domingo, 25 de diciembre de 2016

PROBLEMAS GLOBALES: EL CONFLICTO ARABE: INJERENCIA-TERRORISMO

La inmensa mayoría de los dictadores y los regímenes autoritarios (monárquicos o no) del mundo árabe, han sido históricamente apoyados y en muchos casos sostenidos por EEUU y otros países europeos. Cuando ya no respondieron a sus intereses económicos, geopolíticos, o de imagen, le han declarado la guerra por cualquier vía, hasta conseguir sacarlos del poder

En las sociedades musulmanas está muy arraigada la religión y el sentimiento tribal, sustentado culturalmente por el Corán. Sus costumbres, hábitos, y percepción de la vida, difieren en mucho del resto del mundo. Todo intento de “occidentalizarlas” por la guerra o apoyando la guerra, sólo ha logrado destapar la caja de pandora: enfrentamientos étnicos, tribales, entre diferentes tendencias dentro de la religión y entre religiones, entre grupos con diferentes intereses y al servicio de una u otra potencia o estado del Golfo, etc. Pero aún peor, ha creado las condiciones para que en medio de la anarquía y la confusión, reaparezca con fuerza la tendencia más retrograda, arribista, inescrupulosa y brutal del islamismo: los Yihadistas, y su terrorismo como principal arma para visualizarse y desestabilizar la tranquilidad ciudadana  

En el supuesto de que haya existido alguna "buena intención" por occidente en el conflicto árabe actual, la medicina ha sido peor remedio que la enfermedad. Invito a colocar en una balanza, después de beber de las estadísticas, los muertos por represiones en épocas de Sadam Hussein, del Gadafi, etc., y las muertes, pérdida de nivel de vida, de desarrollo humano, y de destrucción material, y patrimonial irreversible, que ha representado esta "nueva cruzada" alentada, apoyada y financiada por EEUU, países europeos y Arabia Saudí. Ese es el alto precio de la intromisión, y la injerencia, y aún no ha terminado

Si pareciera poco convincente aún, exhorto a encontrar una explicación racional al auge del terrorismo Yihadista, que no esté vinculada a la actual guerra en el mundo árabe. El apoyo a los opositores a las dictaduras, sin discriminación, supuso ayuda militar y financiera también a los yihadistas. Ya derrocadas las dictaduras, por lo general fuertemente armadas, cayó  en manos de los opositores todo ese armamento. La ocupación de territorios, llevo a enfrentamiento de tribus, de grupos religiosos, a la redistribución de la geografía para constituir el Califato de Daesh, al acceso a recursos petroleros, infraestructuras y financiamiento, por no hablar ya del apoyo de estados árabes que han estado jugando a dos cartas. Anterior a la 2da intervención de EEUU en Irak (1993), el terrorismo de origen árabe no tenía mayor presencia que los Talibanes en Afganistán, y algunas acciones aisladas de la célula de Al Qaeda, cuyo principal líder fue entrenado y preparado por la CIA, en este tipo de guerra. La gran Eclosión se produce a partir de la intervención en Irak. Se rompió así, el frágil pero equilibrio al fin, y se desestabilizó el mundo árabe

De las Guerras, se sabe cómo comienzan pero nunca se sabe cómo ni cuándo acabaran, ni las proporciones que tomará; y por tanto hay que evitarlas. Las bombas, por mucho desarrollo tecnológico que exista, no tienen nombre; y si el contrario se atrinchera en una población civil, entonces el resultado es desastroso. Parece que ya nos olvidamos de las ciudades europeas y japonesas bombardeadas durante la Segunda guerra mundial. Por muy duro que sea lo de Alepo, esa es la guerra; y en Siria hay una guerra, que se pudo haber evitado

Hoy, Daesh está perdiendo los territorios ocupados en Iraq y en Siria, ve desvanecerse sus sueños de establecer y consolidar su Califato; pierde recursos para financiarse y de todo tipo; pero también pierde adeptos que crecen en época de auge, pero en crisis abandonan el barco. Como era de suponer, estas derrotas militares lo llevarían a realizar más acciones suicidas desesperadas en el territorio europeo y de EEUU, con la clara intención de asustar a la población, crear inseguridad; e intentar que los países que apoyan su derrocamiento se replieguen. Después de la crisis de los misiles, nunca la población europea se había sentido tan insegura. La táctica de Lobos solitarios activados como robots, exigirán por largo tiempo la movilización permanente de los servicios de seguridad, y de todas las fuerzas del orden, para poder adelantarnos a sus planes.

El problema real en Siria, nunca fue, ni lo es Bashar al-Asad, ni la violación de los derechos humanos. Hay acusaciones de ambos lados; y además, no creo que alguien pueda asegurar hoy, quienes son realmente los rebeldes, y quienes son los yihadistas. El problema real, es el conflicto de intereses geopolíticos de los poderosos, alimentado por los religiosos (chitas y sunitas), que han llevado a ese pueblo de una cultura milenaria, a autodestruirse, y a un éxodo sin parangón en la historia. A esta altura del conflicto, se impone una actuación racional y práctica, más allá del problema sirio: la expulsión del Daesh de los territorios ocupados en cualquier parte del mundo, y la firma de la paz en Siria. Con paz, y desde la paz, con la participación de Rusia, Europa, EEUU y la ONU, en calidad de garante, se podrá negociar y avanzar en una solución que sea aceptada y asumida por la mayoría. Ya hecho el mal, no queda otra alternativa que la unión de todos para llevar al Daesh a la mínima expresión, y digo mínima, porque es de suponer que se replieguen para los estados africanos más al sur, con presencia musulmán; y porque siempre aparecerá un Lobo solitario cuando menos lo imaginemos o nos confiemos, para recordarnos que las intervenciones militares extranjeras terminan exacerbando los odios hacia los países y población de procedencia. 

Creo sinceramente, que tarde o temprano habrá que rescribir las normas del derecho internacional. La participación internacional en conflictos nacionales ha de circunscribirse estrictamente a sanciones económicas, políticas, juicios en la Haya por crímenes de lesa humanidad, y el envío de tropas de la ONU como garante de paz, sin son solicitadas y acordadas por ambos contendientes en el conflicto. La ONU no puede tener facultades para autorizar intervenciones militares en otros países. La venta de armamento o apoyo logístico y financiero de cualquier tipo, a partes en conflicto dentro de un país, tendrá que ser prohibido, denunciado como incitación y facilitación del genocidio, y sancionado por la comunidad internacional

Al margen de los verdaderos intereses económicos, geopolíticos e ideológicos que están detrás de esta guerra, hay mucha gente en la UE y EEUU, incluso de buena fe, que se siente o se cree más civilizado, más desarrollado cultural y moralmente que los países subdesarrollados, y en consecuencia con derecho y moral a extender la democracia occidental al resto del mundo por la fuerza. Esta posición no solo es un absurdo, fruto del desconocimiento y de las consecuencias de nuestros actos, sino también arrogancia y prepotencia que le abrieron y facilitaron el camino a políticos mentirosos y manipuladores como George Bush, Tony Blair y J. M .Aznar. Sencillamente, ha una gran irresponsabilidad política y humana, que ha mostrado su cara más horrible: el holocausto de pueblos y culturas milenarias; y su reverso, la Xenofobia en pleno siglo XXI, hacia todo lo que huele a árabe.

Que Dios perdone a los promotores y permisores de tanta desgracia, muertes, odio, éxodo, y desamparo a los refugiados 


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