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miércoles, 18 de mayo de 2016

ESPAÑA: LA ÚLTIMA VISITA DE MARGALLO A CUBA


Escuchando las palabras de García Margallo, ministro de relaciones exteriores y cooperación de España, en el programa televisivo la “Mañana de la 1”, me he sentido obligado a escribir. Ante la pregunta de la periodista, que representa a un amplio sector periodístico conservador y de derechas, sobre su visita a Cuba y lo que podría representar de apoyo al régimen de los Castros, su respuesta fue consecuente con la ideología de su gobierno, pero sobre todo práctica, y merece mi respeto
  
Argumentó, que si fueron tres Papas, el jefe de gobierno del estado capitalista más poderoso del mundo, EEUU, e históricamente el más hostil al gobierno revolucionario de Cuba, y otros jefes de estado de importantísimos países de Europa, ¿por qué no lo iba a hacer España?, máxime cuando se ha logrado incluir el asunto de los derechos humanos, en las negociaciones ya cerradas entre Cuba y la UE para eliminar la llamada posición común promovida durante el Gobierno de Aznar. Segundo, que históricamente España ha tenido presencia económica en Cuba, sobre todo en la industria turística, y que no puede perder la nueva coyuntura para profundizar su presencia, y abrir nuevas puertas al Capital español en Cuba.

Afortunadamente, hay un distanciamiento entre la prensa de derecha y el sentido práctico de los gobiernos de España, desde Franco incluso. La retórica arcaica, conservadora y de gran potencia, manipuladora de la verdad y/o caja de resonancia de lo más mínimo que se publique en contra del gobierno de los Castros, sin constatar su veracidad y objetividad en la mayoría de los casos, deja mucho que desear y de leer. ¿O eres Dios o eres Diablo? No por gusto, instituciones internacionales de estado de opinión, catalogan a la prensa española como la menos plural de los países desarrollados, aunque en honor a la verdad, hay, por suerte, programas y publicaciones periódicas que se distancian de ese facilismo y oportunismo mediático.

La presencia española en Cuba siempre ha sido tan fuerte, que al culminar la guerra de los cubanos por su independencia de España, con la nefasta y oportunista intervención norteamericana, no hubo odio, ni represión, ni rechazo, ni discriminación a los españoles. Siguió llegando emigración española a Cuba, en proporciones mayores hasta casi el año 1958. La relación entre España y Cuba, su última colonia de ultramar, siempre ha sido especial, sanguínea, familiar, afectiva, cultural. Hasta Expósito (Radio Cope), a su llegada de Cuba, dijo en reiteradas ocasiones, que no creía que hubiese otro país donde se quisiera más a los españoles que en Cuba. La política exterior de Aznar respecto a Cuba, no sólo fue un servilismo manifiesto a EEUU y al capital cubanoamericano de Miami, sino también un intento de romper unas relaciones que están por encima de ideologías y esquemas políticos. Franco, a quien no se le puede acusar de comunista, nunca rompió relaciones con Cuba. Fraga, fundador del PP; Adolfo Suárez, Felipe González, Zapatero y Nuñez Feijó estuvieron en Cuba; y este último anunció una próxima visita

Por otro lado, me gustaría escuchar a esos mismos periodistas y tertulianos, establecer diferencias entre las relaciones estatales de España con Cuba; y las relaciones con la China comunista; y con los regímenes dictatoriales, monárquicos y autocráticos del Medio oriente, o con la Turquía de Erdogan y la Monarquía de Marruecos donde se violan constantemente los derechos humanos. La doble moral no sólo siempre es censurable, sino que también descaracteriza y pone en evidencia la profesionalidad y la honestidad del periodismo que la utiliza como arma arrojadiza sobre sus adversarios ideológicos.

Finalmente, quisiera detenerme en la última parte de la respuesta de Margallo, cuando dijo en este mismo programa “hoy, la inmensa mayoría del pueblo cubano lo que quiere es progresar económicamente”. Esto en su boca, es reconocer que la política no es la prioridad de la mayoría de los cubanos, como lo quieren hacer ver, y se empeñan en ello los paladines, civilizadores y apologéticos de la democracia europea, los nuevos Cruzados. 

En otra ocasión he dicho, que pretender que se caiga un gobierno extranjero, con medidas económicas que afectan a su población, no sólo es reaccionario, injusto e irresponsable,  sino también una gran muestra de falta de sensibilidad humana. Se imagina el lector, que todos los países poderosos en aquella época de Franco hubiesen pretendido matar de hambre al pueblo español para que este se enfrentase a la dictadura; y eso que hay distancias, eh! porque en Cuba no hubo, ni hay asesinatos ni desaparecidos

En Cuba hay unipartidismo, las minorías ideológicas no tienen espacio, hay ciertas restricciones de los derechos civiles, y en tal sentido es válida la crítica, la confrontación teórica, y hasta su denuncia; pero hay otros derechos humanos, recogidos como sociales y económicos en la Carta de la ONU, a los que la inmensa mayoría del pueblo no quiere renunciar, y que son hoy reconocidos por instituciones y organizaciones internacionales. Dejen al pueblo cubano que sea el que piense y decida su destino, como sucedió en España, y no pongan en su boca lo que algunos piensan

Podemos discrepar, defender nuestra ideología, pero manipular y mentir no. Eso no es libertad de expresión, y mucho menos de prensa, por la connotación social, e incluso internacional, de esta última