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miércoles, 27 de marzo de 2019

COMENTARIOS: "La izquierda se fragmenta en Madrid..."

"La izquierda se fragmenta en Madrid y se ampara en diferencias sobre programas electorales que aún no existen" / https://www.publico.es/politica/elecciones-autonomicas-izquierda-fragmenta-madrid-ampara-diferencias-programas-electorales-no-existen.html. 
Leyendo este artículo, me da la impresión de que empezamos primero por las siglas, por los candidatos, y terminamos relegando a un segundo plano el programa común; el elemento verdaderamente capaz de aglutinar electores y candidatos. Programa, donde todos tendrán que posponer sus máximos, y asumir mínimos comunes. Sin un buen programa pactado, todo se reducirá a lucha de siglas y personas, de liderazgos, y no por la consecución de un proyecto capaz de movilizar electorado. Una vez aprobado el programa, él candidato o candidatos, en número acordado igualmente para cada partido, deberían ser elegidos en primarias abiertas (afiliados, simpatizantes y todo el que quiera), en una lista única, aunque cada partido promueva individualmente a sus candidatos. Al final, serian elegidos los mas votados, sean de la formación que sea; pero con la obligación (ante notario) de cumplir con el programa pactado previamente. Desgraciadamente, cada uno se refugia en su iglesia, y se cree mejor que la otra. !Joder, que tendencia al suicidio!; incluso, si al final, por obra del espíritu santo, se sumaran mas consejales

viernes, 22 de marzo de 2019

COMENTARIOS: PODEMOS ¿Ser o no ser?

Monedero aboga por reiniciar Podemos en un Vistalegre III tras las elecciones. / https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=6694833593258281707#editor/target=post;postID=7211484337302832392;onPublishedMenu=allposts;onClosedMenu=allposts;postNum=0;src=postname

Hoy, leyendo mi última reflexión de fecha 20/01/2019, coincido con Juan Carlos en cuanto a que Podemos debe reinventarse; ya lo había mencionado, pero abundo algo más.

¿Por qué la dirección de Podemos no actuó con celeridad y serenidad con Iñigo, por indisciplina, sectarismo y traición, apartándolo del Partido? Pero también ¿por qué no tragó en seco, actuó con inteligencia, y negoció su apoyo a la candidatura única Mas Madrid? Podemos existe porque hubo un 15M, y la vanidad e hipersensibilidad en política, hay que dejarla a un lado. Ya a Errejón lo habían perdido desde hace tiempo, ¿dónde estaba la sorpresa? La prioridad y la razón de ser de Podemos, es llevar sus demandas a buen puerto, al ejercicio del poder para poder aplicarlas, y sin importar en última instancia, quien es el cabeza de lista o cuales son las siglas. Los partidos existen para organizar, canalizar y representar los intereses de determinado grupo social, y gobernar llegado el momento; y la política es el arte de negociar, de buscar consensos y apoyos para darle cumplimiento. Hay que saber cuándo ceder, para no sacrificarlo todo; pues la política también es oportunidad; y las condiciones y los tiempos cambian. Aún estan a tiempo de encontrar una salida negociada para las inminentes elecciones; evitar que se siga desgajando,y llegue más débil a las elecciones

Un partido de nuevo tipo no puede ser patrimonio de nadie, aunque haya sido su fundador o uno de ellos. Es cierto que es más fácil y viable dirigir con un grupo afín, pero eso al mismo tiempo es muy peligroso, porque  crea la base para la existencia de grupúsculos, divisiones, resentimientos y enfrentamientos. Nunca entendí, en Podemos, la presentación y aprobación de candidaturas en bloque con el cabeza de lista. Podemos se debe refundar una vez terminadas las elecciones, y en mi opinión debe hacerlo bajo estos cuatro preceptos básicos:
  • Debe asegurar la representatividad en el Consejo ciudadano, en la dirección y en los órganos de control, de todas las tendencias, en proporción a a los votos recibidos. Es un partido de origenes civilistas y transversales
  • La participación directa de los afiliados y simpatizantes en las primarias, la discusión y aprobación de los documentos programáticos, pactos, alianzas, debe conjugarse con la disciplina partidista, sino, no hay partido ni nada parecido, sólo un gallinero donde todos cacarean pero no terminan de poner los huevos. No se puede confundir un mitin, un forum civil, con un partido. Democracia es participación plena, acuerdos y consensos, pero tambien  unidad de acción, nos guste o no. El que no entienda eso, no respeta a los demás, y no quiere hacer cambios realmente; sólo quiere liderazgo y escucharse, aunque nunca se llegue a nada
  • Perfeccionar  los mecanismos de rendición de cuentas de los diferentes órganos, precisando y respetando la periodicidady la forma
  • Refrendar su rol partidista en condiciones normales, con las de facilitador de un partido instrumental en época de elecciones 

domingo, 20 de enero de 2019

ESPAÑA: Podemos, las alianzas electorales y Errejón

Las coaliciones, alianzas, frentes o partidos instrumentales, son viables y efectivas cuando se piensa y se logra que la suma de sus integrantes y electores tendrá un efecto multiplicador en las elecciones, o sea que habrá una sinergia política, que permitirá alcanzar más votos y escaños, al nivel que sea. ¿Qué ha pasado entonces desde la alianza electoral de Podemos e Izquierda Unida? Unidos Podemos ha obtenido menos escaños que cuando se han presentado por separado, no sólo en las últimas elecciones nacionales, sino también ahora en Andalucía. Probablemente, sus programas por separados tienen mucho en común, y existe una gran afinidad ideológica y afectiva entre sus dos máximos dirigentes, pero entre su membresía y simpatizantes hay diferencias.

 Muchos, dentro de ellos yo, vemos que la alianza y participación de Podemos e IU en las elecciones, como un bloque único, ha sido percibido por muchos como un escoramiento de Podemos hacia la izquierda, desmovilizando a parte de su electorado inicial por abstención o regreso al PSOE, ahora de Pedro Sánchez. El efecto esperado fue mal calculado, no multiplica, y ni siquiera suma. La membresía y electorado de Izquierda unida, es militante e ideológicamente homogénea y coherente; y no pocos, ya sea por temor a ser absorbidos por Podemos como partido, o por desconfianza o por vanidad, no aprueban esa alianza. 

Si vamos a Podemos, resulta que sus electores, están muy segmentados dentro del factor común de la indignación y la decepción por los partidos políticos y la política tradicional; son  muy heterogéneos por su extracción social e ideológica. En sus orígenes, y en mucho hasta hoy, son ciudadanos procedentes de los más diversos sectores sociales, que sufrieron en carne propia o cercana la crisis; que vieron frustrados sus sueños y sus carreras profesionales, laborales, o de emprendedores; que perdieron sus empleos o negocios; gente que perdió su estatus social, y se vio arrojada de golpe a la precariedad; gentes que perdieron sus ingresos bancarios o su vivienda; jóvenes y menos jóvenes que tuvieron que replegarse al hogar familiar, renunciando a su independencia, y/o que tuvieron que solicitar ayuda familiar para sobrevivir; en fin, gente machucada y marcada por la crisis. Toda esta gente marginada por la crisis, abandonada a su suerte, se indignó contra el gobierno de turno, contra los políticos y partidos tradicionales. El 15M, que surgió como un movimiento civil espontaneo, de la calle, se transformó gradualmente en un partido (Podemos), muy peculiar, para poder acceder y hacer política también desde las instituciones del Estado. Y digo peculiar, porque es un partido instrumental de por sí, por la composición y aspiraciones transversales de su electorado; y por la exigencia participativa de su membresía en la toma de decisiones. 

  Podemos, no puede abstraerse de esa realidad que le dio origen; y siempre tiene que estar reinventándose, para no perder su esencia. Podemos encarna la decepción, la desconfiada de todos y en todo, y la exigencia de protagonismo político, a partir de una nueva mentalidad democrática que responde al “no quiero que me representen, quiero representarme yo"; "no quiero que voten y acuerden por mí, no, quiero hacerlo yo”. Tanto en su composición como en su dirección, predomina una juventud apasionada, llena de energía y deseos; pero este partido no lo fundó una sola persona, sino un grupo de jóvenes, con mucho aval teórico universitario, pero sin experiencia política previa. El grupo inicial se siente fundador, de igual a igual, y algunos no aceptan las reglas de la democracia, donde al margen de la razón o no, la minoría ha de subordinarse a la mayoría y a la disciplina, que ello demanda, aunque esté representada en los órganos de dirección.

Ese espíritu contestatario y rupturista de Podemos y sus dirigentes y seguidores contra el anquilosamiento y cdescomposición la política tradicional, su falta de unidad ideológica, y de una disciplina vertical partidista tradicional propia de otros partidos tradicionales, hace la conducción y supervivencia de Podemos muy compleja, pues desgraciadamente no todos están a la altura. A todos los une un programa común, y un sentimiento democrático participativo, que los hace más democráticos y diferentes; sin embargo, esa heterogeneidad y el sentido equivocado de la democracia partidista de algunos, los hace frágiles, vulnerables e inestables, ante tanta ambición de protagonismo de sus líderes fundadores; y eso pasa factura dentro de su electorado. Para que exista un partido, no sólo debe haber un programa; también un orden y una disciplina, por muy  democrático que sea, de lo contario es un caos, o en el mejor caso, un grupo de anarquistas. Democracia y anarquía, son antónimos.
 El desespero o ambición personal de Errejón, al saltarse a la torera la disciplina y la dirección nacional de Podemos, o de equívocamente trasladar el ambiente de auditorio, de foro universitario, de discusiones teóricas, intelectuales a la política, no deja de ser una gran irresponsabilidad, que ha puesto en riesgo no sólo la  propia existencia de Podemos, sino el futuro de la izquierda madrileña y el desenlace electoral, a sólo escasos meses de las municipales y autonómicas. Nada lo autoriza a saltarse el mandato, como si fuese un candidato independiente o un partido independiente. Si es lo que quiere, que lo haga desde fuera de Podemos. No es la primera vez, que Iñigo promueve mediáticamente, acciones para imponer sus criterios. Sin embargo ya el mal está hecho, y en nombre de la izquierda hay que encontrar una salida.

Hablando serenamente, creo que la idea en sí, de ir todos a las autonómicas bajo la marca Madrid Carmena o Mas Madrid no es mala, porque  los partidos tienden a ser excluyentes, porque sus direcciones están obligados a tomar posición en determinadas circunstancias y situaciones, y eso puede excluir a mucha gente. Creo que al final la izquierda sumaría votos y escaños. La decisión unilateral, no consensuada de Errejón exige una respuesta disciplinaria, y en principio debería ser excluido de la dirección de Podemos, pero no se puede sancionar el resultado de las próximas elecciones, en Madrid y en todo el país. Particularmente pienso, que lo más importante para la izquierda y a quienes representan, es llegar al poder y recuperar o avanzar en los cambios sociales. Las siglas, los partidos, son un vehículo para participar activamente en la vida política, pero no la razón de ser. En mi opinión, la dirección nacional de Podemos está obligada moral y responsablemente, a pedir el voto de Podemos a Mas Madrid, y apoyar su candidatura; obviamente, sobre la base de la negociación previa de un programa, y lista.

Ahora mismo, Podemos podría estar implosionando, podría fraccionarse y dejar de ser un partido nacional. Necesita tiempo para reorganizarse y reinventarse después de las elecciones municipales y autonómicas. La prioridad hoy, es lograr que la izquierda se presente unida a las elecciones y llegue al poder. En muchas comunidades la marca Podemos no es mayoritaria dentro de la izquierda, aunque si sus primos hermanos, las Mareas, Compromís, y Podemos en común. Tal vez es la hora de que Podemos se replantee sus objetivos, y sin renunciar a su idea de partido, trabaje más por la unidad de la izquierda, con el mejor candidato al frente, sin importar las siglas. Podemos dio forma y alma política a un movimiento civil, contestatario; y alumbró el camino al resto de la España inconforme, para organizarse y luchar por alcanzar el poder político. Su mérito y papel es incuestionable, y por eso no puede ir contra su esencia fundacional. En mi opinión, debe priorizar su función de coordinador de las izquierdas, desde una junta donde estén representadas todas las izquierdas en proporción a sus electores o afiliados, bajo un programa mínimo común, y con candidatos comunes.


domingo, 3 de junio de 2018

ESPAÑA: Dos grandes ganadores- la Democracia y la imagen política de España

Si la sentencia Gurtel, confirmación de que ya los poderosos no son impunes, aumenta la confianza de la población en la justicia, en su independencia; entonces la progresión de la Moción de censura presentada por el PSOE, y la investidura de Pedro Sánchez (secretario general del PSOE) como Presidente, airea la democracia española, y mejora su imagen internacional. Para el ciudadano racional, y no emocional, este es el verdadero logro, al margen de colores políticos e ideologías. Soy un convencido de que la corrupción en España es sistémica, y de que ha contado con la complicidad por pasiva o por activa, de una parte importante de los electores, que les han dado el voto al PP, y al PSOE en Andalucía. La sentencia de la Gurtel, y el estudio de los posibles escenarios políticos actuales y futuros por diferentes partidos, rompió con la maldición. Lanzó a la izquierda y a los partidos nacionalistas contra Rajoy y el PP, y hoy podemos celebrar, que la corrupción y la inteligencia y coherencia política, pueden tumbar gobiernos corruptos en España, al amparo de la constitución. Buen precedente para la democracia española y su regeneración. 

Lógicamente, esto tiene una repercusión inmediata en el presente y el futuro de los partidos políticos; pero también abre la posibilidad de una nueva España desde la izquierda, para romper el maleficio de la austeridad y el sacrificio sólo para los sectores menos prósperos y más necesitados de la sociedad, mientras se multiplican los millonarios en España, y las empresas del IBEX 35 son cada vez más ricas; para romper el maleficio del secuestro de libertades y derechos cada vez que hay crisis económicas; y se abre la posibilidad de reconducir también el problema catalán y de las nacionalidades desde el diálogo y la negociación, que si bien no hará desaparecer el independentismo si restará partidarios o votos al independentismo, si la oferta es de un mejor encaje y transparencia para todas las autonomías. La mayoría de la población siempre optará por la estabilidad y el progreso, ante la incertidumbre, el enfrentamiento a ultranza y el ego nacional desmedido de muchos independentistas. 

 Previsiblemente el camino será muy difícil, pero no imposible, si Pedro Sánchez cumple con lo prometido, sometido siempre al ojo crítico de los Barones del PSOE. Al sobreviviente Pedro Sánchez, campeón de la resistencia y la tenacidad, le ha sonreído una vez más la vida con esta otra oportunidad. Tiene la titánica labor de salvar a un PSOE ya muerto, que en las próximas elecciones no tenía ninguna perspectiva, pero por eso mismo, y disculpando la expresión, “O se llena de gloria o se llena de mierda”. La decisión de un gobierno monocolor, se lo hace más difícil aún. En mi opinión, responde más a las exigencias anti-Podemos de los Barones del PSOE, que a la lógica política, y su lógica. No le hubiesen aceptado a Sánchez la presentación de la Moción de censura; y no se puede gobernar con los suyos también en contra. Tal vez por eso, Pedro Sánchez insistió tanto en pedirle a Rajoy en el Congreso, que dimitiera. Sabía lo que significaría gobernar sólo con 84 diputados, al no poder comprometer a Podemos con su gestión de su gobierno. Podemos, fuera del gobierno, ya no será juez y parte, sino sólo juez (por suerte, este Podemos ya es más maduro, y sabrá ejercer con responsabilidad, ese papel de juez). Podemos sería la oposición desde la izquierda; y siempre tendría la opción de preservarse puro ante la izquierda, cuando se tomen decisiones seguramente controvertidas, dadae la precariedad parlamentaria del PSOE. 

Pedro tendrá a su favor la lucha política enconada dentro de la derecha, entre el PP y Ciudadanos; pero siempre llegarán a acuerdos en contra de la izquierda. Este último, es el gran perdedor de la jornada, que después de verse tan cerca del poder, se le ha escapado como agua entre los dedos, al menos por el momento. El rostro contrariado y perplejo de Rivera, lo decía todo. Creo que nadie previo los efectos inmediatos de la sentencia Gurtel. El PP ya apestaba, pero su arrogancia y chulería política nunca les permitió pedir disculpas, asumir la responsabilidad, y tomar iniciativas legislativas más convincentes en la lucha contra la corrupción; o tal vez ahora estaba tan desgastado, que sacrificó lo que quedaba de legislatura para tratar de recuperar su imagen y el voto de la derecha para las próximas elecciones, desde la oposición. Ciudadanos, tampoco esperaba el desenlace; y perdió la iniciativa y la visión. En vez de oponerse a la Moción de censura, debió apoyarla, tal y como querían mas del 46% de sus electores, condicionándola a nuevas elecciones a corto plazo, y a la exclusión de los independentistas. Es de suponer, que esta decisión, de no apoyar la Moción de censura, le pase factura de alguna forma. La ambiguedad también se castiga. En cualquier caso, gracias por tanta arrogancia y exceso de entusiasmo, que facilitó el poder a la izquierda. Ahora a demostrar, junto a Portugal, que tras el túnel de la crisis hay luz más intensa y de otro color

martes, 27 de diciembre de 2016

ESPAÑA: De izquierda a izquierda

Como regla, los grandes cambios sociales se producen bajo una situación de crisis económica o de guerra. En época de crisis, la sociedad tiende a polarizarse ante su decepción con la política tradicional y/o del gobierno de turno. Crece la izquierda, y en algunos países la ultraderecha. La derecha tiende a limitar libertades; y en su afán de mantener a flote a los privilegiados, descarga la crisis sobre el resto de la sociedad. Si los partidos políticos de izquierda no aprovechan esa situación y ese momento, para canalizar con inteligencia el descontento social, las aguas volverán a su cauce. Entonces tendremos que asumir que se ha perdido la oportunidad de recuperar las conquistas sociales arrebatadas, de lograr otras, y de tratar de blindarlas de forma tal que sólo puedan ser revocadas mediante referendo popular. Pasarán décadas hasta que se produzca una situación similar.
Normalmente, el voto de la mayor parte de población es emocional. En época de crisis es un acto reflejo casi incondicionado de su inseguridad, insatisfacción o frustración con el gobierno de turno, sea del color que sea; y al que le achaca con razón o sin ella, el deterioro de su sistema de vida y su bienestar. Todos sabemos que las crisis del capitalismo son cíclicas, y que son cada vez más profundas y largas, pero todavía tiene muchas reservas, y terminará reacomodándose. La media de la población es de comportamiento conservador. Con tranquilidad y algo de bienestar se conforma.  Aunque a un alto costo social, la economía volverá a reanimarse; y en lo político se harán reformas de poco calado que aplacarán los ánimos. En la izquierda más comprometida quedarán los votantes tradicionales y algo más. Entonces, a lamentarnos, y a buscar culpables.
Por razones que muchos sospechábamos, y reconocidas hace muy poco por el exsecretario general del PSOE, Pedro Sánchez, los Barones del PSOE no quisieron formar un gobierno de izquierdas, un gobierno de cambio, por “incompatibilidad” con Podemos, y con lo que representa. Finalmente, después de dos elecciones, los dos partidos del bipartidismo, comprometidos con la plutocracia, y convergentes en muchos temas neurálgicos a fuerza de tantos años en el poder, han hecho posible un gobierno del PP. La crisis no ha sido superada, sobre todo en lo social, pero si pasó el momento político más álgido. En otras palabras, se perdió la oportunidad de conformar un gobierno de izquierda, un gobierno de cambio
Ahora no queda otra opción que prepararse para una lucha larga y de desgaste en las instituciones. Llegar a las instituciones es de por sí difícil, pero más difícil es conservar tu electorado y crecer desde la oposición. Desgraciadamente el cuadro es bastante complejo. El PP, aunque en minoría, cuenta con recursos constitucionales para frenar o parar reformas y propuestas de leyes. Sobre el país y su estabilidad, pende como una espada de Damocles, la amenaza de vetos en el senado, y la disolución de las Cortes, si al PP “no se le deja gobernar”. Si no se actúa con inteligencia y responsabilidad, el PP se perpetuará en el poder.
En estos momentos, el PSOE continúa sumido en su crisis, sin acabar de rencontrarse. Históricamente, el  PSOE, ha nucleado mayoritariamente a la izquierda. Hoy se debate entre sus Barones y sus bases, porque hace rato que ha perdido su identidad, y no ha dejado de moverse en la ambigüedad. Su cúpula está empeñada en mantener el statu quo del bipartidismo, ve como un peligro la regeneración democrática dentro del partido y a nivel social, y es más afín al PP en cuestiones de democracia. Socialmente comparte espacios y reformas con Podemos pero bajo los dictados y condiciones de la plutocracia.
Los dos partidos emergentes: Podemos y Ciudadanos, se han imbuido en debates internos para redefinir su línea política y su ideario. Eso no es una casualidad, ni mera coincidencia. Es el resultado de no haber obtenido los votos y escaños esperados; y de que la carrera por el poder los llevó a disputarle al PSOE, su tradicional electorado- el de centro izquierda. Tres partidos disputándose un mismo perfil de electores, luchando por un mismo “segmento de mercado”, desangrándose, y dejando sólo al PP en su peso. No es de extrañar que ganara el PP, ante tanta confusión, división y ambigüedad. 
Ciudadanos, finalmente se quitó la careta, y dejó su ambigüedad intrínseca, declarándose neoliberal o liberal. Supongo que su idea sea escorar al PP hacia la derecha dura, y posicionarse como centro derecha, donde tendría más perspectivas al ser un partido joven, que podrá sacar pecho de que nunca ha tenido vínculo alguno con el franquismo y la corrupción; y que representará fundamentalmente a la clase media, y autónomos. Si se impone la tendencia liberal, la rivalidad por el electorado de  izquierda, se simplifica al PSOE y Podemos.
Ahora mismo está en marcha el proceso de PODEMOS hacia el II Congreso de Vista Alegre, y aparte de liderazgo, se debatirá la estrategia de Podemos. La cobertura mediática que ha estado y está recibiendo este proceso, es única. ¡Que viva el espectáculo!, dicen unos y ¡Que bisoñería!, dicen otros. La mayoría de la prensa, con intencionalidad o sin ello, lo ha reducido todo a una lucha entre Pablistas y Errejonistas, con un grupo bisagra, al que han denominado anticapitalistas. Y en parte tienen razón, porque esto se ha convertido en un enfrentamiento, primero medio disimulado, y ahora público y abierto, entre dos profesores universitarios, que han trascendido el marco de la “universidad” (de Podemos), y donde ninguno quiere ceder intelectualmente, fruto de la arrogancia y de la falta de experiencia política. Soslayando los personalismos, creo que lo que está en debate es sano y necesario, visto a la luz de un próximo congreso. Eso es democracia, aunque no coincidamos en la forma en que lo están haciendo. Veámoslo por parte.
·         Programa o estrategia
Desde que existe la izquierda, siempre han existido diferencias en cuanto a las vías para llegar al poder, en los métodos, en el alcance de las medidas, y en la formas de ejercer el gobierno. En las democracias occidentales, y más dentro de los países miembros de la UE, la capacidad de maniobra y de opciones de la izquierda es muy reducida, y sólo es posible dentro de las reglas y normas de la democracia occidental con todas sus virtudes y limitaciones actuales. Otra interpretación sería no entender la realidad nuestra. Sería aferrarse al pasado y a otras experiencias, en diferentes y distintas circunstancias. Dando por descartada la vía de la revolución socialista, y el modelo de socialismo real aplicado en los países de la Europa oriental; entonces las diferencias entre las izquierdas quedarían limitadas a tres cuestiones: el perfil de clase o base social, o sea a que clases y grupos sociales representará y defenderá en última instancia; segundo, al alcance, en el tiempo, de las medidas y leyes que se propongan,; y tercero, a los métodos de hacer política. Todo esto en su conjunto determinará la orientación estratégica de uno u otro partido de izquierda hacia el centro o más a la izquierda.
La lucha entre el PSOE y Podemos por abarcar toda la izquierda, por el mismo electorado, cerrará toda expectativa de colaboración y cooperación entre ambos. Al mismo tiempo, mantener esa rivalidad sólo ha creado falsos enemigos, y divide cada vez más a la izquierda. Este enfrentamiento y desgaste sólo ha hecho las cosas más difíciles, y ha propiciado otro gobierno del PP.  Si el PSOE y Unidos Podemos, continúan en la lucha por ser los únicos representantes de la izquierda, siempre saldrá ganando el PP. Por otro lado, en el enfrentamiento entre el PSOE y Podemos por el mismo espacio político, por la transversalidad de izquierda, este último saldría desgastado ante la experiencia, conocimientos palaciegos, los lobbies de poder financieros y mediáticos, y la fuerza de la tradición del PSOE. Terminaría relegado a un partido minoritario, sin identidad. Perdería sus bases originales
La otra opción es que cada uno redefina su espacio político, su electorado, llegándose a complementar y a asociar para intentar y/o lograr cambios. Sinceramente no creo que el PSOE acceda a limitar su espacio político; ni que Podemos se resigne a no hacer nada.
Podemos perdió la oportunidad de “tomar el cielo por asalto”, y se impone un momento de reflexión y reajustes para poder sobrevivir y crecer desde la oposición. Podemos puede tomar la iniciativa, y a partir de este congreso tratar de escorar, arrinconar al PSOE al centro izquierda, y convertirse en el verdadero partido obrero español de hoy. En definitiva, ya hace tiempo que en la práctica, el PSOE renuncio a representar a sus bases obreras. Podemos se podría posicionar en la izquierda comprometida con cambios de calado
·         Métodos y lenguaje
A diferencia del PSOE, Podemos si aspira y mantiene sus intenciones de hacer reformas políticas y sociales de calado, y no sólo para hoy, sino también para que no se pierdan con la llegada al poder de gobiernos de mayoría de derecha, y no se repitan los mismos errores. Pero eso no basta, si  Podemos no logra ser visualizado como un partido responsable, como un partido de gobierno
Hasta ahora, Podemos y sus confluencias no han logrado sobreponerse al “infantilismo de izquierda”. Siguen cometiendo errores de forma; al confundir el querer ser respetados y apoyados con la teoría del susto y del miedo;  confundir gestos con fidelidad a sus bases; se desgastan en lo secundario contra lo importante; y desnudan sus discrepancias en las redes sociales.
Sin perder su esencia, el contenido de sus programas, Podemos está más obligado que nadie, entre otras cosas por el acoso mediático, a cuidar su lenguaje en las instituciones, y diferenciarlo con el de los mítines; a no hacer gestos que lo deshumanicen ante la sociedad y lo cataloguen de irreverentes e irrespetuosos. Podemos está obligado a convencer a todos, de que si llega al poder hará cambios, pero representará a la sociedad en su conjunto; y mostrará su apego y respeto a esta constitución hasta que no sea modificada o cambiada.
Esto no implica que renuncie a las movilizaciones populares para presionar, visualizar y concientizar a la sociedad sobre problemas sociales acuciantes, que se quieren obviar o dilatar su solución. Eso es derecho de expresión y de movilización y forma parte de la democracia. El método de combinar la lucha en las instituciones con las movilizaciones populares, convocadas por ellos o no, sería una fortaleza si saben manejarlo.
·         Liderazgo
Las necesidades, las tendencias políticas, incluso empresariales, se abren paso a través de las personalidades, que aportan su impronta, acelerando, inmovilizando o incluso atrasando los procesos, cuando son personalidades negativas. El rol de Pablo Iglesias como fundador y líder de Podemos es incuestionable; y a pesar de algunas inmadureces puntuales que no ha logrado superar, creo que en estos momentos no hay ninguno mejor que él. Pero así y todo, el líder se debe al ideario o programa aprobado por las bases; incluso si las bases estuviesen equivocadas. No veo porque esa predisposición de Pablo a votar en un solo acto, liderazgo y programa. El líder tiene que ser capaz de convencer, de persuadir, de aunar. Si al final resulta, que su programa no es el aprobado, entonces está equivocado; o rectifica o ya ese no es el partido por el que apostó; y tendrá que tomar una decisión.
·         Democracia interna
Democracia es debate, es participación, es elecciones primarias por la vía directa y secreta; es unidad dentro de la diversidad, pero también, es orden, y jerarquización; sino la organización se volvería indirigible; sería la anarquía, sería el caos; y terminaría desintegrándose. Este es el momento del debate, pero una vez finalizado el congreso, los debates deben ser internos. Los problemas estratégicos, no pueden ni deben ser discutidos fuera del proceso que conduce a un congreso, aunque siempre habrá que dejar abierta la posibilidad de consulta a las bases para cuestiones muy puntuales, de difícil consenso. Los problemas de tácticas siempre serán discutibles, porque el entorno es cambiante, pero así y todo debe ser dentro del partido. Por mucha democracia que queramos tener, tiene que haber un orden, una dirección, un órgano consultivo y uno “legislativo” (el Congreso).
¿En qué si puede y se debe diferenciar un partido moderno, además de hacer primarias?, Ah!, en la representación proporcional de las minorías dentro de la ejecutiva o consejo ciudadano y en la comisión de garantías, en correspondencia con los votos recibidos. El asegurar voz y voto a las minorías, a todos los niveles, eso es respeto a la diversidad dentro de la unidad. Eso es un partido de nuevo tipo que se está vacunando contra el voluntarismo, el autoritarismo y el secuestro consciente o inconsciente del poder. Si no damos este paso, no habremos superado el centralismo democrático, sin duda un progreso en su momento, pero que ha actuado como rodillo sobre las minorías, ha acallado a los que disienten, y da participación cada 4 o 5 años
Si una vez terminado el Congreso, Podemos perdiera su virginidad política y se rencontrara; si la ingenuidad se hubiese transformado en madurez; si todos cedieran un poquito y dejaran la vanidad y el prurito intelectual en las aulas; y si la diversidad se integrara en la unidad, entonces bienvenido sea el barullo