Siempre me he dicho, que no hay
nada más parecido a la política, o viceversa, que el Marketing. Las insatisfacciones,
descontentos y frustraciones sociales de una parte importante de la sociedad,
son captados o interpretados por un político, un líder, o por un grupo, que las
toma como suyas y se presenta como el que los va a representar y va a
solucionar sus problemas, si lo apoyan y llegan al poder. En términos de MK, una
necesidad insatisfecha se convierte en una oportunidad de negocio, y se
presenta un producto (un programa, un ideario) a la medida
Con el perdón de los soñadores y de los políticos
honestos, no hay nada más oportunista que la política. Incluso, cuanto estos
soñadores y honestos llevan mucho tiempo en la política, terminan como media, convirtiéndose
en oportunistas. La presión empresarial, del mercado, la corrupción, la falta
de apoyos legislativos, la proximidad de la campaña electoral, las crisis, etc.,
los lleva a la senda de oportunismo quieran o no; porque nos guste o no, esas son las reglas
del juego. Si las incumplen, son desplazados del poder o de la política. La política
es, en última instancia, el arte o la ciencia de llegar al poder y/o de
conservarlo; y no pocas veces a cualquier precio. La competencia es dura y pura,
y ahí se llega negociando, logrando alianzas, aprovechando oportunidades y
rentabilizando debilidades del contrario; dejando a un lado todo lo que no sea
posible en ese momento; cediendo y exigiendo; denunciando y haciéndose el de la
vista gorda; callando verdades cuando no es aconsejable; moderando el discurso
a lo políticamente correcto; sacrificando peones y compañeros de campaña cuando
puede estar en peligro la credibilidad del líder, del partido o del gobierno, etc.
Aunque nos pudiera parecer muy crudo,
esa es la realidad; ese es el modus operandi de los partidos. No me asombro por
tanto, cuando veo oportunismo en los partidos; pero si cuando se pasan, cuando
no tienen escrúpulos
El partido Ciudadanos, o mejor
dicho, el partido de Rivera, es el mejor ejemplo de ello dentro de la política española. Ha cambiado de orientación ideológica y de traje
tantas veces, que resulta difícil seguirle el rastro. Ha sido un tránsfuga ideológico,
hasta que encontró su acomodo en la derecha casi extrema; en el liberalismo tradicional
de la pequeña burguesía, que envidia a los más ricos, y desprecia a los pobres.
En lo político, no se ha quedado atrás, lo que es peor aún. Donde dijo digo, después dice Diego. Su aplicación de la máxima de llegar al poder a cualquier
precio, o del principio maquiavélico de que “El fin justifica los medios” es vergonzante
e irresponsable. Su alimentación del nacionalismo español, su llamado al enfrentamiento
por encima del dialogo; su intransigencia y apoyo a la política de mantener
presos independentistas; y su exigencia para la aplicación nuevamente del 155,
pone en peligro la estabilidad territorial de España (Cataluña), pudiendo llevar
la situación a un callejón sin salida. Su trauma, por verse alejadas su
posibilidades de llegar al poder después de la Moción de censura, lo han
llevado a no votar positivamente a la exhumación de los restos de Franco; lo
han llevado a promover en el Congreso, sin evidencias y saltándose el
reglamento, la desacreditación del presidente Sánchez; pero más censurable es,
cuando según algunos medios de prensa y la Universidad autónoma de Barcelona, hay irregularidades y
poca transparencia en su currículo; o sea, que no es trigo limpio. Desde la Moción,
y amén de los errores del PSOE al arribar y anunciar conclusiones precipitadas, la gestión de Rivera y la de su partido han estado encaminadas a torpedear cualquier medida
o proyecto de ley que venga de la izquierda, no importa cual; a levantar columnas de humo; a
desacreditar a sus líderes, y a llamar “al degüello”. Oposición sin barreras éticas
Derecho tienen en una
democracia, pero los de izquierda y los moderados tenemos la obligación de
desenmascararlos; porque además de sus electores convencidos, sin medias tintas
y que respeto, también hay mucha gente confundida
No hay comentarios:
Publicar un comentario