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viernes, 15 de enero de 2021

La libertad de expresión y su enmarcación jurídica para todos: una asignatura pendiente

Desde la izquierda y la derecha, hay pronunciamientos a favor y en contra de la decisión de las tecnológicas Twitter, Facebook e Instagram, de cortar, suspender o restringir, temporal o permanentemente, la libre expresión de un usuario, en este caso, del presidente de EU ¿Debieron hacerlo o no?¿Podían hacerlo o no? Tenido en cuenta la repercusión política de las irresponsables e incendiarias declaraciones de Trump, que culminaron en el asalto de parte de sus partidarios, a la sede de la soberanía y la democracia estadounidense, pienso y aplaudo la decisión tomada; sobre todo por el rol cada vez más creciente de las redes sociales en la movilización ciudadana, para bien o para mal. Creo, como muchos, que hubo razón y motivos razonables y suficientes para hacerlo, desde el punto de vista ético, desde el consenso social democrático occidental; pero aún así, no deja de ser controversial. 

Esa conducta de Trump, es políticamente censurable y sancionable, y tal vez hasta judicialmente, pero cabría preguntarse, de si a las tecnológicas les asiste el derecho o no, como sujeto, para regular o restringir la libertad de expresión, ya no solo de Trump, si no de cualquier internauta. Hoy ha sido por una buena razón, de bastante consenso, pero mañana podría ser por la autoridad que le da el monopolio tecnológico y bajo un criterio moral, político o ideológico muy personal de sus dueños. Hoy, no existe legislación alguna que les prohíba o regule el "quien vive y quien no" en las redes; y aunque sus dueños y accionistas, son tan dueños y accionistas como los de los medios tradicionales de comunicación, no están sujetos a la misma legislación; y ni siquiera los internautas. Existe un limbo o vacío jurídico, que los mantiene a los dueños, por encima del bien y el mal; y en menor medida, también a los internautas

Como siempre ha sucedido, la tecnología precede a la moral social y al derecho. En esta era, de 3ra a 4ta revolución industrial, la tijera se ha abierto total, y descontroladamente a favor de las tecnológicas, planteando dilemas e interrogantes como la relación entre automatización-robotización y creación  de empleo; entre la disminución de este último y la formación y aseguramiento del fondo de pensiones, de la seguridad social; entre los beneficios empresariales globales y los impuestos nacionales que deben pagar estas empresas; entre producción-desarrollo y su sostenibilidad y sustentabilidad; y entre la frontera física, material del derecho y la virtual; etc., etc.; pero ahora, me referiré sólo a lo relacionado con la libertad de expresión.

 Existe cierto consenso social en que, la libertad de expresión termina cuando de forma premeditada y reiterada se atenta contra la integridad moral de una persona, familia o colectividad; cuando se exalta e incita al odio y a la violencia; cuando se llama a la sedición y la rebelión, pero aún así, en este último caso, hay constituciones que recogen este derecho como opción lícita del pueblo, para defenderse de una dictadura sangrienta o impuesta por la fuerza. Sin embargo, la mayoría de las aberraciones y enajenaciones de la libertad de expresión, no están refrendadas en ley; y si existieran en algún país, no dejan de ser ambiguas en cuanto a margen de interpretación, como sucede con la mayoría de los principios constitucionales desarrollados en leyes. Y yo pregunto, ¿Qué se entiende realmente por odio y por su incitación? ¿Odio político, racial, religioso, de género, o de todo tipo?¿Qué se entiende por violencia, por su incitación y exaltación, por sedición y sublevación?¿Cuando, en ambos casos, son sancionables, o juzgables, o no?

 Tal vez esta decisión, de suspender la cuenta de Trump en redes, de un pie forzado para la discusión y búsqueda de consenso, a nivel internacional, sobre el marco administrativo, político y judicial, donde se mueve y se protege la libertad de expresión; sin que en ningún caso, ningún ciudadano llegue a sentirse coaccionado, amordazado, amenazado o aislado mediáticamente para, ejercer su libre derecho a criticar, a manifestarse públicamente, y exigir respuestas a todas las instituciones publicas y privadas que transgredan ese derecho sagrado. Las tecnológicas no deben y pueden tomar la justicia por sus manos"; como tampoco muchos diarios, y cadenas televisivas y de radio, que mienten impunemente, que linchan mediáticamente a políticos, líderes, o a personas molestas; y manipulan la información, borrando los límites entre la información d e los hechos y la opinión. La libertad de expresión, símbolo y base de la democracia occidental, necesita ya, de un enfoque transversal, integral y garantista, en su interacción dialéctica entre derecho y responsabilidad

sábado, 20 de junio de 2020

CUBA, NUESTRA CUBA, Y EL BLOQUEO NORTEAMERICANO

Siempre me he considerado un tío positivo, humano y muy cubano. Y obviamente, eso me lleva a respetar el derecho de cualquier cubano, dentro o fuera de Cuba, desde cualquier latitud del mundo, a expresarse y defender su derecho a ello, al margen de ideologías, y de inclinaciones políticas.

Me enorgullezco de mi origen; de cualquier éxito pasado o presente de nosotros como país, como pueblo, y como individualidades. No me interesa la ideología de la cubana que vive en New York, que fue elegida jueza; del excompañero de escuela que le va muy bien como médico anestesista en Miami; o del profesor universitario que está por el diálogo; del pariente que ha convertido su Facebook en un pasquín para divulgar todo o malo que se dice de Cuba, cierto o no; o del abogado de Madrid o del dueño de un taller de chapistería en España; para mí son sencillamente cubanos, y me alegra que progresen, y si se sienten realizados, mucho mejor.

Entiendo que haya cubanos que no simpaticen con la revolución porque, fueron repudiados, excluidos, estigmatizados, ignorados, porque no comparten el modelo o por la causa que sea; o que sencillamente, se cansaron de carencias y necesidades. Entiendo que, a algunos, aunque no les ha haya ido mal en lo material, no hayan podido integrarse, y extrañen el terruño, al resto de la familia, de sus amigos de toda la vida, de sus compañeros, hasta los vecinos. Claro que lo entiendo, yo vivo en el extranjero, y no pasa un cabrón día en que no le eche menos a mi Santiago y a mi gente de la otra orilla. Me podría sentir frustrado a mi edad, arremeter contra todos, llenar mi corazón de odio, y renegar de todo, pero no, la decisión fue mía. Nací y viví casi toda mi vida en Cuba, como para amar cada pedacito de aquello, sus calles, su gente; como para entender el funcionamiento de la sociedad cubana actual y no dejarme manipular; como para entender que es pueblo y que es gobierno; entender cómo funciona una economía centralizada, con un fuerte presupuesto destinado en lo fundamental a cubrir los gastos sociales, que con todo el deterioro material por las carencias, es asegurado por los impuestos directos e indirectos de todos los ciudadanos cubanos, sobre el salario o sobre la gestión de empresa estatal, sobre todo; y que tal parece que algunos ya han olvidado, que casi todo en Cuba es estatal, público ¿Que, en Cuba, como en cualquier parte del mundo, puede haber corrupción? Claro que sí ¿Que alguien esté lucrando, a cuenta del sacrificio de los demás? Puede ser, y podría no importarme la toma de medidas o represalias contra personas específicas; pero no me “vendan la moto”, de que el bloqueo a las empresas X, Y, Z de titularidad estatal, y la persecución y sanciones a empresas que comercializan con Cuba, sólo afecta al gobierno; que el bloquear las transacciones comerciales en USD, la entrada de turismo norteamericano a Cuba por cualquier vía, que el impedir la llegada de buques con petróleo, insumos y materias primas a Cuba, no afecta al pueblo cubano; que el tratar de obstaculizar y mermar la colaboración médica en otros que países tras una vergonzante campaña de desprestigio para la que se prestan algunos, no afecta a los médicos colaboradores cubanos, a sus familias y la parte del contrato que va al presupuesto estatal. Pero incluso reconociendo las existencias de esa acciones punitivas y genocidas del gobierno de EEUU, todavía alguien dirá que no hay bloqueo, porque el gobierno de EEUU permite al gobierno cubano adquirir ciertas cantidades de pollo en su país ¿Que es pollo para la economía de un país, que por demás tienes que pagar al cash, porque no le autorizan crédito; y por otro lado le obstaculizan las entradas y tenencias de divisas al país? ¿De dónde saldrá el dinero?

 Y no estoy defendiendo el modelo, que critico cuando lo entiendo, pero que también comparto en muchísimas cosas, y nunca se lo he ocultado a nadie, pues no tengo nada que ocultar, ni temer. Igual se la opinión diferente de muchos amigos y excompañeros, sobre todo residentes hoy en EEUU, y las respeto. Se que la mayoría se sienten agradecidos al país que los recibió como a ningún otro pueblo emigrante, por las motivaciones políticas que sean. Sólo quiero, sin tapujos ni prejuicios, dejar clara mi posición anti bloqueo norteamericano, porque hoy, este es el pollo del arroz con pollo; y aunque mañana pudiera cambiar a arroz, no lo sabemos, ni lo sabremos si no se levanta el BLOQUEO.


En el corto periodo de descongelamiento parcial de las tensiones entre el gobierno de Obama, EEUU, y Cuba, se reanimó la economía y el nivel de vida de mucha gente: el sector cuentapropista o autónomo en general, la industria del turismo y sus proveedores e industrias encadenadas, el transporte estatal y privado, los hoteles, hostales y casa particulares de alquiler; los productores agrícolas, artistas, florecieron montones de figuras y oficios casi olvidados, floreció la cultura, se reanimaron muchas fachadas de la ciudad, y se retomaron muchos planes y se mejoraron muchos servicios, etc. La gente albergaba esperanza, veía indicios de prosperidad. Había menos escaseces, aunque para algunos no representó mucho porque no tenían la divisa para adquirirlo, o su salario no le alcanzaba, ni siquiera para lo básico; lo sé. Con el presidente Trump, no sólo murió ese brevísimo tiempo de distensión, sino que se recrudeció, bajo la presión y dirección de legisladores cubanos americanos, el lobby cubano americano, y con el silencio o complicidad de muchos cubanos. Ya no sé realmente, si algunos cubanos quieren derrocar la revolución desde allá, o simplemente, y eso me asusta, quieren depauperar hasta la saciedad al pueblo cubano residente en Cuba, para demostrar que los que nos fuimos tomamos la decisión correcta y los demás no merecen vivir, ni pensar diferente.

A veces he comentado en familia o con amigos, de que me da la impresión (voy casi todos los años) de que, al margen de las limitaciones reales de libertades civiles en Cuba, la dirección del país se ha ido volviendo algo más tolerante, y sobre todo la población. Hoy, en Cuba, se puede hablar de cualquier tema con cualquiera sin caer en insultos, descalificaciones; pero eso, en honor a la verdad, no lo observo en muchos cubanos que viven fuera, que se comportan intolerantes, impositivos, agresivos y ofensivos, y que paradójicamente, siempre lo han criticado y critican del gobierno e instituciones estatales y partidistas cubanas. Sólo aspiro, a que todos los cubanos interioricemos, que la motivación de la política de EEUU hacia Cuba, no son los derechos humanos, ni las libertades; sino, porque no le da el mismo trato a China, Vietnam, Arabia Saudí, Marruecos, Turquía, etc. No me cabe otra explicación, que no sea, la obstinación por el orgullo herido, del que no deja de sangrar; o la cercanía geográfica de una oveja descarriada, mal ejemplo; o el ensañamiento primitivo animal hacia el más débil; o la pujanza y presión del lobby cubano americano; o todas ellas juntas. Lo que, si tengo bien claro, es que, sin el apoyo de los cubanos de EEUU, de la Florida y sobre todo Miami, nunca se podrá poner fin a esta inhumana e indefendible escalada, que rompe con cualquier convención internacional

sábado, 14 de abril de 2018

PROBLEMA GLOBALES: El mundo surrealista en que vivimos

Desde la finalización de la 2da Guerra Mundial, nunca la paz y estabilidad mundial han sido tan frágiles, si hacemos abstracción de la Crisis de los Misiles (1962). La desaparición o desintegración de la Unión Soviética supuso, para muchos, el fin de la guerra fría, de la carrera armamentista. ¡Qué equivocados estábamos! Supuso, eso sí, el resurgimiento de un mundo unipolar totalitarista capitalista, ideológico liberal y neoliberal, y mediático universal, donde la manipulación de la verdad, conocida hoy como post verdad, es utilizada con éxito para desestabilizar gobiernos, justificar intervenciones militares y ataques militares “quirúrgicos” en cualquier latitud. Y lo triste, y lo paradójico para el raciocinio humano, es que los malos son vistos como héroes, y la barbaridad como un mal necesario. 

Hoy amanecí con la ya esperada noticia del ataque aéreo de EEUU a Siria, al que se sumaron Reino Unido y Francia. Como único argumento o “prueba”, un vídeo, que en el mundo de la tecnología y las redes sociales puede ser un montaje, una escena resultado de un ataque de pánico, o corresponder a cualquier realidad menos a Duma/Siria. Hay que ser muy cándido, como para darle crédito sin más; y creernos que el régimen sirio es tan estúpido como para utilizar armas químicas en una pequeña localidad, y en un punto específico, teniendo ya ganada la guerra. La ausencia de pruebas físicas: muertos, heridos; de la confirmación por fuentes imparciales; de la comprobación in situ, por expertos internacionales de la OPAQ, de la existencia de armas químicas, no sólo hace inverosímil esta coartada para atacar objetivos militares en Siria, sino que pone en evidencia la premeditación de estos actos, y los intereses inescrupulosos, mezquinos y personales de los respectivos presidentes de estos países. 

¿Por qué no esperaron a que la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, un organismo científico neutral, supervisara en el terreno si hubo ataque químico o no? No, había que apresurarse y atacar antes de que esta llegara a Duma, porque sus justificaciones se les vendrían abajo ¿Por qué un ataque sin la aprobación de la ONU? Alguien pudiera decir, que porque Rusia votó en contra en el Consejo de seguridad, utilizando su derecho al veto como miembro permanente. Sí, pero esas son las reglas que aprobaron los poderosos después de la 2da GM; y las mismas que utiliza EEUU para impedir las resoluciones condenatorias a Israel, y para mantener su bloqueo a Cuba. ¿Quiénes eran los más beneficiados con un escándalo de ataque químico sobre población siria? Los perdedores de la Guerra: los yihadistas y rebeldes, EEUU, y los países occidentales que le apoyan en esta cruzada.

Esta justificación para el ataque aéreo a Siria, es tan real como lo fueron las justificaciones para la Guerra de Iraq. Ya no es sólo motivación ruso fóbica; veo también un acto desesperado para calmar su arrogancia, veo el último zarpazo de una fiera herida que no pudo ganar la guerra en Siria como lo ha hecho en otras partes; y veo una calculada intención de levantar una cortina de humo sobre los asuntos internos de sus respectivos países y mejorar su imagen interna deteriorada por el caso elecciones norteamericanas-Rusia; por el Brexit; y por las resistencia interna a las reformas de Macron.
 
Desgraciadamente no pasa ni pasará nada, porque el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, así como la Corte internacional de la Haya están diseñadas por y para los poderosos, para juzgar crímenes cometidos dentro del Tercer mundo, y por actores locales. Ni Bush, ni Blair, ni Aznar serán sentados nunca en el banquillo de los acusados, por sus crímenes de lesa humanidad en Iraq; como nunca serán sentados Trump, Teresa May, y Macron, si mañana se descubriera que no hubo ataque químico en Duma.  Una disculpa pública de alguno de ellos bastaría; y al cabo de unos días, desaparecería de la prensa internacional cualquier alusión a ello.  

La oligarquía financiera mundial, los gobiernos, los organismos internacionales por ellos controlados, y sobre todo su prensa escrita, televisiva y digital, tienen el poder hoy, casi absoluto, de convertir lo absurdo en lógico, la mentira en verdad, los crímenes en daños colaterales y necesarios, los bombardeos en operaciones quirúrgicas, la justicia a los poderosos en una mera disculpa, y los derechos humanos en algo selectivo, sujeto al criterio de aliados políticos, ideológicos o no. 

La mentira se repite hasta la saciedad, y la verdad es amputada como un mal necesario; envolviéndonos a todos en una nube surrealista donde no distinguimos ya entre los objetivo y la manipulación, entre el bien y el mal, entre lo moral y lo inmoral ¡Qué decepción! Tanta educación, cultura, tecnología, vivencias y experiencias acumuladas, que al final son manipuladas y controladas por unos pocos, que se abrogan el derecho de representarnos y nos dicen cómo debemos pensar, y donde está la verdad y donde no. ¿A dónde nos llevaran, si no los detenemos?, si no creamos mecanismos alternativos; si no despolitizamos y democratizamos la prensa pública, y rescatamos la ética y objetividad en la información; si no promovemos una reforma de la ONU, y prohibimos las intervenciones militares en terceros países; si nos dejamos seguir engañándonos.

lunes, 19 de junio de 2017

CUBA: ¿TRUMP - UN NUEVO GIRO EN LA POLITICA DE EEUU HACIA CUBA?

El objetivo del presidente de los EEUU, Trump, con la nueva política hacia Cuba, es conservar el apoyo de los legisladores de la Florida-Miami, en medio de tantos frentes que tiene abiertos; pero también es y será, el que sangra de la herida y la prepotencia de las anteriores administraciones norteamericanas, hacia una pequeña isla que, con aciertos y errores, le ha plantado cara durante más de medio siglo: Matar un pueblo de hambre para que se enfrente a los Castros, es recurrir a la estrategia más antigua y brutal, empleada para derribar murallas, muros, y rendir pueblos. Hoy, ese método es tan vergonzoso y repugnante como el de obtener una confesión falsa bajo torturas. Eso es lo que siempre ha pretendido el Bloqueo norteamericano hacia Cuba

Hoy, la justificación esgrimida por el actual mandatario de la casa blanca, es el GAESA, el famoso grupo administrativo empresarial militar al que hace alusión en su comunicado. Este, tuvo sus orígenes en empresas para el mantenimiento de equipos y medios militares, producción de municiones, y en la producción agrícola a través del Ejército juvenil de trabajo (EJT), para cubrir necesidades alimentarias del ejército. Con el inicio de las reformas económicas en Cuba, el temor a la corrupción, la desconfianza hacia el empresariado civil y el facilismo administrativo, le fue dando un papel cada vez más importante al GAESA en la gestión y administración turística (Grupo Gaviota), y en las tiendas de recaudación de divisas (TRD). Pero, el dinero recaudado por el GAESA, va al presupuesto estatal al igual que lo recaudado por el resto de las empresas estatales. Con la excepción de los autónomos o cuenta propistas, pequeñas empresas, y cooperativas, toda la economía está estatalizada, es estatal es pública, incluyendo el GAESA. Tratar de establecer diferencias, es pura ficción, desconocimiento tácito de la realidad de Cuba o manipulación mezquina. Esto no deja de ser otro pretexto para congraciarse con los dinosaurios políticos de Miami, o para revertir lo promovido por el gobierno de Obama. Lo demás es pura falacia, y una farsa más para justificar su animadversión hacia el Gobierno cubano

En el supuesto caso de que hubiese gente-militares lucrando, sería sin el consentimiento del régimen, y en casos muy puntuales. La mejor evidencia es, que las purgas morales dentro de la dirigencia, cada cierto tiempo, son habituales en Cuba. Pero en el supuesto de que haya gente que lucra, prevarica y desvía recursos públicos, cabría la pregunta ¿estos dejarán de enriquecerse o de vivir bien, por la aplicación de las medidas anunciadas por Trump? Claro que no, ¿a quién pretendemos engañar? ¿A quién y a quiénes afectaran realmente estas medidas? Sin dudas, al ciudadano de a pie; porque entraría menos turismo y dinero al país, y se afectarían los planes sociales y los suministros a la población; se afectaría también al agricultor y productor individual o cooperativo que le vende sus producciones a los hoteles y restaurantes del turismo; a los trabajadores del turismo (que dicho sea de paso no son militares) al reducirse plantilla laboral y en propinas; afectaría al que tira pasaje (boteros, servicio privado de alquiler de coches); al que alquila alojamiento; al del paladar o restaurante privado; al guía turístico por cuenta propia; a los trabajadores vinculados a empresas abastecedoras al turismo; a los familiares de estos; en fin, a la inmensa mayoría de la sociedad. 

Por otro lado, dejémonos de hipocresía. Si realmente EEUU está tan preocupado con los derechos civiles, ¿por qué no aplican la misma política a Arabia Saudí, Emiratos árabes, a Turquía, Marruecos, etc; o a China? Si le interesa realmente la población cubana, ¿por qué defienden a ultranza los derechos civiles en detrimento de los sociales, básicos y vitales en cualquier sociedad? ¿O por qué siguen “facilitando” con su bloqueo, justificaciones políticas al régimen para explicar las carencias materiales, y restricciones de derechos? Simplemente, porque eso nunca le ha interesado. Su verdadero preocupación, es, que a sólo 90 millas está el mal ejemplo, y el desafío político más grande que hayan tenido, sin poderlo resolver durante más de medio siglo. 
Cuba no ha dejado de ser un problema doméstico para los EEUU. Este sentimiento es alentado por algunos cubanos americanos (que ya son más norteamericanos que cubanos, incluso muchos han nacido allí), que no han dejado de sacar tajadas políticas y económicas. Elementos imbricados en la política estadounidense, que promueven, alimentan y financian la línea dura con Cuba; y con no tienen otro vinculo sentimental con Cuba, que no sea el odio y el resentimiento. Pero eso, hasta ahí pudiera entenderse; lo que si no hay forma de que entienda, es, a aquellos cubanos que viviendo en la comodidad de países del primer mundo, se han olvidado de cómo es la realidad cubana, como funciona esa sociedad; se han olvidado de que allí están sus familiares y amigos de toda la vida, y apoyan o callan con complicidad, medidas que recrudecerán las carencias en Cuba. Si eso no es mal cubano, que venga dios y me lo diga