El
objetivo del presidente de los EEUU, Trump, con la nueva política hacia Cuba,
es conservar el apoyo de los legisladores de la Florida-Miami, en medio de
tantos frentes que tiene abiertos; pero también es y será, el que sangra de la herida
y la prepotencia de las anteriores administraciones norteamericanas, hacia una
pequeña isla que, con aciertos y errores, le ha plantado cara durante más de
medio siglo: Matar un pueblo de hambre para que se enfrente a los Castros,
es recurrir a la estrategia más antigua y brutal, empleada para derribar
murallas, muros, y rendir pueblos. Hoy, ese método es tan vergonzoso y
repugnante como el de obtener una confesión falsa bajo torturas. Eso es lo que
siempre ha pretendido el Bloqueo norteamericano hacia Cuba
Hoy,
la justificación esgrimida por el actual mandatario de la casa blanca, es el
GAESA, el famoso grupo administrativo empresarial militar al que hace alusión
en su comunicado. Este, tuvo sus orígenes en empresas para el mantenimiento de
equipos y medios militares, producción de municiones, y en la producción
agrícola a través del Ejército juvenil de trabajo (EJT), para cubrir necesidades
alimentarias del ejército. Con el inicio de las reformas económicas en Cuba, el temor a la corrupción, la
desconfianza hacia el empresariado civil y el facilismo administrativo, le fue
dando un papel cada vez más importante al GAESA en la gestión y administración
turística (Grupo Gaviota), y en las tiendas de recaudación de divisas (TRD). Pero, el dinero recaudado por el GAESA, va al presupuesto estatal al igual
que lo recaudado por el resto de las empresas estatales. Con la excepción de
los autónomos o cuenta propistas, pequeñas empresas, y cooperativas, toda la
economía está estatalizada, es estatal es pública, incluyendo el GAESA. Tratar de
establecer diferencias, es pura ficción, desconocimiento tácito de la realidad
de Cuba o manipulación mezquina. Esto no deja de ser otro pretexto para congraciarse con los
dinosaurios políticos de Miami, o para revertir lo promovido por el gobierno de
Obama. Lo demás es pura falacia, y una farsa más para justificar su
animadversión hacia el Gobierno cubano
En
el supuesto caso de que hubiese gente-militares lucrando, sería sin el
consentimiento del régimen, y en casos muy puntuales. La mejor evidencia es,
que las purgas morales dentro de la dirigencia, cada cierto tiempo, son
habituales en Cuba. Pero en el supuesto de que haya gente que lucra, prevarica
y desvía recursos públicos, cabría la pregunta ¿estos dejarán de enriquecerse o
de vivir bien, por la aplicación de las medidas anunciadas por Trump? Claro que
no, ¿a quién pretendemos engañar? ¿A quién y a quiénes afectaran realmente
estas medidas? Sin dudas, al ciudadano de a pie; porque entraría menos
turismo y dinero al país, y se afectarían los planes sociales y los suministros
a la población; se afectaría también al agricultor y productor individual o
cooperativo que le vende sus producciones a los hoteles y restaurantes del
turismo; a los trabajadores del turismo (que dicho sea de paso no son
militares) al reducirse plantilla laboral y en propinas; afectaría al que tira
pasaje (boteros, servicio privado de alquiler de coches); al que alquila
alojamiento; al del paladar o restaurante privado; al guía turístico por cuenta
propia; a los trabajadores vinculados a empresas abastecedoras al turismo; a
los familiares de estos; en fin, a la inmensa mayoría de la sociedad.
Por
otro lado, dejémonos de hipocresía. Si realmente EEUU está tan preocupado con
los derechos civiles, ¿por qué no aplican la misma política a Arabia Saudí,
Emiratos árabes, a Turquía, Marruecos, etc; o a China? Si le interesa realmente
la población cubana, ¿por qué defienden a ultranza los derechos civiles en
detrimento de los sociales, básicos y vitales en cualquier sociedad? ¿O por qué
siguen “facilitando” con su bloqueo, justificaciones políticas al régimen para
explicar las carencias materiales, y restricciones de derechos? Simplemente,
porque eso nunca le ha interesado. Su verdadero preocupación, es, que a sólo 90
millas está el mal ejemplo, y el desafío político más grande que hayan tenido,
sin poderlo resolver durante más de medio siglo.
Cuba no ha dejado de ser un
problema doméstico para los EEUU. Este sentimiento es alentado por algunos
cubanos americanos (que ya son más norteamericanos que cubanos, incluso muchos
han nacido allí), que no han dejado de sacar tajadas políticas y económicas.
Elementos imbricados en la política estadounidense, que promueven, alimentan y
financian la línea dura con Cuba; y con no tienen otro vinculo sentimental con
Cuba, que no sea el odio y el resentimiento. Pero eso, hasta ahí pudiera
entenderse; lo que si no hay forma de que entienda, es, a aquellos cubanos que
viviendo en la comodidad de países del primer mundo, se han olvidado de cómo es
la realidad cubana, como funciona esa sociedad; se han olvidado de que allí
están sus familiares y amigos de toda la vida, y apoyan o callan con
complicidad, medidas que recrudecerán las carencias en Cuba. Si eso no es
mal cubano, que venga dios y me lo diga