SEGUNDA PARTE
El Partido Ciudadanos. Como ya dije en
una ocasión, su lanzamiento a la política nacional después de años de
enclaustramiento en Cataluña, sino fue oportunismo porque es legítimo, si fue
muy oportuno. Ciudadanos fue relanzado como la gran “esperanza blanca” de la
nueva aristocracia, plutocracia, y de las empresas del IBEX35, ante el deterioro
y el desgaste del PP.
Desde antes incluso del 20D, ya
se mostraba favorable a un entendimiento con el PP. Al culminar las elecciones,
y no haber alcanzado la mayoría junto al PP, la creación de una gran coalición
PP-PSOE pasa a ser su primer empeño, desde el ropaje de un partido “maduro”, de
centro, con el “encargo social”, de actuar de bisagra para la creación de un
gobierno estable, que en cualquier caso sería conservador.
En las comunidades, Ciudadanos
ha llegado a vetar gobiernos por evidencias de corrupción, pero parece que la
dirección nacional del PP no tiene ninguna responsabilidad en los casos de
corrupción, ni en la falta de enfrentamiento enérgico a los casos concretos
salidos a la luz. Cuando la corrupción le revienta a un partido por diferentes
partes de su cuerpo, es porque ese cuerpo está enfermo. En esta ocasión,
parece que para Ciudadanos eso no cuenta
Comparado con el programa del PP,
cualquier partido en España podría presumir de progresista; y en efecto, y
visto así, Ciudadanos lo es. En su programa hay propuestas interesantes,
de progreso, y otras discutibles, como todo. Sin embargo, el ser más
progresista o menos, depende del contexto socio económico concreto en que nos
desenvolvamos. Y hoy, progresista es ,por encima de todo, parar las políticas
de choque, los recortes sociales, la indefensión; la protección consecuente al
derecho al trabajo y a un salario digno; recuperar las libertades secuestradas
o amordazadas; además de la aplicación de políticas que estimulen el desarrollo
de la pequeña empresa y autónomo, de las que si son partícipes manifiestos. En
casi todo esto, en su programa, sólo hay ambigüedades y paños tibios.
Por otro lado, no puede ser
totalmente Progre un partido que quiere hacer gobierno con un partido (PP), que
salvo la integridad nacional y la lucha contra el terrorismo, únicas políticas
consensuadas, no ha hecho concesión de ningún tipo en favor de un pacto de
estado entre partidos; y que ni siquiera ha dado señales de disposición de
negociar o cambiar algunas políticas.
Ante de la negativa del PSOE a
formar parte de la gran coalición con el PP, pasa al siguiente paso. Tratar de
aislar a Podemos para excluirlo de cualquier posibilidad de participación en un
gobierno.
Sólo empezar la
legislatura, y ya negocia con el PP y PSOE la conformación de la mesa del
Congreso, la ubicación de cada bancada en el hemiciclo desfavorable a Podemos,
y también lo dejan fuera de la Mesa del Senado. En la corta vida
parlamentaria después del 20D, con diversos pretextos no secundó propuestas de
leyes de Podemos y del PSOE, y en el mejor de los casos se abstuvo
Con mucha habilidad, y con
resultados positivos, cosa de película, Ciudadanos, como no podía sumar
escaños para formar gobierno con el PP, cumplió con su misión de evitar a todo
coste un gobierno de izquierdas. Con sólo 40 escaños, llevó al PSOE, por
increíble que aún parezca para la izquierda, a aceptar el 80% de su programa, y
a un acuerdo estratégico que excluía tácitamente, cualquier participación de
Podemos. Este caso es digno de estudiar, en la disciplina de Negociación. Eso
sí, como si los de Podemos (la tercera fuerza más votada) fueran bobos, si
pretendía al igual que el PSOE, que se abstuvieran para que ellos dos
gobernaran en solitario. Se condenó al fracaso así, cualquier posibilidad de
conformar un gobierno de coalición de izquierdas.
Su segundo mérito, es el haberse
consolidado con el voto del centro, en detrimento del PSOE, y contribuir al
posicionamiento de Podemos, IU y a las Confluencias como representantes
exclusivos de la izquierda y de la oposición, también en detrimento del PSOE
Si hay algo que ha quedado claro
en estos meses, es que Ciudadanos es un partido con rostro nuevo y joven
que no está nada distante de las nuevas generaciones del PP. Su objetivo es el
mismo, perpetuar el dominio de las empresas del IBEX 35, pero con concesiones
cosméticas para tranquilizar a los inconformes y/o indignados. En el terreno
socio económico, su plan estrella es la educación, la reforma laboral del “contrato
único”; y favorecer a las autónomos. Ciudadanos, es el relevo
generacional del PP, y por eso éste último le teme, y ataca tanto, porque ve en
peligro su propia existencia
Su protagonismo ha sido decisivo
a la hora de bloquear la formación de un gobierno progresista y de cambio, con
la complicidad consciente o inconsciente del PSOE. Ha sido un
golpe genial, y no se le puede negar el mérito.
Acaban de cubrir los medios la
visita de Albert Rivera a Venezuela. Otra muestra más, de que aunque se vista
de carnero, es lobo, que hace política a lo viejo y fácil, aunque tenga que
manipular la opinión nacional a costa de su supuesta defensa de la democracia
fuera de su país, cuando quiere facilitar o hacer gobierno con el gobierno más antidemocrático
de España, desde la caída del franquismo. “El fin justifica los medios”. Su
intromisión fue tan grande e irresponsable, que llegó a expresar su acuerdo con
un referendo revocatorio en Venezuela
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