En el anterior escrito hablé del
intento, sobre todo del El PAIS y de los Barones, de buscar un chivo expiatorio
que le cubriera la vergüenza de un PSOE en declive, de un PSOE que cada día
juega un rol menos importante en la vida política española. El "ciudadano a matar", no podría
ser otro que Sánchez; era un secreto a voces. En época de crisis afloran todo tipo de sentimientos
ocultos: lucha por el poder, viejas y nuevas rencillas, desquites y venganzas, etc; y todo esto favoreció este proceso. Hoy, ya es una lamentable realidad
De la forma menos convencional,
menos política, y más grotesca y evidentemente conspirativa, lo acorralaron con
la dimisión de 17 miembros de la ejecutiva. Le dejaron como única tabla de
salvación, el llamamiento a unas primarias para elegir al secretario general y
definir si habría abstención o intento de formar gobierno, que finalmente no
fue aprobado por el comité federal; quien terminó poniendo los destinos del PSOE en un gestora afín a los Barones. El resultado fue el esperado, porque aquí no había nada de
espontaneidad. Hubo un LINCHAMIENTO
A LA USANZA DEL VIEJO OESTE, porque el verdadero juicio lo hubieran
representado las bases con unas primarias, o un congreso en su defecto. Aquí,
no hubo juicio, hubo un golpe en toda regla, encabezado por los socialistas
andaluces, apoyado por los Barones convencionales, y con la venia de Felipe González,
quien dio el pistoletazo de salida desde Chile, con su irresponsable y nada
ética declaración sobre su conversación con Sánchez.
Si querían sustituir a Pedro Sánchez,
¿por qué no convocaron al comité federal y presentaron una moción de censura
contra la ejecutiva actual o contra el secretario general, en vez del escándalo
de las dimisiones? Simplemente no estaban seguros de lograrlo, y necesitaban
tomar la iniciativa, meter ruido, crear la imagen de caos, de falta de
autoridad, para mejorar la correlación de fuerzas en el comité federal
Pienso que a Pedro Sánchez le faltó visión y experiencia para moverse en un terreno tan movedizo para principiantes como lo es el PSOE. Manejó muy mal los problemas de la dirección del partido en Madrid; no trató con tacto a su adversario de primarias, Madina, y lo alejó del primer parlamento al no colocarlo en los primeros lugares de la candidatura de Madrid a diferencia de otros sin méritos dentro del partido, aunque su intención fuera buena. Condenó al fracaso, o lo obligaron a ello, su primer intento de investidura, al negociar por separado con Ciudadanos un pacto donde se excluía a Podemos, a sabiendas de que las matemáticas no daban. Y lo peor, retó a los Barones, le cuestionó su poder histórico, su centralismo y totalitarismo grupal; primero, al convocar primarias para que las bases dieran su visto bueno a su política de no al PP, y si de pacto; y por segunda vez, cuando adelantó, tras los últimas y reiteradas críticas y cuestionamientos públicos de algunos Barones, la información de que convocaría un congreso extraordinario para definir quien seguiría al frente de la secretaría general, y si se apoyaba o no la abstención. Puso en pie de guerra a los Barones. POR FAVOR, NO LO CULPEN DE LOS PROBLEMAS DEL PSOE, QUE SON DE CONTENIDO Y DE FORMA
Al margen del escandaloso método
utilizado, ¿por qué precipitar las cosas ahora, en medio de un inconcluso
proceso de formación de gobierno? ¿Acaso no va contra la lógica de partido? NO
en este caso. La lógica de los Barones es favorecer la abstención al PP para
que este forme gobierno, y ellos pasar a la oposición; tal vez para evitar otro
desgaste del PSOE en unas terceras elecciones; o ambas inclusive. Sánchez
quería intentar formar un gobierno de cambio, y también esto iba en contra de
su lógica, porque siempre han puesto una barrera entre el PSOE y Podemos. Nada,
que era preferible claudicar, que retomar el rumbo inicial del PSOE hacia la
izquierda, el rumbo a reparar las injusticias y marginación social En cualquier caso, la situación de hoy no
puede ser peor. Un PSOE roto, debilitado, sin capacidad ni fuerza para negociar
una abstención decorosa con el PP, si es que se le puede llamar así. Desde
cualquier lugar que se mire, esto ha
sido UN ACTO SUICIDA, Y UNA TRAICIÓN a las bases y sus simpatizantes, por
activa o por pasiva
Por otro lado, esta manipulación
del caso de Sánchez pone en evidencia una vez más que el PSOE de Felipe González y de
los Barones, no quieren ni permiten la regeneración democrática, o como diría
alguien, la socialización del partido. No se han dado cuenta aún, de que los
tiempos han cambiado, que cada vez hay mas distancia entre la cúpula del PSOE y las bases; que existe también un enfrentamiento generacional, y que
no se puede seguir dirigiendo a la antigua, con un cheque en blanco por 4 años.
Las decisiones vitales para las bases, deben y tienen que ser consultadas y
aprobadas por ellas, incluso por los simpatizantes del PSOE, y más ahora con el nivel
de información que circula constantemente en las redes, y que facilita al mismo tiempo los
procesos de consulta. No puede haber regeneración democrática a nivel nacional,
si los Barones secuestran la propia democracia interna de partido, y se creen representantes exclusivos de la verdad y del buen juicio, desestimando y menospreciando la inteligencia y la participacion de las bases, a quienes ya no representan. El caso Sánchez, es sólo la parte visible de Iceberg
Es hora de que el PSOE convierta
esta desagradable experiencia, esta crisis interna, en una oportunidad para
revisar y democratizar sus reglamentos y estatutos; y actualizar su rumbo y programa
electoral a tono con los tiempos actuales. Basta de añorar tiempos pasados y
poder, y de sumarse a la política del miedo a los que están algo más a la
izquierda o son simplemente competidores. La tan llamada trasversalidad debe
empezar con y dentro de la izquierda, sino sólo habrá gobiernos de derecha; y entonces cabría
preguntarse para que existimos los partidos de izquierda ¿Para politiquear, teatralizar, distraer
la atención, dividir las fuerzas, para que siga gobernando la derecha?. Eso no tendría otro nombre que traición; filibusterismo y lucro con la política y con el erario público.
Está en manos de la Gestora convocar y preparar un Congreso que vuelva a poner al PSOE en el centro de la vida política española, pero para serles franco, no creo que sin la presión de las bases, y de una figura o de un grupo que lidere la oposición interna dentro del PSOE hasta el próximo Congreso, eso será posible. Si no se logra, ocurrirá lo peor, el PSOE desaparecerá como UPYD, y el PASOK en Grecia; o se dividirá incorporando otro partido mas al mosaico político de España.
AHORA LOS MILITANTES
TIENEN LA PALABRA, Y LA POSIBILIDAD DE RECUPERAR Y RESTABLECER TANTA HISTORIA
DE SACRIFICIO Y OBRA.
DILATAR LA INICIATIVA SERÍA TAMBIÉN OTRO SUICIDIO
DILATAR LA INICIATIVA SERÍA TAMBIÉN OTRO SUICIDIO