sábado, 13 de junio de 2020

GLOBAL: Trump el aprendiz de Cesar: “América first and only América first”

Los gobiernos norteamericanos siempre han sido unos arrogantes y descarados conquistadores en nombre de la libertad, de acción para ellos, no para los demás; y a pesar de los cambios geopolíticos, siguen siendo hasta hoy, el último gran imperio. Después de la independencia de las Trece colonias del yugo británico, celebrada por muchos progresistas de aquella época, y coronada con la estatua de la libertad donada por Francia; el gobierno resultante y continuista de esa nueva nación ha considerado a todo el mundo como esfera de influencia, y a otros, como territorios propios, como lo fue la conquista del Oeste, a fuerza de coles y winchester, y la ocupación de la mitad del territorio mexicano de entonces. América Latina se convirtió en el mercado natural de su pujante capitalismo, por virgen y cercanía geográfica, pero también en el receptor por influencia o imposición, de sus patrones de conducta y hábitos, y un espacio de gobiernos lacayunos hasta hoy, con excepciones muy dignas en diferentes momentos.

Su intervención en la guerra cubano-española, y sus imposiciones al débil gobierno de España, le dio a Cuba, a Puerto Rico y a Filipinas; pero más que eso, los estimuló y les abrió el apetito para nuevas conquistas y ocupaciones, a sucesivas políticas expansionistas. El hecho de que ninguna de las dos (2) grandes Guerras mundiales, fueran en sus territorios, le permitió salir económica y militarmente muy fortalecida, y posicionada a nivel global. Impuso su presencia militar y reglas en las zonas de conflictos; al dólar en Bretton-Wood, como moneda de cambio universal; y con el "financiamiento" del Plan Marshall en Europa, estimuló su industria, sus exportaciones y finanzas; pero también su funesta influencia sobre Europa occidental, con la guinda del pastel: la OTAN. También pudo imponer su presencia y dominio sobre las instituciones y organizaciones internacionales, que ha estado ejerciendo hasta hoy, como quien dice. Con el pretexto de la amenaza comunista, sembró el planeta de bases militares, y a sus mares y océanos de super Flotas de guerra; y su complejo militar-industrial, motor de la economía norteamericana, junto con el sector petrolero, ha puesto en el punto de mira a muchos países tercer mundistas, cuyos gobiernos finalmente han sido derrocados por los más diversas y disimiles vías.

Con el gobierno de Obama nada cambió mucho, pero este si cuidó su lenguaje dentro y fuera de EEUU; y a nivel internacional inicio el enfriamiento del Bloqueo a Cuba, firmó el tratado de contención de armas nucleares con Irán, etc. Hoy, este señor, presidente legítimo de EEUU, sin dudas, con una cadena de actos de impotencia desenfrenada, y nostálgicos de épocas pasadas, se enfrenta públicamente a aliados y adversarios; se retira de tratados internacionales como el Acuerdo de París sobre cambio climático; arremete contra instituciones sacrosantas internacionales por su significado humano, como son la OMS y la Corte Penal Internacional de la Haya. Contra la primera, como chivo expiatorio, por el alto costo humano, social y económico, resultado directo de la subestimación de la pandemia; la segunda, porque han “osado” investigar presuntos crímenes de guerra del imperio, de sus tropas, en Afganistán. Nada, que son intocables porque se consideran los dueños del mundo, con impunidad absoluta. El Emperador universal, quiere y pretende seguir dirigiendo el mundo, con el garrote para todos, y la zanahoria para EEUU y sus electores: “América first and only América first”

No voy a hablar de la política interna de Trump, porque esos problemas tienen que analizarlo y valorarlos ellos, sus ciudadanos y electorado. Y mucho menos voy a vaticinar nada, porque clarividente no soy, pero no resulta difícil imaginar la caída inminente del imperio, si no hay cambio de presidente y de política para las ya próximas elecciones  

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