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martes, 23 de marzo de 2021

Madrid, adelanto de elecciones. Voto al PP, irá a VOX, a la ultraderecha

La convocatoria de adelanto de elecciones, de Ayuso, ha sido muy hábil e inesperada; y ha cogido movidos al resto de los jugadores del tablero político madrileño. Haciendo un corte hoy, la derecha-ultra, sin mucha distinción, ganaría las elecciones; porque a pesar de la precariedad y abandono que ha aflorado la crisis; y de las “grandotas y disparatadas ideotas” de esta señora, ha logrado (junto con VOX) mantener movilizada a la derecha, desde el mismo momento de su juramentación como presidenta de la comunidad. Ha jugado con los sentimientos de la población, contraponiendo economía a salud; libertad de circulación y comercios, a protección y seguridad ciudadana; medidas aisladas, con parafernalias, de cuestionable factibilidad, y racionalidad, a medidas responsables y necesarias, adoptadas por gobierno central; y la tribuna permanente y el show mediático, a la coherencia y oposición responsable. Ahora, con un total desconocimiento o desfachatez, ha lanzado la consigna de libertad o comunismo. Nunca se había banalizado y vulgarizado tanto con la política; nunca una base del PP (Madrid) ha estado tan cerca de VOX como hoy; nunca el PP se había acercado tanto a sus antecesores falangistas y de Alianza Popular. Lo cierto es que, desde una oposición a ultranza y mediática al gobierno del país, por pasarela y aplicando la política del ruido, no importa cuánto, ni sea cierto o no, ha logrado mantener vivo el nombre del PP en las redes y los medios.

Pero Madrid, aunque conservadora, no es sólo de derechas y pija. El reto de la izquierda es, en tan sólo 2 meses, motivar y movilizar a los amplios sectores populares, al voto indeciso; desmontar y enfrentar las arbitrariedades, ambigüedades, y supuestos logros y proyectos de la Ayuso; y persuadir a la mayor cantidad de electores posibles, que si gana la derecha, esta vez no es cualquier derecha, no; será un gobierno reaccionario populista a lo Trump, que creará un clima permanente de crispación social; de reajustes de las políticas sociales; de más privatizaciones y derivaciones de recursos a la privada sociales; de retrocesos en derechos. 

Desgraciadamente no creo que, sólo bajo el liderazgo de Gabilondo, Errejón y de Serra, se logre evitar el acceso de la derecha reforzada, y más con el estigma de la división, y decepción que provocó en una parte de la izquierda “indignada”, la escisión-traición protagonizada por Iñigo Errejón (al margen de los resultados superiores a UP, que obtuvo éste en las elecciones de hace dos años). No obstante, la realidad es que, el electorado está muy segmentado, y no se puede prescindir de ningún partido de izquierda, porque no sería viable ni rentable una alianza antes de las elecciones. Todos los líderes y partidos suman, con su personalidad sosa o intelectual, con sus programas. El problema pudiera estar, en si alguna de las fuerzas políticas de la izquierda, no llega a alcanzar el 5% de los votos, pues esos votos se los llevaría el diablo; irían a los partidos más votados. El PSOE, por tacticismo electoral o no, tiene que distanciarse de Unidas Podemos, para tratar de atraer parte del electorado de Ciudadanos, y hasta del PP. Mas Madrid, seguirá rebañando electores a la derecha de Podemos y a la izquierda del PSOE, en un terreno muy movedizo y poco sólido, ahora mas difícil sin el apoyo de Carmena; con fuertes divisiones internas (recogiendo lo que sembró), y con la participación inesperada de Pablo Iglesias en la campaña, como cabeza de lista de Unidas Podemos

Me imagino, que a muchos, de izquierda o de derechas, incluso “apolíticos”, les ha desconcertado la dimisión de Pablo Iglesias, como vicepresidente del gobierno, para encabezar la candidatura de Unidas Podemos Madrid. Ya estamos escuchando o leyendo todo tipo de interpretaciones. Es lógico, porque es una figura pública y mediática, que dice verdades que levantan ronchas; y que otros no reconocen o temen decir, o simplemente no quieren escuchar, por considerarlo o por asumirlo por reflejo condicionado por los medios, como antisistema, “satánico”, “comunista”. Otros, por prejuicios o por rancio nacionalismo, y le cuestionan su postura ante los partidos independentistas. También es verdad, que no siempre dice las verdades con habilidad y tacto político, a pesar de su gran preparación profesional, y su oratoria. En política no caben las suposiciones; y si sabes que te están mirando con lupas, no puedes dar respuestas categóricas, sencillas, a problemas complejos; has de explicar bien y sin flecos, para que no saquen tus palabras de contexto. Tampoco niego, que estos son tiempos de polarización y arenga política; no de paños tibios, ni de mucha diplomacia y “decencia” en política. Al menos a la derecha en Madrid, no le va mal   

Al margen de las verdaderas u “ocultas” razones de Pablo, que sólo sabe él; es una jugada muy arriesgada y un acto de desprendimiento, al que no estamos acostumbrados en la política española, de forma voluntaria. Unos, como Rivera (Cs) y Rosa Diez (UPyD), abandonaron la nave que habían construido y capitaneado, cuando ellos mismos la dirigieron hacia un naufragio seguro; otros, han sido obligados o “invitados” por sus partidos, a renunciar a ministerios y a cargos a nivel nacional, para rentabilizar su imagen en elecciones autonómicas, etc.; y otros, se han visto obligados a dimitir, como Rajoy; o a retirarse absoluta y totalmente del partido y la política, al ser destronado en unas primarias, como le pasó a la heredera del Rajoynismo, Soraya Sáez. Pablo Iglesias, de forma voluntaria, renuncia a 2 años de legislatura, como vicepresidente; para bajar a la base, y jugársela el todo por el todo, como líder político y como partido, “tiene cojones, ¡eh!”. Si logra su cometido, doble mérito; pero si no, se autoliquidó como político; se le acabó su carrera política, a no ser que haga un Pedro, que haga como el ave fénix. Esta decisión sólo es explicable, desde una profunda responsabilidad, convicción y vocación política e ideológica; por amor al partido que él y otros crearon, por sentido de la responsabilidad, y por una gran seguridad en sí mismo o ego. Eso es tener madera y corazón.

En el contexto actual, habría que reconocer que, Unidas Podemos no está, de lejos, en su mejor momento; y su futuro se define en Madrid, origen y sede irradiadora de Podemos. Si se pierde Madrid, si no se logra entrar de manera convincente en el parlamento madrileño, sus días pudieran están contados, como fuerza política nacional, y como Marca política. Si hay un lugar, donde la marca de Podemos era fuerte, a pesar, de sus altos y bajos, era Madrid; pero pudo más el ego y el interés personal. Algo extraordinario había que hacer, con sólo dos meses, para las autonómicas, y algo más de 2 años para las nacionales. Aquí es donde entra en valor, la decisión de Pablo Iglesias. De lo que se trata es, de cerrarle el paso a la alianza de la ultraderecha; al margen, de que legítimamente, su cofundador y líder, también quiera salvar a Unidas Podemos

Iglesias tiene como viento en popa, que, mediante el acuerdo de gobierno, y su insistencia y persistencia (y buenas relaciones con la izquierda nacionalista y/o independentista), se han logrado importantes leyes y decisiones con carácter netamente social, en medio de una situación económica extremadamente difícil; que ha cedido el bastón institucional de Podemos, a Yolanda Diaz, la ministra de trabajo, muy bien valorada socialmente; y su propio acto de fe para salvar al partido que representó y representa a nivel nacional, el espíritu del 15M, a lo que pronto se dedicará a tiempo completo. Ahora, posiblemente se sentirá más cómodo, y le será mas fácil moverse en la dicotomía, de Partido político independiente y miembro minoritario de un gobierno de coalición; de líder de su partido y vicepresidente de gobierno. A los ojos de su electorado tradicional, ganará en aprobación  

Por otro lado, la derecha y su gran poder mediático, han logrado, con éxito, fijar en la mente de gran parte de la población, que Podemos es comunista y pretende instaurar el comunismo en España. La sociedad española es muy conservadora, y la manipulación es muy fuerte y sistemática. La gente mayor no ha podido sobreponerse al fantasma de la guerra civil; y la dictadura de Franco existió lo suficiente, como para rescribir la historia, y tildar de culpables a los comunistas. Mucha gente se deja llevar por la campaña de ahí viene el lobo; y tampoco intenta ver tras la cortina de humo. Se olvida de que vivimos otros tiempos; en una sociedad democrática consolidada, con una constitución; y dentro de la Unión Europea; que determinan de conjunto, el actuar y comportamiento de cualquier gobierno, independientemente del color de su partido. También olvidan o no quieren ver, que, hasta el comunismo y el socialismo de hoy, son otros; de que se acabaron los gobiernos de mayoría absoluta, después de inaugurarse una nueva etapa política en España, caracterizada por el multipartidismo, con sus altas y bajas, y los gobiernos de coalición; ambos, indicadores sin duda, de mayor y mejor representatividad social, y de mayor nivel de discusión y consenso en la aprobación de las leyes.

Si Unidas Podemos logra un buen resultado electoral en Madrid, no sólo aseguraría su subsistencia como fuerza política, sino que también tendría mayor visualización desde la comunidad cabecera, que facilitaría la rentabilización de su rol, en lo que queda de legislatura nacional, sin llegar a ser absorbido por el PSOE. En las coaliciones, como regla, los logros se los lleva la fuerza mayoritaria, y los fracasos, el socio minoritario. 

Al margen de los resultados electorales, y de Unidas Podemos en particular, en las autonómicas de Madrid, reitero que, Unidas Podemos debe renunciar a ser un partido de corte tradicional, y asumir el rol de coordinadora, (manteniendo su fuerza y marca en Madrid), con representación nacional permanente,  y respeto a las organizaciones de izquierda autonómicas y local, asociadas a los orígenes y espíritu del 15. Tratar de replicar a Podemos, en las comunidades, etc., fue un error, que sólo contribuyó a mayor división, fragmentación, y dispersión de la izquierda. Unidas Podemos ha de explicar y reafirmar, una y otra vez, que no representa ningún peligro para la democracia y la propiedad privada española, aunque si un freno al liberalismo corrupto e “inmisericorde” que, ignora y quiere perpetuar las grandes desigualdades; y que ha vuelto a sus andadas, incrementando la precarización laboral y salarial, como instrumento de dominación y de coacción, a una sociedad de derecho; sacrificando incluso, a gran parte de la clase media

Soy de la opinión, de que la campaña electoral de la izquierda, debe centrarse en, posicionar en la mente de los electores, que el voto al PP irá a VOX, porque permitirá su entrada al gobierno de la comunidad; que hará posible un gobierno ultraconservador y populista, y de retroceso social bajo la presión de VOX. La participación de Pablo Iglesias, en la campaña por Madrid comunidad, revitalizará la política, activará a la izquierda adormecida, y sumará votos para evitar la caída de Madrid. Vivir para ver

 

jueves, 28 de marzo de 2019

COMENTARIOS: Sobre entrevista a Pablo Iglesias

Entrevista de Pablo Moto a Pablo Iglesias, en El Hormiguero/ https://es.yahoo.com/noticias/pique-pablo-motos-pablo-iglesias-214558532.html

En general me pareció buena la entrevista, y las respuestas relacionadas con la compra del chalet, pero creo que Pablo no aprovechó del todo la oportunidad, para dejar bien clara la posición de la izquierda de hoy respecto al progreso. La compra del chalet es muestra de madurez política y personal, aunque tal vez  no haya sido en el mejor momento. La lucha por la justicia social no está reñida con el progreso social y personal, con el confort y bienestar familiar y personal de los ciudadanos, funcionarios y políticos, siempre que sea producto del esfuerzo y trabajo personal, y no del pago por favores, por comisiones, por evasiones fiscales, bonificaciones injustificadas. La izquierda contemporanea no sacraliza la miseria y la pobreza, por el contrario, le interesa el progreso económico como base del progreso social, que por desgracia ha retrocedido o se ha estancado, desde la caída del muro de Berlín. El crecimiento económico, el incremento de la productividad del trabajo, se ha traducido sólo en  grandes beneficios, cada vez más asimétricos, para las grandes empresas, que practican la precarización salarial, la temporalidad laboral, la ingeniería fiscal para evadir impuestos, y los precios y tazas de monopolio tecnológico, comercial y financiero, para maximizar sus ganancias. El progreso social no puede y no debe ser exclusivo para unos pocos, cuando hay crecimiento económico, cuando hay incremento de la riqueza a nivel social. Hay que "meterle" a la gente en la cabeza, convencerlos, de que la izquierda de hoy está por el progreso integral de la sociedad, y no sólo para unos pocos; que no quiere quitar nada a nadie, sino mejorar la distribución de la riqueza social, a partir del aseguramiento de unos mínimos de dignidad a nivel social, e ingresos personales en proporción al crecimiento económico y a la participación de cada cual. Digo, si no estoy equivocado. Los tiempos han cambiado, y el modelo alternativo socio-político (China, Vietnam, Cuba) todavía se está reinventando, y hay que seguir avanzando, aunque sea poco a poco. Hay que ser realistas y prácticos,  y dejar de meter miedo, so riesgo de quedarnos momificados. Pablo Moto hizo su trabajo, al margen de su ya conocida ideología.

domingo, 24 de enero de 2016

ESPAÑA: LAS ELECCIONES GENERALES DEL 20 DE DICIEMBRE EN ESPAÑA, Y LOS POSIBLES PACTOS

Ya ha transcurrido un mes desde las elecciones generales del 20D, y aún no se ha formado gobierno aunque todavía hay tiempo

El 20 de diciembre, los españoles con su voto se pronunciaron de diferentes formas. El PP y sus acólitos diarios de derecha se aferran a manera de justificación, y con una marcada y burda intención manipulativa, en decir que ganaron las elecciones. Una simple suma aritmética deja bien claro que ganó la opción de un gobierno alternativo al PP. Si los electores hubiesen querido mantener el estado de cosas actual, hubiesen votado PP; y no fue así. Votaron a una alternativa, sea del color que fuese, porque lo que quieren es cambio. Votaron incluso por su marca blanca “Ciudadanos”, porque recoge en su programa medidas de regeneración democrática, de lucha contra la corrupción, de estimulación a los autónomos, etc. Otra interpretación carece de objetividad política, y seria ignorar lo obvio a base de tanta propaganda, o lo peor, despreciar a priori de la voluntad ciudadana,

Con la actual fragmentación de escaños, indiscutiblemente que es más difícil conformar gobierno y probablemente gobernar. Habrá que acostumbrarse, porque es el reflejo de una sociedad en cambio. Al  mismo tiempo, hay muchos intereses comunes dentro de los partidos alternativos al PP, amén de las diferencias. Para la reacción, esta pluralidad alternativa es sinónimo de inestabilidad, ingobernabilidad,  retroceso y de caos. Fiel a su política del miedo como última arma para aferrarse al poder. Desde hace unos años para acá, estos gobiernos de coaliciones se han vueltos frecuentes y de lo más común en Europa. No veo nada anormal dentro de una democracia parlamentaria, aunque así le parezca a muchos después de un bipartidismo de alterne, que en el mejor de los casos se anquilosó, no evolucionó, se corrompió, y en época de crisis empezó a retroceder en las conquistas sociales. Dicho esto, analicemos los posibles escenarios.

1er escenario: Un gobierno del PP, con el voto o la abstención de Ciudadanos y el PSOE. Lo creo muy improbable a pesar de la insistencia de la derecha y de las empresas del IBEX 35, y de las acusaciones de Podemos, empujando al PSOE  hacia el PP.

Ciudadanos, ya antes del escrutinio e inmediatamente después de las elecciones, se descartó a favor del PP, y del cambio cosmético. Declaró estar dispuesto a abstenerse para que el PP gobierne en alianza con el PSOE, en aras de la “estabilidad”. Se confirman las expectativas. Trata de aparecer ante los electores, como el partido maduro, conciliador y moderador para la creación de un gran pacto de estabilidad, cuando en verdad están apoyando al PP, a su hermano mayor. Ciudadanos, fundado hace 8 años, sale de Cataluña y es lanzado a nivel nacional, curiosamente coincidiendo con el auge de Podemos. Este partido y su líder son un producto de Marketing, que las empresas del IBEX 35, y el departamento del Tesoro norteamericano a través de Garicano, han relanzado como contención a Podemos y como alternativa al PP, si este entraba en caída libre. Finalmente el PP no alcanzó la mayoría absoluta, ni en solitario ni en una posible alianza con Ciudadanos, y no podrá formar gobierno aunque Ciudadanos le de su voto. Ahora, Ciudadanos decide jugar otra carta, ha anunciado que votará en contra de cualquier alianza con Podemos, so pretexto de que estos últimos proponen la ruptura de España. De negociador entre el PP y el PSOE, ha pasado desde el primer momento, a torpedear cualquier posible alianza o pacto entre PSOE y Podemos

Para el PSOE, pactar con PP, o incluso abstenerse, sería un suicidio político. Sería reconocer tácitamente que no está dispuesto a rectificar, y a cambiar el estado actual de cosas. Perdería definitivamente el electorado de izquierda, y se tendría que conformar con disputarse la clase media no indignada con Ciudadanos. De sobrevivir a ese holocausto, quedaría muy debilitado o se diluiría con Ciudadanos y el PP. Por tanto, el PSOE no apoyaría un gobierno del PP

2do escenario. Un Gobierno del PSOE en alianza con Podemos, y los otros partidos minoritarios. El PSOE tiene dos opciones; o se arriesga a unas nuevas elecciones, o trata de formar gobierno. Esta opción no deja de ser difícil pero no imposible, si todos los partidos de izquierda y los minoritarios fijan objetivos y demandas generales y comunes; sin renunciar a discutir y buscar alternativas a corto, mediano y largo plazo para sus demandas concretas

El PSOE y Podemos tienen mucho en común, aunque con matices: no sólo en el diagnóstico, pretenden también derogar la ley laboral del PP, la LONCE, la ley Mordaza; parar los desahucios sin alternativa a techo; la creación de empleo; reformar la política fiscal; subir el salario mínimo por una vía u otra; blindar el estado de bienestar en la constitución, en derechos y presupuesto; la lucha contra la corrupción; la regeneración democrática, etc. Ya Podemos flexibilizó la línea roja del referendo Catalán. Otra cosa es, si la mayoría del PP en el Senado, y sus votos nada despreciables en el Congreso lo permiten (algo ya anunciado de forma clara, prepotente e irreverente con el electorado, por el PP); y máxime si el PSOE no logra incorporar a Ciudadanos al Gobierno o al menos lograr su abstención.

Hoy el PSOE es la segunda fuerza política, y según las últimas encuestas han ido perdiendo simpatizantes desde las elecciones, y de irse a una segunda vuelta saldría muy debilitado, máxime si no deja claro que hizo todo lo posible por formar gobierno. Tratar de formar gobierno no sólo es una responsabilidad histórica en nombre de la izquierda, sino también, y sobre todo, su tabla de salvación; y ya no sólo como partido, sino también como Pedro Sánchez. Si no forma gobierno, con seguridad será sustituido o al menos lo intentaran en el próximo congreso.

Es incuestionable el papel de la mesa del congreso en la tramitación de proyectos de leyes, en la creación o no de comisiones de investigación, etc.; y es discutible la primacía del PP en la jerarquización de sus miembros. Si en vez de estarse acusando mutuamente el PSOE y Podemos, se hubiesen sentado a negociar la composición jerárquica de la mesa, tal vez el resultado hubiese sido otro. En este caso, el rol más destacado lo jugó Ciudadanos, como mediador.

Comprendo a Pablo Iglesias cuando se aferra a su compromiso electoral con las bases de Cataluña, Valencia y Marea, en cuanto a que iban a constituir grupos parlamentarios propios. Esto le rompe la unidad aunque fuera en lo formal. Tal vez Podemos desconocía el reglamento, o lo subestimó, o pensó que lograría mayor representación en las elecciones generales. En cualquier caso, no veo por qué políticamente no podía ser. Primero, porque ya el PSOE dio un primer paso cediendo senadores a ERC y a Libertad y Democracia, para que tuvieran representación. Ah! ¿Que el Senado es la cámara de las nacionalidades? Por favor, eso no se lo cree nadie hasta que no se haga una reforma constitucional y se incluya en ella su razón de ser. Tal vez el PSOE negoció con ellos el voto a su favor en una posible investidura. Vale, porque otra cosa de ellos no va a lograr. Pero por qué no aplicó el mismo rasero en el Congreso, para la constitución de estos tres grupos parlamentarios independientes. Eso también era un guiño a Podemos, y a estas fuerzas en aras de recabar su apoyo y facilitar el entendimiento; y un mensaje nada despreciable a los nacionalistas, no necesariamente independentistas. Maduren joder, dejen los caprichos y vanidades a un lado, y la ley del embudo. Estamos hablando de negociación no de imposición de criterios

Toda negociación es difícil, pero empezar acusándose unos a otros y poniendo líneas rojas, va en contra de toda lógica y sentido común. Todo el mundo tiene que ceder algo, sin renunciar a sus principios básicos, programáticos. Ya en esta etapa hay que distinguir entre deseos, compromisos y realidad, máxime cuando la decisión final depende de varios y no de uno sólo. Si se explica bien, y hay transparencia, el electorado lo entenderá. No se puede negociar desde posiciones de fuerza, y mucho menos desde posiciones de “chantaje” político, empujando al PSOE al Ciudadanos.

No me cuestiono la propuesta de gobierno, vicepresidencia y ministros anunciada por Pablo Iglesias. Es legítima y razonable, porque es la tercera fuerza más votada, a escasa diferencia del PSOE, y se compromete a legislar y gobernar, con el riesgo político que eso presupone, a diferencia de Ciudadanos que no le gusta mojarse. Propuso el mismo rasero de proporcionalidad que se aplicó para la conformación de la Mesa del Congreso; otra cosa son las carteras. Respetando el incuestionable historial del PSOE, no veo nada humillante en ello, aunque el método y  la forma son discutible.

El cuestionamiento del poder real y liderazgo de Pedro Sánchez, le resta fuerza y capacidad de negociación, y le hace el juego a los varones conservadores del PSOE. Aunque unas segundas elecciones están dentro de las probabilidades, cosa que no creo, es un error continuar con esa táctica de campaña electoral, de machacar a Pedro Sánchez.

Entiendo el desespero de Podemos después de un mes de tibieza y excesiva parsimonia de todos los líderes de partidos; pero la prisa es mala consejera máxime cuando nos volvemos soberbios e ignoramos la sensibilidad de los demás, y lo que es peor aún, que el PSOE tiene mucha presión interna y externa, y puede dar un bandazo. Después de la primera votación de investidura quedan dos meses para todo tipo de pactos y negociaciones. Mientras más nos acerquemos a la fecha para convocar otras elecciones, más desesperados e inverosímiles serán los pactos. Para hacer las cosas bien y respetar lo expresado por los ciudadanos en las urnas, hay que negociar sin prisas; y no empujar al PSOE a manos de Ciudadanos

3er y último escenario posible. Un Gobierno del PSOE en alianza con Ciudadanos, y con la abstención del PP. De esto se ha hablado poco pero no lo descarto totalmente, si se imponen los varones conservadores del PSOE, y si Pablo Iglesias sigue alimentándolos con su arrogancia. Esta alternativa de gobierno, (seguramente del agrado de su cúpula conservadora) con Ciudadanos, es una una alternativa de gobierno que en última instancia el PP vería con buenos ojos, y se abstendría con tal de excluir a Podemos del gobierno

La sociedad se abre paso a través de las crisis. Se reacomoda, rectifica, corrige desviaciones de todo tipo. Esto se produce como tendencia, y se manifiesta en forma de espiral. Si no se aprovecha el momento puede dilatarse el ascenso, y el “crecimiento social”. Este es el momento de la izquierda. Durante las crisis se polariza la sociedad y la izquierda crece, pero si se pierde esa oportunidad, las aguas vuelven a su lugar, y entonces todo será más difícil, y dilatado en el tiempo.

lunes, 11 de enero de 2016

ESPAÑA: NO ME DECEPCIONÉIS OTRA VEZ, POR FAVOR

La lectura de la Carta abierta a Pedro Sánchez, de Gonzalo Iglesias en La Región (http://www.laregion.es/opinion/gonzalo-iglesias-sueiro/carta-abierta-pedro-sanchez/20160108212225592089.html) me ha estimulado para expresar públicamente mis criterios sobre el PSOE. No pertenezco a ningún partido, lo que me da la posibilidad de decir cosas que el profesor, a quien admiro, tal vez no podría decir aunque quisiera, por su afiliación al PSOE.

Se especula mucho sobre los resultados electorales del 20 D, y sus causas. Ya en http://racionalismopolitico.blogspot.com.es/2015/03/12.html, había alertado del peligro de extinción del PSOE sino rectificaba su política a tiempo. Hoy, lo más fácil y cruel es cargarle toda la responsabilidad al secretario general, de cuestionable liderazgo o no, cuando el declive electoral del PSOE es muy anterior a su mandato. Analicemos las causas.

Primero; el inicio del segundo periodo de gobierno de Zapatero coincidió prácticamente con el inicio del ciclo recesivo de la economía mundial, esta vez producto de la espiral descontrolada del capital financiero especulativo. Esta crisis, que empezó en EEUU, se extendió rápidamente  a toda Europa y se cebó en España, porque el 30% del PIB español correspondía a la industria del ladrillo y al sector inmobiliario; y porque las Cajas de Ahorro (dirigidas por  políticos) habían renunciado a su razón de ser, para asumir funciones de Bancos, engordando con el capital de riesgo. Malas prácticas y decisiones, que venían desde  Aznar, y que Zapatero continúo. Este último no creo la crisis, pero a él y su gobierno le faltó visión, y aplicaron una política continuista. Tardó mucho en reaccionar y gestionó mal la crisis, y para llenar la copa, tomó medidas anti populares promovidas y compulsadas por Alemania, que iban contra la razón de ser de un partido socialdemócrata: el estado de bienestar. Cuando se percata de la debacle, adelanta las elecciones, pero el daño ya estaba hecho. Ahora cabria preguntarse, ¿Cómo el electorado podría confiar en el programa electoral del PSOE y las buenas intenciones de Pedro Sánchez?  si aún, y digo aún, nadie de la directiva del PSOE, ni de los Varones desde sus “feudos”, han pedido perdón por los errores cometidos, tal vez mostrando un falso concepto de fidelidad a Zapatero y al legado del PSOE, pero que en realidad se podría interpretar como soberbia y menosprecio a su electorado

 Segundo; la legislatura actual del PP, con su política de austeridad para los pobres y la clase media, y su falta de sensibilidad humana acentuó las brechas sociales, y con ello la indignación popular. El PSOE no reaccionó, y ni siquiera intentó acercarse y canalizar las inquietudes y denuncias de los más afectados por la crisis y las medidas de austeridad. Se limitó a criticar los ajustes y decisiones del PP. En su defecto, surge Podemos, que escucha, apoya y canaliza a los indignados mediante un programa de medidas cumplibles o no; y sale “curiosamente” de la sombra, el partido Ciudadanos, después de 8 años de fundado

Hasta hace muy poco el programa electoral del PSOE se limitaba a plantear que derogaría todas las leyes, reformas y ajustes adoptados por el PP en solitario, y a un Federalismo que aún no explicado bien en qué consiste. Si bien esta declaración de intenciones es necesaria e importante, no es decisoria para revertir la situación. Cualquier solución a los problemas de España pasa necesariamente por cambios estructurales de la economía para garantizar creación de empleo estable y sostenido (que no han sabido argumentar), y por la regeneración democrática para ajustar la maquinaria política y para evitar repetición de errores y la impunidad. Lo demás es seguir en sus trece. El PSOE perdió la iniciativa, y se ha limitado a tomar las propuestas de Podemos, con un enfoque más “digerible”. No hay nada que enajene más, y limite la inteligencia, que los largos años en el poder. Me da la impresión que no han entendido para nada lo que está pasando en España hoy. La falta de auto crítica del PSOE, y su pasividad, unido a la falta desde un inicio de un programa que recoja, y proponga soluciones reales y nuevas a los problemas actuales lo ha apartado del liderazgo político que exigen las condiciones actuales

Tercero, desde el mismo inicio del proceso de elección de Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE, la división interna y la lucha egoísta por el poder han aflorado con fuerza; incluso en estos momentos cuando se necesita autoridad y capacidad de negociación. Desde Felipe González con “sus criteriazos” políticos propios de añoranza protagónica o del abandono de sus ideales iniciales, hasta Susana Diaz con sus ambiciones, se han encargado de “serrucharle el piso” a Pedro, sin percatarse de que se lo están serruchando también al propio PSOE. Ahora, el argumento que esgrimen es el mal resultado del PSOE en las elecciones generales, y el no hacer concesión a la integridad territorial de España !Que espectáculo más deprimente! Eso tienen las crisis; no sólo generan cambios y reajustes, sino que también hacen aflorar de golpe las contradicciones internas de un partido de centro, en este caso del PSOE, con dos tendencias ideológicas que han servido de acomodo a algunos de sus dirigentes históricos, según las circunstancias. Por un lado, los conservadores, y los oportunistas, asociados o no a algunos de los líderes históricos del PSOE, que no quieren cambio y prefieren en última instancia pactar con el PP; y por otro lado, los que quieren reconducir el partido a la izquierda, reflotarlo, adecuándolo al estado actual de cosas, sin renunciar a su base social: la clase media. El primer grupo, vinculado y comprometido con el capital y la plutocracia; y el segundo, con una base social muy diversa donde predominan funcionarios, trabajadores, autónomos, pequeños empresarios y obreos En este difícil contexto, el factor interno ha promovido más incertidumbre y dudas al electorado, sobre la capacidad de negociación y autoridad de Pedro Sánchez, y por tanto del PSOE, para poder formar un gobierno que responda a los resultados de las Urnas: “Queremos una alternativa de gobierno al PP”

Como se podrá deducir, el culpable de que el PSOE no ganara las elecciones o de que no saliera mejor parado en este mosaico político de 4 colores, y tan diferente al existente en anteriores elecciones, no es Pedro Sánchez, que aunque tiene buenas intenciones, ni le apoyan, ni lo dejan dirigir. Si existe un Podemos, y salió de la sombra con fuerza Ciudadanos, es porque el PSOE no supo interpretar el momento, y romper con la vieja política, para canalizar los intereses de izquierda y centro. Por favor, no vuelvan a reincidir en el mismo error; y a caer en la tentación de buscar falsos culpables. Las justificaciones son el recurso de los necios y prostituyen los principios y las grandes obras

Todas las encuestas reflejan que en unas nuevas elecciones, el PP y Podemos saldrían beneficiados. Si el PSOE no logra formar un gobierno de coalición de izquierdas, saldría el peor parado, pues el electorado de izquierdas se sentiría traicionado y lo castigaría en las urnas. De la misma forma le ocurriría a Ciudadanos que quemó naves antes de tiempo, al decir que se abstendría para que gobernara el PP, cumpliendose con las expectativas de ser marca blanca del PP. Pero el PSOE está a tiempo de rectificar, y conformar una coalición de izquierdas. Analicemos el último argumento de los conservadores del PSOE para no pactar: “No aceptaremos el condicionamiento de Podemos, del Referendo en Cataluña”.

Veamos. El nacionalismo catalán hace años que existe, pero evidentemente el PP ha sido un catalizador y generador de independentismo, con su miopía política, prepotencia parlamentaria y atrincheramiento jurídico, llevándolo a niveles nunca vistos. El independentismo catalán expresado en urnas, es de un 48% de la población con derecho al voto; y según las encuestas, el % que quiere o ve con buenos ojos el derecho a la autodeterminación en un referendo, es aún mayor. Esto no se puede negar ni obviar. Se ha llegado tan lejos, que hoy es muy difícil reconducir esa situación

¿Qué se pudiera hacer? 

Primera opción, la gubernamental: contención jurídica, restricción de libertades, supresión de la autonomía y represión, porque es de suponer que habrá reacción. Esto sería la pérdida irremediable de Cataluña, pues ya no habría marcha atrás. Mejor es no pensar en ello, y no abundar más. Desgraciadamente hay mucha gente buena que el sentimiento nacional le ha nublado la vista dentro y fuera de Cataluña, y lo han apostado todo a esta opción. Quisiera pensar en que finalmente prime la cordura por ambas partes. 
Segunda opción, la Negociación. Para ello primero hay que reconocer la realidad y no ignorarla; segundo ganar tiempo, para tratar de minimizar las circunstancias agravantes que avivan el fuego y polarizan la sociedad catalana, y para que se enfríe un poco la carga emocional independentista; y tercero, acceder al referendo bajo determinadas condiciones negociadas, en preguntas, % necesario de votos para la autodeterminación, y tiempo para creación del marco jurídico

La indignación en España es a nivel de todo el estado, y el crecimiento del independentismo catalán también tiene un fuerte componente social condicionado por la crisis, amen de la manipulación ex profeso de la Generalitat. Su composición por partidos es dominantemente de izquierdas, Un gobierno de izquierdas en la Moncloa, facilitaría la negociación, y contribuiría a mejorar el clima social y a reabrir nuevas esperanzas y alternativas en Cataluña. Por otro lado, y de acuerdo a la constitución vigente, hoy aprobar un referendo en Cataluña requiere en cualquier caso de su aprobación en el Parlamento y en el Senado, y sería no vinculante. Para ser vinculante habría que modificar la constitución. Se necesita tiempo, y consenso; y hay que intentarlo y lograrlo aunque haya que persuadir a todas las partes, dentro de Cataluña y en Madrid. Es la única alternativa cuerda y sensata para frenar la escalada independentista, y la arrogancia de los que se atribuyen el derecho exclusivo a pensar y determinar por el pueblo catalán. Nada más parecido al totalitarismo. Y si al final, ganara el independentismo dentro de un marco legal y democrático, no hay otra opción en un mundo democrático y civilizado, que aceptarlo

Acaban de triunfar los independentistas en el Parlamento catalán, con la elección de un Presidente independentista convencido, con antecedentes de llamar a la desobediencia civil e invasores a los españoles; y que anunció ya la continuidad del proceso de desconexión de España.

Para mi decepción, muchos, oportunistamente, y otros, asustados, ven necesaria y deseable, una gran coalición PP-PSOE, ahora más que nunca. Yo no lo veo así, por el contrario. Ahora más que nunca veo la necesidad de un gobierno de izquierdas, incluso con el partido Ciudadanos si es posible, que movilice las fuerzas democráticas de Cataluña para exigirle al Gobierno Catalán que no hable en nombre de todo el pueblo catalán; que pase a la negociación y el respeto a las normas democráticas mundialmente aceptadas para estos casos, ó que convoque unas nuevas elecciones, porque eso no es lo que dijeron las urnas  

Siempre he dicho, que largos años en el poder nublan la visión, afectan el sano juicio, y en muchos, muchísimos casos, corrompen el alma. Ojala y los Varones del PSOE recapaciten, y dejen a un lado sus ambiciones personales, su vanidad, rompan sus silencios cómplices y despierten de su acomodamiento material y espiritual, poniendo nuevamente al PSOE al frente de los cambios para España, como cuando la transición. Tiempos difíciles requieren de mente fría y racionalidad por encima de los sentimientos. No me decepcionéis otra vez, por favor