísono, y al mismo tiempo, gradual y flexible, según lo permita la evolución de la economía, y sin desproteger a nadie. El paquete de reformas, como lo llamo, lo veo en tres grandes grupos de objetivos y acciones: Reordenamiento y saneamiento, sin políticas de choque + Políticas de estimulación económica empresarial e individual + Estrategia económica de desarrollo:

 

 I.   ORDENAMIENTO O SANEAMIENTO 

 

1.    Unificación monetaria y cambiaria: De las dos monedas cubanas que circulaban en Cuba, se elimina el CUC, que funcionaba como moneda libremente convertible al USD, menos un recargo del 10%. Se aprueba el peso cubano, el CUP, ya existente y devaluado a 1x24 CUC, desde antes, como única y exclusiva moneda de circulación nacional, para todas las personas naturales y jurídicas8 del país. Se traspasa la misma tasa cambiaria del CUC al USD (1x24); susceptible de variación, en la misma medida que se fortalezca la economía, y el CUP. Por su naturaleza, esta decisión presupone:

 

2.    Reajuste y revisión de precios de productos minoristas y mayoristas (fundamentales y llamados estratégicos). Obligatoriamente, había que reajustar precios a una sola moneda (CUP), lo más cercano al precio actual (convertido), y con el menor subsidio posible, si se quiere sanear la economía. Donde había dos monedas circulando oficialmente, y dos precios, como mínimo, había que convertirlos todos a un solo precio para todos; pero bajo las siguientes premisas. Algunas medidas concretas anti shock, y de contención inflacionaria:

  •  Mantener la canasta básica alimenticia (vía tarjeta de abastecimiento o racionamiento), aunque ya sabemos que es muy básica.
  • Fijar precios de un grupo de productos alimenticios no normados, que complementan a los de la canasta
  • Fijar precios o topes, al mercado mayorista, para que no incidan negativamente en los precios minoristas. Se trata de evitar o contener, la tentación de productores, empresarios, estatales o privados, e intermediarios, a incrementar precios para obtener más ganancia
  • Facultar a los gobiernos locales para en el aseguramiento de la oferta en alimentos y precios de la gastronomía ligera, y comedores; y para topar precios en el mercado libre
  • Desmontar la afianzada practica de subsidio a productos y productores, pero mantenerlo y acercarlo directamente a los grupos sociales y personas vulnerables
  • Mantener los precios actuales de materiales de la construcción, combustible, etc.
  En todos los casos, se busca evitar que se disparen los precios, la inflación; porque las disponibilidades productivas, económicas y financieras del estado son las mismas. En esta etapa, se trata de un reacomodo y reordenamiento de lo que se tiene; y no de un incremento de la distribución y mejoramiento de las condiciones de vida

 

3.    Reforma, salarial a escala, de pensiones y de prestaciones de la seguridad social, en CUP, en correspondencia con su valor cambiario 1USDx24. Si hay cambio en la moneda y su tasa de cambio, con la consiguiente incidencia en los precios; tienen que moverse los ingresos. Había que revisar y reajustar los ingresos de la población, a partir de un mínimo, que se marcó como monto de pensión mínima de jubilación = 1520.00 CUP

 

Para ello, se partió de una nomenclatura de productos y servicios básicos, y de su costo y precios, denominada Canasta básica (alimentación normada, agua, electricidad, telefonía fija, transporte, gastos menores de alimentación de gastronomía ligera etc.), que, en teoría, sería asequible para una pensión mínima. Y aunque previsiblemente, podría ser insuficiente; porque las viandas, hortalizas, frutas y otros cárnicos, se adquieren en el mercado agropecuario, que presumiblemente subirá sus precios hasta 3 veces, pero que pudiera rebasar las barreras de contención. Siempre estará la opción de la seguridad social, para proteger a los grupos sociales, familias y personas más vulnerables; protegidas y compensadas con prestaciones y servicios muy específicos, en el reordenamiento, y dentro de lo posible. No habrá hambruna, ni corte de servicios básicos pagos (la educación y la salud seguirán siendo gratuitos), para las personas de menos ingresos, pero la situación puede llegar a ser tensa, mientras se reacomoda la economía, crece la productividad, y mejora la oferta. De mantenerse la oferta y contenerse la tendencia a la subida de los precios, y con ellos mantener la inflación en niveles permisibles, la nueva política de revaluación y ajuste salarial, incentivará la incorporación de ciudadanos a actividades lícitas, disminuirían los ingresos ilegales, y el salario se recuperaría, como principal base y fuente de ingresos y estimulación para los ciudadanos

 

Las tiendas en MLC, que operarán con tarjeta magnética, no desaparecerán por el momento, porque no se tiene la MLC o divisa para financiar su oferta, entendida como no básica; y que en muchos aspectos la cubrían ciudadanos naturales-mulas, con la consiguiente fuga de divisas del país. Ahora, la comercialización de muchos de esos productos, sobre todo electrodomésticos, insumos y alimentos otros, los asumirá el estado, con precios más asequibles que los del mercado negro; pero por el momento se tendrá que autofinanciar. Parte de su ganancia, será destinada a subsidiar productos con precios normados o controlados, cuyo precio no cubre su costo. Parecería una injusticia; algunos lo ven alejado del socialismo, no lo entienden, o simplemente buscan una razón para crear mala sangre; pero, en cualquier caso, no hay alternativa por el momento  

 

4.    Revisión y reorientación de política de subsidios, hacia los grupos y personas más vulnerables, y no a productores o serviciadores.

 Los ingresos empresariales, con base en subsidios, desestimulan la productividad y eficiencia empresarial; y distorsionan los indicadores económicos. La política ahora es, subsidiar personas o grupos sociales, pero no producciones, ni servicios, ni a empresas. El proceso de lograr eficiencia y rentabilidad de las empresas y entidades, será gradual y condicionado. Las producciones necesarias y trabajadores (pago de salario a escala), de empresas no rentables, pero no imputable a problemas de gestión, se protegerán, en su primera etapa, hasta reorientar, reorganizar, o reindustrializar la empresa o actividad en cuestión. Siempre habrá, algún tipo de subvención, exenciones y bonificaciones para producciones y sectores de interés estratégico; así funciona en el mundo entero

 

No se puede dar, ni distribuir, más de lo que se tiene. El objetivo inmediato de estas cuatro grandes decisiones, es el reordenamiento y reorganización de las bases de la economía, a  partir de la existencia de una sola moneda - el CUP- , como único protagonista; y con la consiguiente conversión y/o revisión de los ingresos y precios a la población, siguiendo el criterio de encontrar la mejor y posible relación costo-oferta-precios-ingresos; aunque aún haya productos que subsidiar y precios que proteger o topar, para evitar que se dispare la inflación; de lo contrario, se anularía, en la práctica, el incremento salarial nominal; y se profundizaría la desigualdad. Sin esta reorganización monetaria-precios-ingresos personales, el resto de las medidas estarían destinadas al fracaso. Se trata de un reacomodo de la economía, sobre una base más saludable, donde pueden y tienen que jugar su papel las diferentes categorías económicas; sin las cuales no fluirían el resto de las medidas previstas, para igualar, destrabar y estimular la gestión empresarial, y de los gobiernos locales

 

II.        POLITICAS Y MEDIDAS PARA DESTRABAR LAS FUERZAS PRODUCTIVAS, Y LOGRAR UNA MAYOR PRODUCTIVIDAD Y EFICIENCIA PRODUCTIVA


Se sustenta en: 

  • Mayor independencia y facultades, a todo el mosaico empresarial, en su organización y estructuración, en su gestión productiva, de mercado, de materias primas, importaciones y exportaciones, en el destino de gran parte de la ganancia (fondo de estimulación y de inversión o de amortización), respetando un mínimo de indicadores como: el encargo social, salario escala, impuestos, etc. 
  • Aplicación de políticas económicas para, estimular las exportaciones, por encima del margen de valor de cambio favorable (de 1 USD a 24 CUP) de lo recaudado por esta; y para reducir las importaciones y la fuga de divisas en general. Se facilitan los tramites, se abren nuevas vías, y se incentiva la exportación. Las empresas que vendan sus producciones directamente en la ZED del Mariel, retienen el 80 % de sus ingresos en MLC; las que venden y abastecen a la cadena de tiendas en MLC, el 100%; y las que exportan directo al exterior, el 50%. Todo ello redundará en reducción del costo de producción, en mayores beneficios, y en el desarrollo y potenciación de la industria nacional
  • Desincentivar las importaciones, no sólo por el efecto automático desfavorable de la tasa cambiaria, sino también, por la asignación al mínimo de asignaciones de divisas; por las opciones favorables que brinda el encadenamiento productivo, para suplir materias primas e insumos en el mercado nacional; por el aumento de la demanda nacional y su traducción en mayores beneficios para la empresa y sus trabajadores.
  • Revisión, actualización o eliminación de, todas las disposiciones legales y administrativas, que limiten la operatividad y agilidad de gestión de todas las formas de propiedad

 

III.        ESTRATEGIA DE DESARROLLO ECONÓMICO SOCIAL


 “El Consejo de Ministros definió 16 áreas claves de desarrollo, entre los que se incluyen con prioridad la producción de alimentos (el país importa como promedio 2 mil millones de dólares anuales), así como la agroindustria azucarera, el turismo (que contribuye en un 10% al PIB del país), los servicios profesionales (principal aportador de divisas), la industria biofarmacéutica y de producciones biomédicas, las telecomunicaciones y la energía”.

 

 Como se observa, se priorizan, sin renunciar a otros, a aquellos sectores estratégicos por su incidencia directa en la población, en la obtención de divisas y para el desarrollo del país. Como prioridades; nada tengo que agregar.


La agricultura y la alimentación, es la gran asignatura pendiente de la dirección de la Revolución, y su mayor deuda social; y resultan estratégicos para el país, en todos los sentidos. La agroindustria azucarera, desarrollada por vías extensivas, y con serios atrasos tecnológicos hasta ahora, sigue siendo el principal producto alimenticio, calórico del país, con experiencia de producción de centurias, y el más versátil por sus derivados, además de generar empleo. El turismo, la principal industria (sin humo), por la naturaleza tropical de Cuba, con sol y buenas playas todo el año; por la rápida recuperación de su inversión, por su efecto multiplicador sobre el resto de la economía, y por la aportación de divisas constantes, de liquidez. De la exportación de servicios profesionales, y la industria biofarmacéutica y biomédica, ni hablar; ésta última, con mucho potencial aún, reforzado por el prestigio consolidado por Cuba durante la pandemia. Son productos y servicios exportables, propios del primer mundo. Las telecomunicaciones, informática (software y hardware) no sólo cubren demanda nacional, y generan empleo, y contribuyen a los ingresos en divisa; son también, la vía para llegar a informatizar toda la sociedad, y el carril hacia la automatización de la industria y los procesos - es estratégico para poder dar un salto tecnológico. La energía, el lograr autoabastecimiento energético, a partir de energías limpias y renovables, es también estratégico, de supervivencia económica y vital, y permitiría, además, reorientar esos egresos en divisa por compra de petróleo, a otros sectores y esferas. Claro que es un esfuerzo titánico, que requiere de financiamiento e inversión.

 

Este paquete de Reformas, conjunto interactivo de medidas, encaminadas a destrabar las fuerzas productivas, están sustentadas en la praxis económica mundial; y tenido en cuenta, en especial, los límites mostrados por el modelo tradicional, y la evolución del modelo socialista asiático; pero también, nuestras particularidades. Obviamente no será fácil, pero soy optimista. Normalmente los resultados de las reformas no se ven de inmediato, a corto plazo, sobre todo porque el reajuste de la maquinaria lleva tiempo, entre otras cosas por la resistencia al cambio. Pero si tuviera que resumir, diría que la pelea se gana en la estabilidad de los abastecimientos, sobre todo de alimentos que, son el peso de los gastos personales y familiares, y en evitar la estampida de los precios, y una galopante inflación. Creo que en esto hay amplio consenso

 

Solo algunas observaciones o recomendaciones, previstas o no:

  •   El estímulo a la exportación y a las ventas al turismo, y la desincentivación de las importaciones, puede ir también (en esta etapa) en detrimento inmediato de la oferta alimenticia a la población, al margen de los encargos estatales
  • El sector mayorista o empresarial y autónomo, buscará en el mercado minorista lo que no encuentre en el mayorista; por lo que también actuaría como factor de estímulo a las escaseces, y a la inflación.
  • Para la protección de la oferta, y evitación del trasiego y trapicheo de productos no normados adicionales, hacia el mercado negro, el Estado tendrá que tener o hacerse, de un fondo o reserva financiera o de productos alimenticios para evitar el desabastecimiento de estas tiendas. Tendrá también, como segundo cortafuego que, prever variantes de financiamiento y abastecimiento, para las tiendas en MLC, aunque sea por empresas extranjeras, con modalidad de consignación, o de mínimo beneficio para el estado. Es vital mantener la oferta y los precios, mientras se rompe la inercia económica; y el mundo vuelve a la normalidad
  • Hay que regular el uso del efectivo, por parte de empresarios y autónomos, incluso de personas naturales, en el mercado minorista. Se necesita de una implementación generalizada, de un sistema de pago y cobro obligatorio, mediante tarjeta magnética o aplicaciones móviles nacionales de pago, a partir de un tope permitido para el uso de efectivo, para pago de gastos menores. Hay que limitar la influencia de empresarios y autónomos, y acaparadores en el mercado no normado. Sólo estas vías, proporcionan información del consumidor-pagador, dejan trazas, y permite limitar la actuación impune de los especuladores o “buscadores de oro” sin escrúpulos, y detectarlos; pero a su vez, permite conocer las tendencias y destino de esos productos, y sirve de base a inspectores, para la fiscalización y control, y para la sustentación y declaración de impuestos.
  • Todo este esfuerzo, debe ir acompañado de serias y fuertes medidas administrativas con los infractores; y digo administrativas, no judiciales, ni de prisión. Hablo de retiro temporal o permanente de licencia, confiscación, multa, penalización, congelación de cuentas, etc.; pero no sólo a quien vende a sobre precio, sino también al que compra (empresarios y autónomos) en el mercado minorista, por encima de lo permitido; y al que les vende por encima del gasto de bolsillo permitido para ellos, sin exigir el uso de pago por TPV o aplicación móvil.
  • El uso generalizado del pago y cobro magnético, también favorece las transacciones, y minimiza las complicaciones de tener mucho efectivo en caja, y la estafa por falta de cambio.
La resistencia al cambio, y a la renuncia a los malos hábitos, al invento, a la doble moral, es previsible y lógica; porque así se las ha arreglado, hasta ahora, mucha gente buena que, no tenía ingresos en divisas por ninguna vía, y para los que el salario era más que insuficiente; pero también otras sin escrúpulos, que se han aprovechado de la situación. La batalla se gana en el plano económico, en la misma medida que los ingresos por tu trabajo, te alcancen para vivir, y mejorar, aunque sea muy modestamente al principio. La política salarial y de precio no será estática, ni lo puede ser; y se moverá con el ritmo del crecimiento económico


Existen otras variables no controlables, asociadas al mercado y el entorno internacional, que actuarían de estímulo o freno, oportunidades y amenazas


Como dificultad coyuntural, la pandemia y sus efectos, seguirán actuando, como mínimo, durante todo el invierno del 2021, en los países con mayores recursos, y durante gran parte de la primavera, para el resto. Seguirá afectando la economía de todos los países, el flujo y magnitud del intercambio comercial, turístico, etc., etc. Sigue siendo, hoy, la gran amenaza para la vida, y para el restablecimiento de la normalidad pre Covid-19, en el mundo.

 

En la política internacional, se han producido y producirán cambios políticos que, también influyen en mayor o menor medida, sobre el destino de un pequeño país como Cuba. Se han producido cambios en la correlación política de América Latina, con el arribo del gobierno de López Obrador en México; el de Alberto Fernandez en Argentina; el del MAS en Bolivia; y mayor estabilidad en Venezuela, con la nueva Asamblea nacional; y todos ellos darán más capacidad de maniobra económica a Cuba. Pero, quizás el más importante es, el próximo cambio de Administración en EEUU, que como mínimo, es de esperar que restablezca las medidas que había adoptado Obama en su último período, respecto a Cuba, o lo que es lo mismo, que revierta las adoptado por Trump. No debe ser a peor, que ya es mucho decir, después de su antecesor. Pero también, Cuba entró como Estado observador en la Unión Euroasiática, y como estado miembro del Tratado de amistad y cooperación (TAC) de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), lo que le abre nuevas posibilidades de intercambio comercial, y de inversión y financiamiento. Todas ellas, en su conjunto, y unas con más peso que otras, serán oportunidades que airearan las velas de la Reformas, y que habrá que aprovechar al máximo, para recuperar tiempos perdidos. 


Las bases jurídicas y políticas del cambio están creadas, y la Reforma fluirá, aunque su ritmo, estabilidad y consolidación, dependerán del cambio de mentalidad, de la resistencia al cambio; del control de los cambios, y de factores externos 

ORDENAMIENTO Y REFORMA ECONÓMICA EN CUBA, 2021. PRIMERA PARTE

ANTECEDENTES Y CARACTER DE LA REFORMA 

Conservar la soberanía nacional, y mantener la práctica de la justicia social, en un país con las características internas y externas de Cuba; sin la ayuda ya de la Unión soviética y de los países socialistas de Europa; sin una experiencia mundial, consolidada, en la construcción del socialismo, ha sido un verdadero reto y proeza política, sobre todo para la mayoría de pueblo residente permanente que, por fe y confianza, o por falta de otras opciones, ha seguido y sigue allá, con la esperanza de que algún día se saldrá de las carencias y limitaciones materiales, con la dignidad nacional no mancillada. 

Yo era uno de ellos, incluso me consideraba de los imprescindibles, a los que aludía Bertolt Brecht. Un día, me salió el cansancio (anécdotas al margen); no veía la luz al final del túnel; y terminé cruzando el Atlántico con la familia, sobre todo, porque ya no tenia juventud, y deseaba ver cómo funcionaba la otra parte del mundo, antes de irme de él.
 
Después de una vida con carencias en Cuba, sobre todo después del 1991-92; el pasar a vivir en un país desarrollado (España), o en la primera potencia del mundo (EEUU), donde hasta con un trabajo (o pluri trabajo para muchos) en profesiones llamadas de poco prestigio, y que nada tienen que ver con lo que estudiaste o lo que ejerciste en Cuba, puedes obtener crédito hasta para una hipoteca o para un coche nuevo; el cambio material fue deslumbrante. Esto ha llevado, a no pocos, a comparar y sacar conclusiones a ultranza; a defenestrar hasta lo bueno de su país de origen, y a buscar y fustigar culpables. Para muchos, solo importa que, dejaron atrás las carencias materiales; y no aceptan ni admiten otra explicación que, no sea, el “tiempo transcurrido o perdido”; y el argumento de que “nadie, nadie, tiene derecho a equivocarse” Lo entiendo perfectamente, pues hay una sola vida; pero tampoco es en blanco y negro. 

En Cuba y fuera de Cuba, la Reforma económica anunciada a partir del 1ro de enero próximo, ha generado diversas expectativas. Personalmente, me alejo de los que, desde la especulación, imaginan una “Cuba Nostálgica”, abstrayéndose de la Cuba profunda y mayoritaria, existente antes de la revolución; y sobre todo de los anexionistas y entreguistas. Trataré de ser objetivo y no dejarme engañar y manipular por la depresión del inmigrante, por frustración o añoranza; e ignoraré, todo lo que pudiera acercarme al odio, la crispación y la intolerancia entre cubanos, en las redes sociales (nunca he podido odiar, incluso a los que pretendieron hacerme daño). Tampoco caeré en la tentación y facilismo, de criticar la Reforma anunciada, desde países, y sociedades con modelos y economías muy diferentes; de extrapolar contextos y particularidades totalmente diferentes. En cualquier caso, reconozco y respeto el derecho de todos los cubanos residentes y no residentes, a opinar y ser escuchados. 

Soy un tipo positivo y proactivo; y siempre miro hacia delante. El vivir anclado en el pasado, te bloquea el pensamiento y te envenena el alma, cuando no resultó como quisiste o pensaste. Como muchos, tuve y tengo criterios propios; pero desde el presente, y sin detentar responsabilidades gubernamentales y partidistas, siempre es más fácil evaluar el pasado, y juzgar a sus decisores; y más sin tener en cuenta el difícil escenario o entorno internacional, que ha tenido Cuba desde el mismo 1959. Tal vez yo, en su lugar, y bajo las mismas circunstancias, hubiese actuado de diferente manera, o tal vez no. Ya no tiene importancia. Nunca he dejado de querer a mi país. He admirado y defendido su dignidad; su defensa de la soberanía nacional, su solidaridad internacional; y su coherencia y voluntad en política social. Incluso, en épocas difíciles de serias limitaciones materiales y de recursos, se ha mantenido fiel a su política de orientación y protección social; aunque no dejo de reconocer que, por diferentes circunstancias, se han cronizado las carencias materiales, sobre todo desde la desaparición de la URSS

No puedo evitar el pensar que, hubo oportunidades y momentos que se perdieron, y que hubiesen permitido a la sociedad cubana, llegar a este momento en mejores condiciones materiales y económicas. Nunca antes, la dirección del país había encontrado el momento idóneo para una reforma a profundidad; ni siquiera cuando desapareció el campo socialista en Europa y se nos oscureció todo; ni cuando se renegoció, en condiciones muy ventajosas, la deuda externa con Rusia y el resto del club de París; ni cuando el modelo chino y vietnamita, ya mostraba su buena salud económica, al margen de determinadas concesiones en lo social, que no había porque hacer. Con relación a esto último, solo comentaré que, al margen de diferencias muy ciertas, en tradiciones e idiosincrasia, entre nuestros pueblos y latitudes; del atractivo tamaño del mercado chino (+1300 millones de hab.) para la inversión extranjera; y de la política exterior diferenciada de EEUU hacia ellos, respecto a la seguida con Cuba, creo que el modelo chino y vietnamita, resultaba muy “sacrílego”, lejano, y “cosa de chinos”. Dicho esto, no deja de ser cierto que se adoptaron algunas medidas, pero muy distanciadas y aisladas en el tiempo y en el espacio; que adolecían de carácter sistémico, de creatividad y flexibilidad. Fueron cual paliativos y parches, a contracorriente; bajo presión y no por convicción; cuando la economía pedía y exigía cambios profundos en el modelo. 

No obstante, me reafirmo, en la funesta y determinante influencia del BLOQUEO ECONÓMICO, COMERCIAL Y FINANCIERO de EEUU, sobre el destino de todos los cubanos, y en todos los sentidos.; porque no sólo ha gravitado y gravita sobre la economía, y las condiciones de vida de su población residente, sino también sobre las mentes y las decisiones de la dirección del país. Soy politólogo de formación. Desde mi experiencia y vivencias, mis pocos o muchos conocimientos de economía y de historia económica, y desde la seriedad que exige el hablar sobre el presente y el futuro del pueblo cubano, me referiré, sin dobleces, a la Reforma económica que entrará en vigor, a partir del 2021. A esta altura de la vida, me preocupa más mi honestidad y sinceridad que, el “Dorado” de querer quedar bien con todos. Sigo, y seguiré siempre, “tomando partido”, y respetando el derecho de los demás a hacer lo mismo. 

Apuesto por el paquete de Reformas o grupo de medidas de reordenamiento y estímulo a la economía, anunciados por la dirección actual del país. La vida es más rica que cualquier teoría; y en economía y política, 2+2 no son 4; pero por primera vez, me permito imaginar la luz después de este largo túnel; y trataré de explicarme concisamente. 

Primero: El 1ro de enero del 2021, será un punto de inflexión para Cuba, los cubanos y el socialismo en Cuba. Entrará en vigor, a nivel integral y de toda la sociedad, un Paquete de reformas económicas que, sin apartarse del socialismo, y su apego a la justicia social, si rompen con dogmas y paradigmas asociados al modelo soviético y tradicional que, llegado un momento, han actuado como freno y desincentivación al incremento de la productividad, la eficiencia y el desarrollo del país. Se pretende con ello, sanear y recomponer las bases económicas, y eliminar políticas-trabas que, han tenido contenida y atenazadas las Fuerzas productivas, y subutilizado el gran capital humano creado por la revolución. Se abre y flexibiliza el modelo, y con ello, se crean las condiciones permanentes para su constante perfeccionamiento, con respaldo constitucional, y dentro de ella; visto como proceso, y no en su inmediatez; porque las reformas siempre necesitan de sus tiempos. Desde mis conocimientos del modelo soviético, y mis vivencias comparativas in situ, en la ex URSS y en Cuba, me referiré a, las principales diferencias que aporta la Reforma. Se pretende: 
  • Asegurar la coexistencia, en igualdad de condiciones de gestión, de la propiedad pública o estatal, de la privada (autónomos, micro, pequeñas y medianas empresas, mixta), y cooperativa. Ya no son acciones aisladas y limitadas a autónomos, capital mixto y cooperativas; no, se crean nuevas formas de gestión, de interacción, cooperación y flexibilidad entre ellas, y a nivel social 
  • Despojar a la planificación central, de su carácter rígido, abarcador extremo y paternalista, que acomoda y genera dependiente, mata la iniciativa, la participación y el incentivo empresarial. Es un gran paso porque, la planificación central, como instrumento de diagnóstico, guía para el desarrollo del país, y contrapeso para asegurar los servicios públicos, el consumo básico-estratégico productivo y no productivo, las grandes inversiones, la investigación, la defensa; nunca el modelo socialista renunciara a él, aunque poco a poco, pierda contenidos concretos. Lo que fue un freno, por su interpretación y uso, sería ahora una fortaleza. Sigue representando, pero en un nuevo marco de relaciones y facultades empresariales y de ámbito territorial, el aseguramiento de los intereses empresariales- sociales y de país. En paralelo, las empresas y gobiernos locales, adquieren mayor independencia y facultades, pero asumen mayor responsabilidad 
  • Recuperar y reforzar el papel del trabajo y el salario, como principal fuente de ingreso y de estímulo al trabajador, que se había perdido 
  • Eliminar, gradualmente, las gratuidades indebidas, y subsidios y subvenciones a producciones y empresas. Las producciones estratégicas no rentables, tendrán que ser rentables en el tiempo. La protección social a grupos, familias y personas vulnerables, se separa definitivamente de la eficiencia empresarial; y para a ser subsidiado directamente por la seguridad social 
  • Flexibilizar y estimular la inversión y presencia extranjera en la economía del país, y en proyectos internacionales, por todas las vías y modalidades posibles 
  • Romper con el modelo extensivo de producción, y el apego a la maximización de la vieja tecnología o ya ineficiente 
  • Asegurar y desarrollar la demanda interna, a partir del desarrollo de las producciones nacionales; y viceversa. 
  • Incentivar el desarrollo de las investigaciones y su encadenamiento con las empresas de producción nacional; y minimizar los tiempos entre los resultados investigativos y su aplicación a la producción y los servicios. 
Las sociedades son entidades vivas, dinámicas, cambiantes. El capitalismo, donde la competencia actúa y condiciona el desarrollo y redistribución de las fuerzas productivas, y de las ganancias, también se ha visto obligado a aplicar políticas intervencionistas y activas, sobre todo durante las grandes crisis económicas; pero en general, la economía tiende a reajustarse sola, sin importar el coste social. El socialismo histórico, conocido, por inexperiencia y/o defecto en su diseño original, ha carecido de los mecanismos de retroalimentación, y de bases jurídico-políticas y económicas flexibles, que permitieran a tiempo detectar las infuncionabilidades y distorsiones; y poder corregir y actualizar el modelo sin dogmatismo. Todo lo que hoy funciona bien, puede que mañana no. El modelo y la teoría, eran muy rígidos; y la interiorización de la necesidad de cambios y su rectificación consciente en el socialismo, duraba años; entre otras cosas por el temor a perder el control de los cambios, y de un viraje hacia el capitalismo; ante un entorno agresivo, muy influyente y subversivo. Esto también es cierto, aunque algunos se empeñen en ver a Cuba, como un país muy rico en recursos, y en un entorno internacional ideal y neutral 

Encontrar el equilibrio entre productividad-eficiencia-desarrollo, y justicia social; y preservar el rol del partido y el poder del estado, representativo de la mayoría constitucional, y desde una mayor transparencia, retroalimentación, y participación real de las masas en la toma de las grandes decisiones, será siempre, reto y verdadera garantía de la continuidad de la Revolución cubana. Pero para Cuba es algo más. Conservar y desarrollar con éxito el socialismo, es condición inequívoca para la preservación de su soberanía nacional. 

Segundo: Esta Reforma, tiene un carácter inmediato e imprescindible, y no tiene pinta de improvisación. Desde hace un buen tiempo, esta reforma se viene estudiando, conformando y anunciando, pero la decisión de acometerla ahora, en medio de las condiciones económicas más difíciles y extraordinarias de Cuba, (después de la caída de la URSS), motivadas por el recrudecimiento del bloqueo norteamericano en época de Trump, y los efectos de la pandemia sobre el sector productivo y de servicios, sus rublos exportables y la entrada de MLC; y dentro de un contexto histórico-social, marcado por el cambio generacional y mental de la sociedad, denota que responde a una imperiosa necesidad, concientizada e interiorizada por la dirección del país. 

Se ha cruzado el Rubicón, y se está abocado al éxito porque otra salida no hay. El socialismo en Cuba, la preservación de su soberanía, de las conquistas sociales; y de la estabilidad social y política, se han puesto, todos, en el asador. El momento escogido para la Reforma, pudiera parecernos un disparate; pero así funciona la humanidad, la sociedad y nosotros mismos. Sólo las crisis, nos obligan a grandes cambios, y a la adopción de grandes decisiones. Se ha tenido mucho, mucho tiempo, para pensar en el reordenamiento y reforma socio económica de la sociedad. La lentitud que hubo hasta aquí, puede ser su fortaleza. 

Tercero: La Reforma económica, es garantista para nacionales y para inversionistas extranjeros. Ofrece seguridad jurídica, en el espacio y tiempo, por su carácter constitucional, y seguridad política por su consenso socio-político. Este paso público, transparente e inteligente; esta nueva forma de ver, pensar y reconstruir la sociedad socialista cubana, ya había sentado sus bases legales, en la nueva constitución aprobada recientemente (2019) por el 86.8% de la población residente, y donde no sólo se blindaron derechos sociales, sino también, las diferentes formas de gestión estatal y no estatales, incluida la inversión extranjera. Estas han encontrado su desarrollo legal, su instrumentación concreta, a través de leyes, decretos leyes y resoluciones (algunas aún en proceso de aprobación por la Asamblea nacional); con el hándicap de que tienen que saber interpretar el espíritu de la constitución, del que a veces nos alejamos por miedo o no oportuna actualización. No me cabe dudas, sobre la garantía que ofrece una Reforma económica, que goza de respaldo constitucional y jurídico; y del consenso político y social, expresado en la coherencia y compatibilidad de la dirección máxima del partido, el gobierno, y la sociedad civil; y la comprensión y apoyo de la inmensa mayoría de la población residente. Para la conformación del paquete de reformas; se ha consultado a empresarios, académicos, economistas y políticos; se han escuchados los criterios y opiniones de la población; y tenido en cuenta las experiencias extranjeras y sugerencias, etc. 

Desde antes de las primeras suposiciones o exteriorizaciones, sobre el contenido posible de las Reformas, ya había algunos, con buena o mala fe (oportunistas, entusiastas o convencidos), para los que las privatizaciones, la limitación, el establecimiento del pluripartidismo, y la limitación al máximo de papel de estado, eran y son la única solución para Cuba. Es decir, renunciar a la justicia social, y abrir las puertas al capitalismo, a la “panacea” para todos los países y personas, y entregar la soberanía nacional. El capitalismo es desigual por naturaleza, por dentro y por fuera. Hay ejemplos positivos, sobre todo europeos, de desarrollo y de acercamiento a ciertos niveles de justicia social; pero hay otros, sobre todo, de países pequeños, que han sido la “puta” del momento para el capital, para EEUU, que le ha dejado una economía deformada, dependiente y amordazada, con mucha desigualdad territorial, y en lo social. 

En consenso social, lo da otro gran grupo, la mayoría de la población residente, que, aunque preguntaban y preguntan, cuestionan y sugieren, lo hacen desde su amor patrio, respaldo a la revolución, y/o su preocupación por su bienestar. Eso es normal que suceda, pues nuestro mundo es muy diverso; y exige ser más proactivo e inclusivo. Y esa diversidad de intereses, sólo puede encontrar encaje, bajo la mirada y observancia de la constitución, aprobada por la mayoría; si no, la sociedad fuese un caos; y no solo en Cuba, no, también en cualquier lugar. Es lógico que, mucha, mucha gente, no pueda dejar de angustiarse, ante la incertidumbre que siempre generan los cambios a gran escala; y la desconfianza que genera tantos años sin perspectivas económicas 

Al mismo tiempo, nuestra época se caracteriza por un mayor acceso a la información y una mayor exigencia de la población, en su participación en la toma de decisiones. Bendita sea la sociedad moderna, por haber generado este acicate (sin dejar de ser objeto de manipulación) que, además de exigencia y fiscalización popular, aporta nuevas ideas, sugerencias desde la base, y envía constante alerta social. No todo es malo. El debate, ayuda al esclarecimiento, aunque inevitablemente posiciona, pero así es el mundo, y no hay que cogerle miedo. La propia Reforma al modelo económico, demuestra que hay que cambiar el estilo, para evitar el inmovilismo, que tanto daño ha hecho. Nadie posee la verdad absoluta, y menos en la construcción de una sociedad socialista, donde aún se está experimentando. Mientras más participen, y exijan, menos equivocaciones habrá. Hay que renunciar a la imposición y pretensión de la unanimidad, que no existen ni en la familia; convencer y no aplastar; persuadir y no imponer; explicar una y otra vez; dar y encontrar argumentos, y siempre dentro de la legalidad. Hay que minimizar el margen de interpretaciones personales, burocráticas y de algunos dirigentes, sobre todo de la base e intermedios, a las interpelaciones. Hasta hoy, las autoridades, se han empleado a fondo, a través de comparecencias diarias en TV, radio, y entrevistas y declaraciones en la prensa escrita y digital, de ministros y funcionarios de alto nivel; en la publicación de las leyes, normas y medidas en cuestión. Ha sido, junto al proceso de discusión del proyecto de constitución, un amplio ejercicio de información, transparencia, esclarecimiento, retroalimentación y cambios, que denota la voluntad de las autoridades para buscar y ampliar el consenso social. Ojalá nos hubiese acompañado siempre
 
Continua en Segunda parte